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domingo, 29 de agosto de 2021

Carta No. 95: Nueva Normalidad… ¡Normalidad Nueva!

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 95 – 29 de agosto 2021

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Nueva Normalidad…

¡Normalidad Nueva!

"«Una emergencia como la del covid-19 es derrotada en primer lugar con los anticuerpos de la solidaridad».  Lección que romperá todo el fatalismo en el que nos habíamos inmerso y permitirá volver a sentirnos artífices y protagonistas de una historia común y, así, responder mancomunadamente a tantos males que aquejan a millones de hermanos alrededor del mundo".  (Un plan para resucitar, Papa Francisco, abril 2020).

La pandemia del Covid cambió la humanidad. Algo inexplicable y nuevo pasó, estuvimos "encerrados", el miedo se apropió y ni autoridades ni científicos acertaban a actuar… meses muy complejos y llenos de incertidumbre. Los investigadores continuaron estudiando al virus y decodificando su comportamiento, formas de transmisión, síntomas, tratamiento e iniciar un trabajo maratónico para desarrollar la vacuna.

Las claves para evitar el contagio se concretaron en el uso de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento físico: ¡el triángulo de la vida! y se convirtió en la esperanza para salvar al mundo y en un llamado para vacunarse. Cerca del 45% de los ecuatorianos ya se han vacunado con las dos dosis.

Después de 18 meses del inicio de la cuarentena, se habla de "regresar a la normalidad", de reactivación económica, de retomar las labores cotidianas, de volver a clases…, se siente el movimiento en las calles, parques, plazas, centros comerciales, en los encuentros familiares y sociales… todo vuelve a ser cotidiano.  Si bien el sistema de salud pasa por un momento de 'respiro' al menorar el número de hospitalizados, no dejan de atender a personas contagiadas, ahora más jóvenes o por alguna de las nuevas y agresivas variantes del covid-19.

¡No debemos bajar la guardia!  Aún en Ecuador el uso de la mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento físico junto con la vacuna, son una obligación.  Son las armas y escudo con que enfrentamos y combatimos los nuevos tiempos.

En septiembre, en forma progresiva, retornarán a clases presenciales y semipresenciales: 112 269 estudiantes de 1533 instituciones, en Sierra-Amazonía.  Ya son 2691 instituciones educativas que tienen sus Planes Institucionales de Continuidad Educativa (PICE) aprobados.

Enviar a nuestros hijos e hijas a clases presenciales genera alguna inseguridad y miedo…, ¿cómo se comportarán? ¿se contagiarán? y si es el caso ¿qué hacer? ¿cómo será el transporte? ¿cómo utilizarán la mascarilla y el alcohol?  Hay más dudas que certezas.  La recomendación es el diálogo familiar… si bien existen dudas, temores, angustias, a la vez hay esperanza y confianza en el nuevo tiempo de regreso a clases.

Es muy importante activar el "COE familiar" que planifique, diseñe e implemente todas las medidas de bioseguridad alrededor del regreso a clases. Una tarea conjunta y coordinada entre padres de familia, estudiantes, docentes, transportistas y autoridades de salud que trabajen en un "COE estudiantil" para prever todos los escenarios posibles y preparen las acciones pertinentes, orientadas a brindar seguridad personal y colectiva a los miles de estudiantes que regresan a clases.  Tarea titánica pero necesaria y urgente para garantizar la salud y el bienestar de la comunidad educativa.

"No se acuerden de las cosas pasadas, no piensen en las cosas antiguas.  Miran, voy a hacer algo nuevo, ya está brotando, ¿no lo notan? Trazaré un camino en el desierto, rutas en la llanura" (Is 43, 18-19).  Es esta "nueva normalidad" que nos invita a vencer el miedo, a guardar y cumplir con todas las normas de bioseguridad, a estar unidos y atentos, a cuidarnos y protegernos personal y colectivamente para enfrentar y vencer al covid 19.  ·  #ComuniquemosEsperanza

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Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

domingo, 22 de agosto de 2021

Carta No. 94: Los subsidios: ¿a quiénes y por qué?

 Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 94 – 22 de agosto 2021

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Los subsidios: ¿a quiénes y por qué?

La solidaridad expresa de buena forma el vínculo entre la sociedad y el individuo.  Es una acción decidida que prioriza el bien común por sobre el bien individual".  (Mons. Fernando Chomali, "El rol del Estado: el principio de subsidiariedad", junio 2020)

La subsidiariedad es uno de los principios característicos de la Doctrina Social de la Iglesia y que fue presentado en la Encíclica Rerum novarum (1891).  Su formulación ha estado presente en referencia a la vida de la comunidad en cuanto a lo social, político o económico. La subsidiariedad es un principio de ética social que sistematiza la relación entre las personas, entre ellas y la sociedad en general, con el Estado en sus distintos niveles, y aún en la dimensión internacional.

