Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 247– 28 de julio 2024
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¡Crecer en humanidad y como humanidad!
“Estamos llamados a crecer juntos, en humanidad y como
humanidad. El reto que tenemos ante nosotros es dar un salto cualitativo para
estar a la altura de una sociedad compleja, multiétnica, pluralista,
multirreligiosa y multicultural. Nos corresponde cuestionarnos sobre el
desarrollo teórico y el uso práctico de estos nuevos instrumentos de
comunicación y conocimiento. Grandes posibilidades de bien acompañan al riesgo
de que todo se transforme en un cálculo abstracto, que reduzca las personas a
meros datos, el pensamiento a un esquema, la experiencia a un caso, el bien a
un beneficio, y sobre todo que acabemos negando la unicidad de cada persona y
de su historia, disolviendo la concreción de la realidad en una serie de
estadísticas” (Papa Francisco).
La Conferencia
Episcopal Ecuatoriana en Opciones Pastorales 25, dice: “Los recursos
persuasivos y altamente tecnificados de la publicidad infunden una escala de
valores desenfocada exaltando costumbres estrechamente ligadas a la sociedad de
consumo, individualismo narcisista, falso concepto de personalidad, liberación
por el poder del dinero, mal entendida libertad sexual e instrumentalización de
la imagen de la mujer”. Actualmente vivimos en medio de esta realidad, muchas
veces sin darnos cuenta.
Comunicar la
verdad desde la cercanía a la realidad en que vive el pueblo, con sus penas y
alegrías, con sus frustraciones y esperanzas, para construir una renovada
sociedad con responsabilidad histórica y visión esperanzadora de futuro, es
tarea ineludible de la humanidad en el mundo de hoy. La tarea de comunicadores
y quienes consumimos medios de comunicación es buscar la verdad, porque en la
verdad y en la caridad encontraremos el camino que nos liberará y nos permitirá
encontrar la paz, la justicia y la solidaridad.
En esa búsqueda
permanente de la verdad, debemos auscultar diversas fuentes, que nos permita
romper con el pensamiento único o con una supuesta verdad que mutila la
realidad para parecer lo que no es en función de intereses ocultos del poder.
Una tarea nada fácil porque nos corresponde navegar por un océano de
información y desinformación, en donde fácilmente podemos extraviarnos y
convertirnos en náufragos que nos movemos de acuerdo con el vaivén de las olas
informativas, desconociendo de dónde viene y a dónde quieren ir y llevarnos,
vacíos de criterios y fundamentos para discernir y tomar una posición que
responda a la realidad.
Estamos inmersos,
hasta sin darnos cuenta, en una gran revolución digital que es contradictoria,
que nos puede hacer más libres porque tenemos acceso a infinidad de
información, pero si nos dejamos seducir y atrapar por los fenómenos
mediáticos, por esa cámara de eco, por los fake news, por las post-verdades,
podemos sumergirnos en un pantano de supuestos que afectan a nuestro
pensamiento crítico, a nuestra humanidad.
Los medios de
comunicación tradicionales se han ampliado con las redes sociales y la
inteligencia artificial. Hay un cambio de fondo, ahora nosotros y nuestros
datos son la mercancía, los big-data son comercializados en el mercado de los
grandes poderes. “La representación de la realidad en macrodatos implica, de
hecho, una pérdida sustancial de la verdad de las cosas, que dificulta la
comunicación interpersonal y amenaza con dañar nuestra propia humanidad. La
información no puede separarse de la relación existencial: implica el cuerpo,
el estar en la realidad; exige poner en relación no sólo datos, sino también
las experiencias; exige el rostro, la mirada y la compasión más que el
intercambio… El uso de la inteligencia artificial podrá contribuir positivamente
en el campo de la comunicación si no anula el papel del periodismo sobre el
terreno, sino que, por el contrario, lo respalda; si aumenta la profesionalidad
de la comunicación, responsabilizando a cada comunicador; si devuelve a cada
ser humano el papel de sujeto, con capacidad crítica, respecto de la misma
comunicación” (Papa Francisco).
El riesgo se
acentúa en tiempos electorales. El marketing suplanta y maquilla la realidad:
el dolor, el desempleo, la violencia, la inseguridad, la falta de vivienda, la
migración forzada. Realidades manipuladas por los candidatos que, con mensajes
de seducción y ofertas sin fundamento, que luego son olvidados en el ejercicio
del poder, buscan llegar a cada elector para conquistar el voto. Por eso, para
evitar ser engañados, es urgente regresar a la comunidad, empezando por la
familia, el barrio, la parroquia, para buscar la verdad, analizar la realidad,
sacar conclusiones y tejer redes de reflexión, pensamiento crítico, cumplir el
mandato evangélico: “sed mansos como palomas, y astutos como serpientes”. #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la
fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.