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sábado, 21 de octubre de 2023

carta No. 207: Pastor con Olor a Oveja

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 207 – 22 octubre 2023
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Pastor con Olor a Oveja

“El buen pastor cuida de las ovejas, las conoce, las llama por su nombre, las defiende, está dispuesto a dar la vida por ellas” cfr Sn Juan 10, 1-16.

 

“Los pastores tienen que oler a oveja, a campo, a caminata junto al rebaño”. Papa Francisco, 2013.

Es el primero de diez hijos del hogar formado por Miguel Herrera Quintana y Carmen Heredia Olivo, nace hace 90 años, el 23 de octubre de 1933 en Pujilí.  Un niño alegre, recibe abundante cariño familiar, en las tareas del campo aprende a trabajar con sus padres.

Antes de los seis años, ingresa a la escuela en Pujilí, luego ingresa al Seminario Menor en Quito, sigue en el Mayor, donde ratificó su vocación para el sacerdocio.  A los 24 años se ordena sacerdote, 66 años después, mantiene viva la misma ilusión y entrega al Señor.

En varias parroquias desempeña su ministerio, luego viaja a Roma a estudiar en la Universidad Gregoriana.  A su regreso al Ecuador es Vicario General de la diócesis de Latacunga, Rector del Seminario de Quito, profesor de la Universidad Católica, perito del CELAM y secretario adjunto de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana - CEE.  El 12 de enero de 1982 san Juan Pablo II lo nombra Obispo de Machala.

"Escogido de entre los hombres para servir a los hombres" reza su Escudo Episcopal y lo vive todos los días con un servicio a plenitud.  A sus ojos todas las personas son iguales, no cuenta la clase social, el dinero o la casa en donde viven.  Son sus amigos pobres y ricos, negros y blancos, pequeños y grandes y a todos los trata por igual, se sienta en sus mesas y comparte su comida.  Es el mismo cuando viste su sotana, lleva su camisa guayabera o camina por el lodo del suburbio y los campos.

Hace amigos a cada paso, no se olvida de ninguno, recuerda a sus compañeros de escuela con mucha claridad: aquellos catequistas que trabajaron con él cuando tenía 25 años, de los amigos que están cerca y los distantes, de su familia, de los vecinos y amigos de Pujilí.

Su entrega a la Diócesis de El Oro fue total, la recorrió por todos los rincones, la sirvió con todas sus fuerzas para hacer de la provincia una auténtica comunidad de fe y de amor.  Su despacho estaba donde requerían de su presencia, con la Palabra hecha carne, trataba de cubrir las necesidades de la gente más sencilla.  Todas las ciudades y recintos eran su ruta frecuente, dominaba sus caminos y todos eran sus amigos.

Para fortalecer la evangelización y el desarrollo de los sectores más desprotegidos, constituyó Radio Católica de Machala, una red de dispensarios médicos, laboratorios y boticas comunitarias y con el apoyo de Probana construyó el Hospital Esperanza.  Apoyó la perforación de pozos para agua potable.  Reconstruyó la catedral de Machala y una hospedería.  Muchas fueron las obras por las que trabajó sin descanso.

Fue presidente del departamento de Catequesis, delegado a los sínodos episcopales para la formación sacerdotal y la Iglesia en América, delegado de la CEE al CELAM.  El 5 de abril del 2005, fue elegido presidente de la CEE hasta el 2008, labor que realizó con esmero y responsabilidad, favoreciendo siempre los intereses de los sin voz, con énfasis en la defensa de los derechos humanos.

El 1 de mayo del 2010 dejó Machala por límite de edad.  Sigue activo, trabajando incansablemente por la iglesia y la sociedad en la práctica de su Ministerio, como delegado de la Conferencia Episcopal a la Comisión ecuatoriana de Justicia y Paz, como presidente del Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio y como director del Movimiento Juan XXIII.

Ha contribuido a la reflexión teológico-pastoral sobre la Iglesia, las personas y la comunidad, con la publicación de los libros: “El Ministerio Eclesiástico, como servicio en la Teología Postconciliar”, “Ministerio y Ministros en la Iglesia”.  Colaboró en la preparación de “Opciones Pastorales”, documento del episcopado para la aplicación en Ecuador de la Tercera Conferencia del CELAM realizada en Puebla.

Su vida es un referente de trabajo, honestidad, responsabilidad y entrega al Evangelio y a la sociedad.  Es Néstor Rafael Herrera Heredia.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas..

sábado, 14 de octubre de 2023

carta No. 206: Elegir es decidir

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 206 – 15 octubre 2023
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Elegir es decidir

 “En la prisa de la vida hay que tener la valentía de detenerse y elegir…  «Hoy, en el momento en que nos detengamos para pensar en estas cosas y tomar decisiones, elegir algo, sepamos que el Señor está con nosotros, está a nuestro lado, para ayudarnos.   Nunca nos deja caminar solos. Está siempre con nosotros.  Incluso en el momento de la elección»”  Papa Francisco. 

Hemos repetido insistentemente que frente a las elecciones debemos informarnos muy bien para tener los elementos que permitan tomar la mejor decisión, más aún si escogeremos a quien dirigirá los destinos del país y que tiene como reto sacarle de una situación extremadamente compleja y delicada. Al consignar el voto decidimos el futuro que queremos y anhelamos para el país y nuestra familia, hijos, nietos, amigos…  El voto tiene mucha connotación y poder en nuestro presente y devenir.  Elegir es decidir.

Al decidir el voto optamos por una ventana abierta al futuro.  Es la afirmación de una esperanza porfiada en días mejores, es una manifestación de confianza en la propuesta del candidato que en nuestra simpatía dirigirá los cambios que requerimos, es la selección de un camino que queremos recorrer liderados por alguien que, según nosotros, tiene un itinerario claro, contundente y certero para enfrentar y solucionar esta crisis integral y profunda.

Este balotaje se da en un ambiente más polarizado, en medio de la incompetencia gubernamental sin un plan ni estrategias para enfrentar la violencia, dentro de una crisis sistémica que nos afecta directa e indirectamente, con manifestaciones de desinstitucionalización mayúsculas que ponen en riesgo la continuidad del Estado, que muchas veces dan la sensación de vivir en una anomía, en una sociedad que se mueve por inercia, desorganizadamente, sin normas sociales y en la que cada quien trata de pescar a río revuelto.

En este contexto, nuestro voto es, quizá, el último recurso que tenemos como pueblo para vencer el miedo, reclamar seguridad, exigir mejores condiciones de vida, rechazar la corrupción e impunidad, demandar cambios drásticos y urgentes ante tanta desidia, censurar tanta politiquería barata y desacreditada, anhelar un país con instituciones sólidas, confiables, respetables, creíbles, incólumes, honestas, probas que garanticen el buen funcionamiento del andamiaje estatal.  Todo esto nos exige votar por los mejores candidatos, pues está en juego el bien y el futuro de nuestra Patria.

El Consejo Nacional Electoral tiene una responsabilidad superlativa: respetar y garantizar la transparencia del proceso para que no haya ninguna duda y los operadores políticos y ciudadanos aceptemos los resultados sin ninguna objeción. 

Luego de estas elecciones, pensemos hacia adelante para vencer la incertidumbre, buscar la unidad, generar acuerdos mínimos que permitan gobernar en función de país, mirar la realidad con “ojos de Ecuador” para dejar a un lado los intereses personales y de grupo y poner por delante los logros nacionales.  Hay una tarea emergente, urgente y permanente: encontrar las ideas fuerza que permitan determinar dos o tres objetivos nacionales para, de manera conjunta, trabajarlos el sector privado y público con el fin de vencer la postración y el descalabro en que vivimos.  Nadie se queda fuera ni se excluye.

Estos momentos aciagos son grandes oportunidades para descubrir y encontrar senderos que nos abran nuevos rumbos, en donde todos participemos activamente, cumpliendo nuestras responsabilidades y exigiendo nuestros derechos, participando y creando nuevas oportunidades, innovando y recreando una sociedad más justa, más pacífica y más humana, cumpliendo y haciendo cumplir la Constitución y las leyes, siendo “buenos cristianos y honrados ciudadanos”.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

domingo, 8 de octubre de 2023

carta No.205: La Economía que Ecuador necesita

 

 Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 205 – 8 octubre 2023
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La Economía que Ecuador necesita

Es necesaria una economía que da vida y no mata, incluye y no excluye, humaniza y no deshumaniza, cuida la creación y no la explota”. Papa Francisco, 2019. “Somos más libres cuando todos pueden aspirar a su propia felicidad. Tenemos que tener economías que funcionen para todos los ciudadanos, no solo para los que están en lo alto”. Barack Obama.

