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domingo, 31 de diciembre de 2023

carta No. 217: 2024: Incertidumbres, esperanzas y compromisos

                                                                                                                                  Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 217 – 31 diciembre 2023
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2024:  Incertidumbres, esperanzas

 y compromisos

El futuro está sobre todo en las manos de las personas que reconocen al otro como un “tú" y a sí mismos como parte de un "nosotros" Papa Francisco,abril 2017.

El tiempo actual está marcado por paradojas: los signos de muerte, la incertidumbre, la duda, la desconfianza, el miedo, la inseguridad. Estas se han apropiado de la población ecuatoriana junto con la debilidad de las alternativas y del anuncio de la buena nueva.

Nos hemos quedado sin instituciones que sostengan la patria.  Todas están en duda, unas más que otras.  El país es un paralítico que esta metastasiado.  Las esperanzas de que vuelva a caminar son muy remotas si seguimos por los senderos que se han transitado en estos últimos años.

¿Qué futuro nos espera?  El presidente Daniel Noboa en su campaña propuso cinco ejes: 1.- Reformar el sistema penitenciario y judicial, 2.- El Plan Fénix para enfrentar la violencia e inseguridad, 3.- “Proteger y reforzar” la dolarización, 4.- Reducir el desempleo y 5.- Impulsar la competitividad.  Para hacerlos realidad ha enviado dos proyectos económicos urgentes a la Asamblea, que tienen cuadros obscuros con la reproducción de exenciones y subsidios sobre todo para las grandes empresas deudoras de impuestos, así como la ampliación de zonas francas con afectación a los derechos laborales, y algunos cuadros blancos con incentivos a varios sectores productivos para reactivar la economía.  El ejecutivo ha anunciado la preparación de una Consulta Popular que se realizaría entre febrero o marzo de 2024.  Si bien no se conocen las preguntas, se espera que estén orientadas a levantar la institucionalidad en sus diversas aristas, sin caer en los errores de las anteriores consultas que no han logrado consumar el cambio que necesita nuestro país.

Más allá de la coyuntura, hay muchos temas de fondo que están pendientes: la necesidad de estrategias que ataquen las raíces de la violencia y la inseguridad, especialmente los vínculos orgánicos entre el capital criminal con grupos de poder locales, trasnacionales, así como con instituciones del Estado, especialmente las fuerzas policiales, militares y el sistema judicial. Como ha revelado el caso Metástasis, junto con lo visto en el caso Gran Padrino, las respuestas urgentes a la crisis económica, la falta de expectativas de vida y oportunidades de empleo en la población, sobre todo jóvenes, que migran en masa o son seducidos por las redes criminales, son grandes temas que no deben ser pospuestos.  En agenda debe tenerse en cuenta el cumplimiento de las decisiones de la Consulta del Yasuní y del Chocó Andino, por respeto al Estado de derecho y como oportunidad para pensar en un país más allá del rentismo extractivista.

Si queremos tener futuro, debemos trabajar para que el país salga de esa metástasis que ha carcomido la institucionalidad, que le ha paralizado y degradado.  Las instituciones son muchísimo más importantes que cualquier funcionario circunstancial, por ello no pueden ni deben estar bajo la “voluntad” de un mandamás, que al tener el “poder” cree que tiene todas las licencias para hacer y deshacer a su conveniencia, poniendo en riesgo inminente al Ecuador.

Debemos, como sociedad civil, dejar atrás la inacción para participar comunitariamente, desde las bases con diálogo, organización, participación, caminando juntos debemos empezar a intervenir, proponer, exigir, fiscalizar, observar, evaluar a todos los funcionarios públicos, tanto de elección popular como de nombramiento y contrato.  Ellos deben saber y sentir que deben rendir cuentas de lo que hacen o dejan de hacer al soberano.

