Gracias al Dios de la vida porque en
este año en medio de un profundo dolor hemos encontrado signos de
esperanza.
Mauricio López
Ante el dolor y ante la muerte las
personas tienen dos alternativas: quedarse en el sentimiento de
pérdida, de sin sentido, de fracaso, y permanecer ahí dejando que
la vida pase o reconocer de esa misma situación la invitación y
la posibilidad de encontrar la vida. La vida que siempre está
detrás de todo acontecimiento, la esperanza que yace por debajo de
cualquier situación no importa lo dolorosa que ésta sea.
A un año del terremoto tan, tan
doloroso que afectó a nuestro país nos estamos enfrentando
también hacia esa misma pregunta, ha pasado un año y es natural
que vengan a nuestra memoria y a nuestro corazón, sobre todo a los
que lo perdieron todo, los que perdieron seres queridos, los
recuerdos también del sinsentido de la pérdida.