Con los ojos fijos en
Él
en la realidad y la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 86 – 27 de junio 2021
------------------------------------------------
Vacuna, responsabilidad social y
reactivación económica
“Creo que
éticamente todo el mundo debería vacunarse.
Es una opción ética, porque te juegas tu salud, tu vida, pero también te
juegas la vida de los demás”. Papa Francisco, enero 2021
Según las noticias
el proceso de vacunación registra un porcentaje de ausentismo de alrededor del
30%, y ante la crisis sanitaria por efectos del covid 19, la vacuna
aparece como una solución real e inmediata. Pfizer, AstraZeneca, Sinovac y
otras vacunas son la manera más segura de generar protección, al garantizar un
alto grado de inmunidad, que a criterio de científicos y médicos
especializados, evita enfermarse gravemente, el ingreso a los hospitales y la
muerte.
Rechazar el proceso de inoculación de la vacuna, que tanto esfuerzo ha costado al mundo científico para producirla y al país para obtenerla por los enormes esfuerzos financieros, demanda una respuesta positiva y masiva de la ciudadanía.
“El mundo entero
viene enfrentando desde hace más de un año una gran crisis, ocasionada por la
pandemia del covid 19, la misma que ha causado dolor, lágrimas, muertes
y sufrimiento. Pudiéramos decir que no
hay familia que no haya sufrido en carne propia los efectos de este mortal
virus”, expresó la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. En ese contexto,
resistirse a la vacuna es un acto de irresponsabilidad para con uno mismo, con
la familia y con la sociedad entera. No hay motivo válido para negarse a la
vacuna, lo que si hay son inventos absurdos, supuestos infundados, mentiras,
noticias falsas que causan zozobra y confusión sin contenido ecuánime ni
sustentable.
Vacunarse
conlleva, además, un compromiso con la economía del país, su reactivación está
sujeta a que se retome una cierta normalidad, donde el Estado, la empresa y las
personas, regresen a sus actividades cotidianas, produciendo y generando oferta
de bienes y servicios, renta y demanda, elementos que configuran un ciclo
económico virtuoso que permite mejorar el empleo y el consumo de las familias,
tan venido a menos en este tiempo de pandemia.
En lo económico,
no vacunarse significa condenar a la miseria, la desnutrición, el delito y la
violencia a muchos hermanos ecuatorianos que necesitan, con urgencia, reactivar
su economía. Y qué decir de las consecuencias sociales y sicológicas producto
del encierro y las restricciones, que están afectando gravemente a cientos de
miles de personas, ante lo cual la vacuna ofrece una alternativa de
reincorporación a cierta normalidad.
Informarnos a
través de canales oficiales y especializados, debe ser un compromiso de todos
los ciudadanos para desechar aparentes verdades. La vacuna nos ofrece una luz
de esperanza y de salida a esta crisis que lleva ya quince meses de tragedia
para la humanidad, con casi 200 millones de contagiados y la pérdida de cerca
de 4 millones de vidas.
Si exigimos derechos, cumplir
nuestros deberes es una obligación. En este momento histórico, debemos colaborar
con los esfuerzos del gobierno y las autoridades sanitarias para superar la
pandemia, la crisis económica y social. Vacunémonos cuando nos corresponde
según el calendario establecido, sin miedo ni temor. Vacunarse es apostar por una vida digna y
científicamente respaldada. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de
la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de
los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas,
a través de estas cartas.