El miedo a participar debemos dejarlo atrás.  Tenemos la fuerza, la capacidad, la entereza para organizarnos y trabajar juntos para construir un futuro del tamaño de nuestros sueños.  Con fe podemos invocar al Niño Jesús que llega y a su Madre, que nos concedan luz, fuerza y valor para poder anunciar y construir la buena nueva en el año que comienza.  Recibamos al 2024 con esperanza y compromiso.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

carta No. 216: Navidad tiempo de contradicciones

                                                                                                                                  Con los ojos fijos en Él

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Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 216 – 24 diciembre 2023
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Navidad tiempo de contradicciones

“En la región había pastores que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños.  El ángel del Señor se les apareció y los rodeó de claridad la gloria del Señor y todo esto les produjo un miedo enorme.  Pero el Ángel les dijo: No teman porque yo vengo a comunicarles una buena nueva que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo.  Hoy ha nacido para ustedes en la ciudad de David un Salvador que es Cristo Señor.  De pronto aparecieron otros ángeles y todos alababan a Dios diciendo: Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra, gracia y paz a los hombres.” Lc. 2, 8-14.

La Navidad es tiempo festivo por la buena nueva del nacimiento de Jesús.  Ha sido, es y será una fiesta de Alegría y Paz, pero a la vez un tiempo de contradicciones.  Vivimos un cambio civilizatorio similar al que se vivió en tiempos de la llegada de Jesús, época de decadencia del sistema capitalista, en tanto orden social, económico, político, cultural, que arrasa con la red de la vida en su conjunto, versus el tiempo de semillas de un momento nuevo.  Celebramos la Navidad contradiciendo la paz y gozo presentes en el designio de Dios.  Parecería que no queremos la paz ni la justicia y consiguientemente la alegría.

Estamos en una época de miedo y hasta de muerte y los factores destructores son:

- Las guerras declaradas entre países que quieren arreglar sus diferencias con las armas, destruyendo pueblos enteros y diezmando muchas vidas.  El crimen organizado siembra el pánico y el terror en las poblaciones; el sicariato que acaba con la vida de niños, jóvenes y adultos, muchos inocentes.  La producción y comercialización de las drogas, destruye la salud poblacional y perjudica las economías nacionales, el lavado de dinero mal habido y la ambición exorbitante de tener grandes fortunas sin importar los medios para conseguirlas, agravando la pobreza y valiéndose de amenazas y el uso de material bélico.

- La pobreza que pese a ser el primer Objetivo de Desarrollo de todas las Naciones Unidas y los continuos ofrecimientos, por varias décadas, de combatirla con fuentes de trabajo, empleo, salario justo y respeto al derecho laboral, sigue creciendo porque cada vez hay más desempleados, despedidos, desocupados y carentes de recursos para emprendimientos generadores de medios de subsistencia para la familia, la educación de los hijos y las necesidades básicas.

Deambulan por las calles hombres y mujeres pobres, muchos de ellos con niños, mendigando unas monedas para su sustento, durmiendo en las veredas, sin ninguna clase de albergue ni una ocupación que les permita obtener algunos recursos para atender sus necesidades, mientras un número reducido de personas acaparan la riqueza del país, ajenos a la situación del prójimo, la justicia social y la solidaridad.

- También nos azota la corrupción en todos los niveles, la impunidad, la exclusión, el racismo, la xenofobia, el machismo, el individualismo y tantos males sistémicos, frente a los cuales la débil e ineficiente institucionalidad de los Estados desarticula toda posibilidad de enfrentarlos y solucionarlos.

- La contaminación ambiental generada ya no sólo por el extractivismo sino también por los deshechos no renovables causados por un consumismo descontrolado y atroz que esteriliza el campo, acaba con la flora y la fauna, envenena las aguas y hace inútil la laboriosidad de los agricultores, ganaderos y microempresarios generando la reducción cada vez mayor de la producción alimentaria y nutricional de la población.

Así y a pesar de todo estamos celebrando la Navidad con fe y esperanza en el porvenir, confiados profundamente en el Emmanuel -Dios con nosotros- que revestido de nuestra carne viene a liberarnos de estos pecados sociales y de la muerte que nos atormenta, compartiendo nuestras miserias y dándonos una vida nueva (Rom. 6, 29-36).

Como anunció el Ángel a los pastores de Belén, no debemos tener miedo frente a estos factores de muerte, porque en Navidad vuelve a nacer la Vida y la esperanza de que haya muchos “luchadores” por la paz, la justicia, la solidaridad, el cuidado de la casa común, construyendo concretamente un mundo que sea fraterno, solidario, incluyente, sin guerras, ni excluidos.  Entonces podemos tener alegría y gozo.

