con
los astronautas de la Estación Espacial Internacional
Mireia Bonilla Radio Vaticana
Su Santidad Papa Francisco ha
conversado con los seis miembros de la Estación Espacial
Internacional mediante una videollamada que ha tenido una
duración aproximadamente de 25 minutos convirtiéndose en
el segundo Papa que conecta con los astronautas en el espacio.
Fue Benedicto XVI quien el 21 de mayo de 2011 se convertía en el
primer Papa en realizar una llamada telefónica al espacio. Una
conversación en la que el Papa emérito conversó al igual que
Francisco, durante alrededor de 20 minutos con el grupo de
astronautas de la Estación Espacial Internacional.
Tras un pequeño problema de
conexión, el Santo Padre ha saludado a los 6 astronautas:
“Queridos astronautas buenos días o buenas tardes. Creo que allí
en la Estación Espacial los días pasan de una forma diversa, ¿no?”
y seguidamente ha agradecido a todos lo que han hecho posible
que se estableciera esta conexión: “agradezco a todos los que han
organizado esta conexión, que me da la posibilidad de “encontrarles”
y "realizarles algunas preguntas".
Inmediatamente, Francisco les ha
dicho “la astronomía nos hace contemplar los horizontes ilimitados
del universo y despierta en nosotros algunas preguntas”, es por
ello, continúa el Santo Padre, que nos hacemos algunas
preguntas como “¿de dónde venimos? o ¿a dónde vamos?”. Tras
esta reflexión, el Papa les ha preguntado cuál era, según su
pensamiento ¿el lugar del hombre en el universo?
“Es una pregunta complicada, yo me
siento una persona técnica, un ingeniero, pero cuando se habla de
estas cosas mucho más internas como ¿de dónde venimos?, me quedo
yo también perplejo” ha respondido el astronauta italiano Paolo
Nespoli, asegurando que su objetivo allí arriba es el
de “conocer nuestro ser”, “llenar nuestro
conocimiento” y “entender lo que nos rodea”. Además,
Paolo Nespoli afirma que una de las cosas más interesantes es que
“cuanto más conocemos, más nos damos cuenta de lo poco que
conocemos”.
El astronauta italiano también ha
expresado al Santo Padre su deseo de que personas como él, no
sólo ingenieros y físicos, puedan ir al espacio “para
explorar que significa que hay un ser humano en el espacio”,
asegurando que será algo “posible en el futuro”.
La segunda pregunta del Papa ha sido
relaciona con el tapiz que se encontraba a sus espaldas en el estudio
del Aula Pablo VI. Un tapiz inspirado en el famoso verso con el
que Dante termina la Divina Comedia “El amor que mueve al sol y a
las estrellas”. Francisco les ha preguntado qué significado
tiene para ellos llamar al amor la fuerza que mueve el
universo. Aleksandr Misurkin, un astronauta ruso, ha comentado
que en estos días, se está leyendo el libro “El pequeño
príncipe” de Saint-Exupéry y hace referencia a la historia
de un chico que da o daría voluntariamente la vida “por volver y
salvar las plantas y los animales de la Tierra” “sustancialmente
el amor es esa fuerza que te da la capacidad de dar la vida por el
otro” asegura el astronauta. El Papa Francisco, sintiéndose
de acuerdo con su respuesta ha afirmado que “sin amor, no es
posible dar la propia vida por el otro”.
“No solo las mujeres son
curiosas” ha dicho el Papa, y es por ello que con mucha curiosidad
les ha preguntado qué es lo que les ha motivado a convertirse
en astronautas. El astronauta ruso Sergei Ryazansky ha
contestado que su inspiración ha sido “su abuelo”. Su
abuelo fue uno de los primeros pioneros del espacio, ha trabajado en
el satélite Sputnik, el primer satélite volado sobre la
Tierra. “Lo que yo veo desde aquí es una perspectiva increíble:
es la posibilidad de ver la Tierra un poco con los ojos de Dios,
y ver la belleza y la incredibilidad de este planeta” asegura.
“La Tierra es muy frágil” le ha
dicho el Papa Francisco, “y usted ha ido a mirar con los ojos
de Dios. El abuelo es Dios, las raíces, nuestra esperanza y nuestra
fuerza”. Además les ha invitado a no olvidar las
raíces porque "me hace bien” escucharlo afirma, y sobre
todo “de ustedes”.
El Papa también les ha pedido
un ejemplo significativo de colaboración. El astronauta
americano Joe Acaba, de descendencia portorriqueña, ha
contestado que cada uno de ellos “aporta una diversidad” y
esta diversidad unida “hace un conjunto mucho más grande de lo que
sería una persona individual”. “Trabajando juntos” y “con
espíritu colaborativo”, “es el modo para nosotros como
seres humanos de salir fuera del mundo y continuar este viaje en el
conocimiento”.
“Sois un pequeño palacio de
cristal” les ha dicho el Papa Francisco. “La totalidad es
mayor que la suma de las partes, y este es el ejemplo que nos das”.
Por último, y antes de concluir la videollamada, Su Santidad les ha
agradecido nuevamente y les ha pedido que no le olviden de rezar por
él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario