Con los ojos fijos en El
en la realidad y la fe
en la realidad y la fe
carta No. 13
junio 2018
---------------------------------
Hacia un nuevo modelo de Iglesia
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana en comunicado
de Prensa, hace algunos días, se pronuncia en relación al abuso de menores en
los siguientes términos: “Rechazo a toda forma de abuso físico, psicológico y
sexual contra menores”, en cualquier campo: familiar o institucional y se
compromete a tomar “medidas preventivas” contra este flagelo. Expone, además, el proceso que la Iglesia
aplica, según el Derecho Canónico a los implicados y reitera su compromiso con
los más desprotegidos.
La pederastia en la Iglesia, es un tema que lo
hemos discernido, desde nuestro ser de laicos y laicas con dolor y esperanza,
teniendo presente las palabras de Pablo: “donde abundó el pecado, sobreabundó
la gracia” Rom. 5, 20.
Adicionalmente, en los últimos tiempos, ha sido
dolorosamente lamentable la noticia de innumerables casos de abuso sexual a
menores por otros agentes y sujetos sociales en el mundo entero y en nuestro
país, en particular, realidad cruel que indica la descomposición de ciertos
segmentos de la sociedad que hacen daño a los débiles.
Es innegable la postura de los dos últimos Papas,
Benedicto XVI y Francisco, al sostener el ‘cero tolerancia’ frente a estos
execrables hechos de determinados sacerdotes que atentan contra la dignidad
humana, causando un daño profundo e irreparable en sus víctimas y en
innumerables personas que se escandalizan con este mal proceder.
Esta realidad nos conmueve y nos lleva a pensar
que necesitamos una reflexión más profunda al interior de la Iglesia, tanto de
la Jerarquía, como de los laicos y laicas, que formamos el Pueblo de Dios. Nos urge, “Volver a la fuente y recuperar la frescura
original del Evangelio, donde brotan nuevos caminos, métodos creativos, formas
de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado
para el mundo actual” (Evangelii Gaudium, 11).
Es un desafío para nuestra Iglesia hacer una pausa
de conversión para renovar sus estructuras, como dice el papa Francisco “una
conversión pastoral misionera” que incremente “la fidelidad a su vocación”. Este acto de humildad y de coraje hará
posible una transformación eclesial para iluminar un mundo afectado por
innumerables conflictos que va perdiendo credibilidad en las instituciones,
incluida la Iglesia.
Consideramos que los ‘signos de los tiempos’
exigen un nuevo modelo de Iglesia: profética, dialogante, que escuche y
oriente, con puertas abiertas, de salida, cercana a su ‘rebaño’, con una
estructura pastoral, que tenga presente que ella no es el fin, sino el camino
para trabajar por el Reino de Dios, que es el proyecto de Jesús y que para ello
necesita de un laicado evangelizado que sea su apoyo.
Ante esto, observamos algunos problemas que
dificultan este proceso:
-
La excesiva clericalización que nos conduce a tener un
concepto deformado de Iglesia.
-
Una estructura piramidal que no incluye a laicas y laicos
como compañeros de camino, con voz propia.
-
La existencia de 13 Seminarios, en el Ecuador, que
constituyen cantidad y no calidad.
-
La insuficiente preparación de los formadores de los
nuevos sacerdotes.
-
En definitiva, la formación de los seminaristas no
responde a las necesidades del pueblo, son más ‘funcionarios administrativos’
que pastores.
-
La preparación para el mundo de hoy, debe enmarcarse en
criterios comunitarios, creando climas acogedores de escucha y acompañamiento.
-
La selección de candidatos al sacerdocio debería ser más
exigente, mirando entre otros parámetros, su vocación de servicio,
especialmente a los excluidos que son los privilegiados del Reino.
La dinámica misionera evitará la instalación y la
acedia egoísta de la que habla el Papa (EG, 81).
Los laicos y laicas tenemos también
responsabilidades propias que nos lleva a interrogarnos, entre otras las
siguientes preguntas:
-
¿Discernimos nuestra realidad a la luz del Evangelio?
-
¿Cuál es nuestro aporte para que la Iglesia sea más
abierta y fraterna, impulse el cambio y se encarne en nuestra realidad?
-
¿Cómo ayudamos para que la Iglesia toda, sea fiel a
Cristo y al proyecto del Reino?
He aquí una tarea conjunta de todos los que somos
Iglesia.
Observatorio Eclesial – Relatora: Martha Mora
Con los ojos fijos en El,
en la realidad y la fe es
una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de los
Observatorios de Política y Eclesial, que reúnen periódicamente a los miembros
de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de
estas cartas.