Que en esta celebración gozosa de la Navidad no falte nuestra oración al Niño de Belén no sólo pidiéndole sino clamándole: Ven Señor no tardes, ven que te esperamos, haz de nuestra patria una gran familia, danos fe en la vida y un amor sincero que nos haga hermanos.  Una Navidad llena de Jesús.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

domingo, 17 de diciembre de 2023

carta No. 215: Política nutricional de Lasso: logros y límites

 

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Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 215 – 17 diciembre 2023
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Política nutricional de Lasso: logros y límites

“Producimos alimentos suficientes para todas las personas, pero muchas se quedan sin su pan de cada día. Esto constituye un verdadero escándalo, un crimen que viola derechos humanos básicos”. Papa Francisco, Carta a la ONU. 26 julio 2021.

Uno de cada cinco niños menores de 2 años en Ecuador sufre desnutrición crónica infantil (INEC, 2023).  En el sector rural la situación es aún más crítica: casi dos de cada cinco niños la padecen. En algunas comunidades indígenas se estima una tasa de desnutrición por encima del 50%.

Las principales causas son la pobreza, el desempleo, la dieta inadecuada, la presencia de infecciones, la insuficiente disponibilidad de alimentos...  Sus consecuencias son irreversibles y afectan el desarrollo cerebral de los niños y su resistencia a las enfermedades, retraso en el crecimiento, problemas de aprendizaje. Los niños malnutridos luego no podrán acceder a trabajos dignos. Además, la obesidad y el sobrepeso aquejan al 65% de la población entre 18 y 69 años (Torres et al. Health Policy, 2023).  La obesidad aumenta riesgos de diabetes y enfermedades cardiacas, y obedece, entre otras causas, a una dieta con exceso de carbohidratos y grasas, con insuficientes proteínas, vitaminas y minerales.

El expresidente Lasso afirma haber reducido 3% la desnutrición crónica infantil entre menores de dos años, salvando de la desnutrición a 20 mil niños.  Presenta este logro como uno de los más significativos resultados sociales de su gobierno, con una inversión de 650 millones de dólares.  En realidad, la reducción de la desnutrición es menor, si comparamos las cifras actuales con las anteriores a la pandemia de covid-19. Entre 2004 y 2023 la reducción es de apenas el 1% (Lasso, 900 días, p. 55).

Las estrategias implementadas se basaron principalmente en ampliar el acceso de los menores y sus madres a los servicios de salud, mejorar la infraestructura de los centros y crear el bono Infancia Futuro, que beneficia a 60.000 madres. Sin embargo, al mismo tiempo, el gobierno redujo el gasto social en educación, salud y desarrollo agropecuario a sus niveles más bajos en los últimos 10 años.  Éstos apenas alcanzaron el 5.5% del PIB en 2022, frente al 6.3% en 2013.  Los limitados resultados alcanzados se explican porque esa deprivación no puede superarse solo mejorando el acceso a los servicios de salud, sino que tiene raíces más profundas en la pobreza.  Al reducir el gasto social, la pobreza aumentó.

Un problema adicional de las políticas de Lasso fue el decreto 645 del 23 de enero de 2023, que redujo los impuestos a las bebidas alcohólica y azucaradas y al tabaco con efectos nocivos para la salud pública, la obesidad y los recursos fiscales, anteponiendo los intereses de grandes corporaciones sobre el bienestar de los ecuatorianos, y oponiéndose a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Esto ha sido fuertemente criticado por la sociedad civil. Se ha interpuesto una acción de protección que se está debatiendo en segunda instancia. El decreto también es cuestionado en revistas académicas internaciones de prestigio, como Lancet América, donde se destaca la indebida injerencia de ciertas corporaciones privadas para obtener beneficios en claro perjuicio de la salud pública.

Esperamos que el gobierno de Noboa priorice el bien común en sus políticas de nutrición y salud, dejando atrás prácticas contrarias al bienestar, que han transferido recursos a empresas tabacaleras, a fabricantes de licores y de otros productos inadecuados para enfrentar los graves problemas nutricionales del país.  Es importante que como sociedad civil fortalezcamos nuestra visión crítica, denunciemos y nos opongamos a las perniciosas influencias de esos grupos de poder.

Combatir la desnutrición infantil supone atacar las raíces: la pobreza, la falta de formación para promover cuidados y hábitos alimenticios adecuados con una dieta suficiente y equilibrada.  También es importante el acceso a agua segura para el consumo humano y la eliminación de toda contaminación ligada a la destrucción de la naturaleza.  Es un reto para el gobierno y para toda la sociedad, recordando, que nuestros hijos y nietos tienen derecho a heredar un mundo habitable, donde sea posible una vida digna como legado de la solidaridad intergeneracional (Laudato Si, 160 y 162).  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas. 

 

 

sábado, 9 de diciembre de 2023

carta No. 214: Respeto sagrado, cariñoso y humilde

 

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Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 214 – 10 diciembre 2023
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Respeto sagrado, cariñoso y humilde

“La devastación de la creación es una ofensa a Dios, un pecado no solo personal sino estructural que repercute en el ser humano, sobre todo en los más débiles”. Papa Francisco, Mensaje a la COP28.

Los líderes de 196 países del mundo se encuentran reunidos en la 28 Conferencia de las Partes (COP) - Cumbre Anual que realiza la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), COP28 en Dubái, desde el 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023.  Las reuniones previas tuvieron lugar del 24 al 29 de noviembre, para buscar respuestas efectivas frente al cambio climático, que es la amenaza más grave al futuro de nuestra civilización en el presente siglo.

El Papa Francisco envió un mensaje a la COP28.  En este documento, así como en la encíclica Laudato Si y en la exhortación apostólica Leudate Deum, el Pontífice confirma la abundante evidencia científica del cambio climático originado por la actividad humana, principalmente por la quema de petróleo, gas y carbón mineral, así como por la deforestación que se da a nivel mundial.

El Papa manifiesta que el cambio climático puede traer consecuencias devastadoras para la sociedad y la naturaleza, si no tomamos medidas mundiales urgentes y drásticas, principalmente “la eliminación de los combustibles fósiles”, el desarrollo de energías limpias, como la solar y la eólica, el aumento de la eficiencia energética y la educación.  Sin embargo, los cambios tecnológicos, por si solos, son insuficientes. Estas medidas deben insertarse en una transformación social profunda, que reduzca la inequidad social, empodere a los pobres y a los más débiles, supere el consumo suntuario, la codicia y la búsqueda de riquezas y ganancias como incentivo principal de la sociedad.  “La ambición por producir y poseer se ha convertido en una obsesión, y ha desembocado en una avidez sin límites, que ha hecho del ambiente objeto de una explotación desenfrenada”, señaló.

La visión utilitaria dominante sobre la naturaleza debe superarse, dando lugar a una cosmovisión de origen cristiano que, reconozca el valor de la persona humana, la conciba como insostenible sin las demás criaturas del concierto de la creación, que debemos cuidar y transmitir intacta a las generaciones venideras. “Todos los seres del universo estamos unidos por lazos indivisibles y conformamos una especie de familia universal, una sublime comunión que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde” (Laudato Si, 89).

La naturaleza no puede concebirse como un objeto a ser apropiado, explotado, degradado o destruido. Al contrario, la creación es un reflejo del amor divino y tiene un valor intrínseco.  “Las distintas criaturas, queridas en su ser propio, reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinita de Dios.” (Laudato Si, 69).

El Papa ha enfatizado en particular la urgente necesidad de detener la devastación de la Amazonía, enfatizando el gran valor de su conservación para la preservación de la vida y la provisión de agua para el planeta. El mensaje enviado a la COP 28 tiene un carácter de urgencia, al recordar a los líderes mundiales la necesidad de un cambio profundo e integral, antes de que sea demasiado tarde, y enfatizar en la necesidad de emprender una política efectiva para la eliminación de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón).  El Papa condena con severidad los discursos vacíos y poco efectivos que han acompañado con frecuencia a varias cumbres internacionales en el pasado reciente.

A nivel mundial es impostergable el cambio de modelo de desarrollo consumista, hedonista, utilitario, monetarizado, contaminante, devastador, despilfarrador… por un modelo de desarrollo humano, incluyente, ecuánime, humilde, cuidador de la naturaleza, amigable con el ambiente, custodio y protector de la vida.

El reconocimiento de los derechos de la naturaleza en la constitución ecuatoriana, y la posición del pueblo a favor de la naturaleza en las consultas recientes del Yasuní y el Chocó andino, son pasos importantes en nuestro país, en una transformación necesaria que coincide con pensamiento del Papa Francisco y lo aplica, promoviendo un cambio necesario y urgente para el Ecuador y el planeta.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

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domingo, 3 de diciembre de 2023

carta No. 213: “Porque tuve hambre…”

 

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Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 213 – 3 de diciembre 2023
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“Porque tuve hambre…”

‘Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron”… El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”(Mt 25, 35,36.40).

El 23 de noviembre asumió la presidencia de Ecuador el Ab. Daniel Noboa, prometiendo reducir la violencia, generando empleo y retomar la ruta del progreso para el país.  El nuevo gobernante ha sido recibido con grandes expectativas y ha logrado una alianza parlamentaria temporal para iniciar su mandato.  Sin embargo, los desafíos son enormes y las alternativas para enfrentarlos lucen esquivas.

¿Está el país en caída libre a un vacío desconocido?  Hay señales claras que indican que por ese sendero transitamos.  Nos hemos empeñado en surcar estos sinuosos caminos sin prever que podemos llegar a un punto sin retorno.  La violencia creciente, la corrupción anquilosada y la profunda crisis económica pueden tornarse insuperables y convertir al Ecuador en un estado fallido.

La realidad social, política, económica, ambiental, cultural es compleja y desafiante, y demanda planes, proyectos y acciones urgentes de gobernados y gobernantes.  El panorama económico es muy difícil, han disminuido los ingresos e incrementado los gastos, la caja fiscal está más limitada para cubrir los sueldos de la burocracia de noviembre y diciembre, sin contar con las obligaciones con los GADs, con el IESS, con los proveedores, el costo de los subsidios a los combustibles, las obligaciones de la deuda, el efecto del fenómeno del Niño, la inseguridad y violencia y la falta de medicinas para la salud pública.

Sin embargo, insistimos en seguir rumbos equivocados, aunque haya oportunidades para superar este trago amargo que estamos bebiendo copiosamente.

Todo es urgente, prioritario, impostergable, todos estos requerimientos exigen fondos para ser atendidos.  El desafío es buscar financiamiento para lograr, medianamente, salir de este atolladero.  El endeudamiento externo es una vía, subir impuestos es otra, cobrar a los grandes deudores del Estado, reducir su tamaño, extirpar la corrupción y la impunidad, administrar los fondos con honestidad y pulcritud, austeridad… hay otras posibilidades que están a disposición pero que demandan la conformación de un equipo estatal, en donde todos los poderes del Estado se alineen y trabajen para encontrar el financiamiento necesario para paliar estas obligaciones inmediatas y, al mismo tiempo, emprender una tarea mancomunada que implique un compromiso ético, político, social, cultural y ambiental que busque estabilizar y equilibrar los ingresos y los gastos que requiere y necesita el país para superar la crisis y proyectarse al futuro.

Ante el llamado del presidente Noboa para romper los viejos esquemas politiqueros y conformar una alianza nacional perdurable para alcanzar el cambio que requiere el país con urgencia, los asambleístas deben deponer sus agendas partidarias y, de una vez por todas, abrir sus puertas a las peticiones del pueblo, y legislar atendiendo las múltiples demandas de ese Ecuador profundo que implora y exige cambios radicales orientados a dignificar su vida y cotidianidad.

Hay muchas personas que tienen hambre, que tienen sed, que están enfermas, que están migrando, que requieren solidaridad, que carecen de todo y cotidianamente viven abandonados a su suerte, lejos de toda posibilidad de vivir con dignidad, de encontrar trabajo, de educarse, de tener atención médica y comprar sus medicinas.  Son esos rostros marcados por la desesperanza, la angustia, la desesperación que gritan silenciosamente y reclaman sin voz ser atendidos y valorados.

Diciembre abre los corazones de todos e invita a compartir lo que somos y tenemos; es tiempo propicio para reflexionar, para enmendar errores, para salir al encuentro del otro, para poner en primer plano a los más pobres y vulnerables.  Podemos y debemos trabajar sin descanso, convirtiendo la atención a los más necesitados en una política de Estado.  ·  #ComuniquemosEsperanza


Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.