La elección presidencial lleva a pensar en una economía ideal donde todos los ecuatorianos o al menos la mayoría tengamos acceso a bienes y servicios que nos permitan vivir con dignidad. Que la salud, la educación y la vivienda sean garantizadas por el Estado, igual que las oportunidades de empleo, para que podamos financiar nuestras necesidades y gozar de una vida decente.

Lamentablemente la realidad es completamente diferente: el desempleo (4,5% urbano), el subempleo (60%), la falta de ingresos estatales para cubrir necesidades de la sociedad -cinco mil millones de dólares de déficit en 2023-, la disminución de exportaciones petroleras, etc., son indicadores que impiden llegar a esa economía ideal, que no pasa de ser un sueño sin un final feliz.

En ese contexto, las elecciones son una esperanza, aferrados a la idea de lograr un estatus acorde a avances científicos y tecnológicos actuales. A veces creemos en los discursos y ofertas que los candidatos realizan, incluso damos por ciertas promesas que son irrealizables, utópicas. Son mentiras y estrategias que utilizan para llegar al poder. La realidad nos demostrará que es posible que no haya progreso y desarrollo sino todo lo contrario.

En el debate los dos candidatos ofrecieron mantener la dolarización, incrementar el empleo, recuperar la seguridad, conseguir mayor inversión, recobrar la institucionalidad, disminuir la corrupción, conceder créditos productivos baratos, mejorar la salud y la educación…, hicieron estas promesas al pueblo, sin embargo, omitieron decir cómo harán posibles tales ofrecimientos. Al no decirlo, todo puede quedar en palabras y discursos bonitos.

La situación es muy complicada. En crisis profundas, como la que atraviesa actualmente el Ecuador, se requiere un manejo técnico y no solo político de la economía, con la férrea convicción de servicio por parte de los gobernantes, del concurso y esfuerzo para el bien común de los diferentes actores económicos: gobierno, empresas, población.

¿Qué se debe hacer? Señalamos algunos aspectos a manera de ejemplo:

Mantener la dolarización no depende solo de las buenas intenciones o de firmar decretos. Continuar con el dólar implica generar suficientes dólares, incrementando la producción y las exportaciones; para qué equilibrar la demanda monetaria, si no hay el suficiente flujo de entrada, esto afectaría seriamente la circulación de dólares, tan necesarios en la economía. Debemos agradecer las remesas que, permanentemente, envían nuestros emigrantes, sin ellos nuestra situación sería aún más grave.

El empleo es un problema estructural y crónico. Su recuperación depende de la inversión que exista, sin embargo, la inseguridad nacional, la falta de confianza de los inversionistas, la mala imagen nacional en el exterior, son factores que impiden el ingreso de capitales productivos, que son los generadores directos de empleo.  Aunque el Estado, a través de algunas políticas, puede ayudar a crear trabajo, sin embargo, es imprescindible la iniciativa privada de las empresas y de la economía popular y solidaria.

Recuperar la seguridad y disminuir la corrupción es difícil en el corto plazo, requieren decisión política de los diferentes poderes del Estado, alianzas internacionales para combatir el crimen organizado, ingentes recursos humanos y financieros.

Concesión de créditos productivos baratos, ¿cómo y de dónde? La situación fiscal es tan crítica que los ingresos permanentes no alcanzan a financiar los gastos corrientes. La recurrencia al financiamiento internacional es en estas circunstancias extremadamente oneroso, de conseguirlo, las tasas estarían en alrededor del 20%, situación imposible de sostener con los actuales niveles de liquidez.

¿Hay esperanza? SÍ, si los escasos recursos disponibles se utilizan de forma honrada, adecuada, austera y responsable, ejecutando inversiones necesarias sin caer en derroches estériles y con prioridades claramente establecidas que beneficien a las grandes mayorías del Ecuador. · #ComuniquemosEsperanza