Desde lo económico, un subsidio es una ayuda monetaria que recibe una persona o entidad de parte del Estado a efecto de compensar carencias o inequidades en sus ingresos. En el país tenemos algunos subsidios, entre ellos el de Desarrollo Humano o aquellos aplicables a la tarifa eléctrica, a los combustibles, al gas doméstico, entre otros.

El subsidio a los combustibles es el más conocido y polémico, y el que más conflicto ha generado, pues su eliminación ocasiona la subida del costo de la gasolina y el diésel. El Ecuador, en los últimos 10 años, anualmente ha gastado alrededor de 3 mil millones de dólares en este subsidio, lo que representa el 3% de PIB, el 22% de las exportaciones de petróleo y el 17% del Presupuesto General del Estado.

La severa crisis fiscal, la obligada derogatoria del decreto ejecutivo 883 que eliminaba los subsidios a los combustibles (octubre 2019) y las sugerencias del FMI para la firma del acuerdo de financiamiento, llevaron al gobierno anterior a fijar el precio de los combustibles mediante el sistema de bandas (mayo 2020), que regula los precios de los derivados de acuerdo a los costos internacionales del petróleo.

Técnicamente es favorable que la comercialización se dé a precios reales, pues evita el contrabando, impide que se beneficien los grupos sociales y económicos de mayores ingresos (transportistas, industriales, extranjeros) y permite reorientar esos recursos hacia los sectores más necesitados. Sin embargo, socialmente el tema es muy sensible, tanto que en nombre del pueblo, surgen discursos radicalmente opuestos a la eliminación de este subsidio, con lo que favorecen a la injusta distribución de los recursos del Estado y paradójicamente perjudican al pueblo que dicen representar y defender.

Sobre el tema, el Gobierno sostiene que el sistema de bandas de precios de los combustibles debe continuar; e invita al diálogo a la Conaie, para buscar acuerdos y reorientar esos fondos en beneficio de quienes más lo precisan.

Si bien la oposición y resistencia son derechos constitucionales, existe una actitud cultural negativa basada, muchas veces, en el desconocimiento y la arrogancia que conducen al grito y la confrontación, acciones lejanas a la subsidiaridad y solidaridad. La búsqueda de réditos políticos o económicos no cede y como casi siempre el Ecuador pierde, y más aún quienes carecen de oportunidades de educación, empleo, salud, de una vida digna. Subsidios sí, pero para quienes más necesitan pues están en clara desventaja y sumidos en la extrema pobreza.

Asumamos corresponsablemente el futuro del país, superemos la confrontación dañina. Despojémonos de intereses grupales, económicos, partidistas, raciales y demos paso a un proceso democrático de reflexión y trabajo conjunto que lleve a construir justicia y gobernabilidad, en paz.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

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domingo, 15 de agosto de 2021

Carta No. 93: "La educación es un acto de esperanza"

 

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 93 – 15 de agosto 2021
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"La educación es un acto de esperanza"

Más de mil millones de niños han enfrentado interrupciones en su educación.  Cientos de millones de niños se han quedado atrás en las oportunidades de desarrollo social y cognitivo.  Y en muchos lugares, las crisis biológica, psíquica y económica han empeorado mucho por las crisis políticas y sociales aparejadas”.  Papa Francisco, diciembre 2020.

El surgimiento del modelo de formación técnica está asociado a la fundación de las Escuelas Nacionales de Artes y Oficios, a mediados del siglo XIX y comienzos del XX, destinadas para la instrucción básica y capacitación en carpintería, herrería, hojalatería, talabartería, plomería, encuadernación, tejidos o vestuario; así como a la enseñanza técnica de profesiones modernas, asociadas al incipiente desarrollo industrial de esos años, que incluía mecánica, tipografía o litografía.

Este modelo, iniciado el siglo XVI y mantenido por algunas comunidades religiosas hasta la actualidad, fue asumido por el Estado en algunos colegios, en los que además de humanidades se implementó el bachillerato técnico en mecánica industrial, electricidad y artes gráficas, entre otras, con lo que muchos jóvenes adquirieron conocimientos que les permitía trabajar y obtener los ingresos necesarios para financiar sus estudios superiores, si decidían avanzar en el mundo profesional.

Adicionalmente la existencia de los 'Normales', de los colegios agropecuarios y de contabilidad, completaban la formación en profesiones intermedias que satisfacían las necesidades de trabajo especializado para el siglo XX. Para los sectores populares, con bajos ingresos y deficiente escolarización, sumado a problemas derivados del crecimiento de las ciudades y la vida urbana, esta educación se constituyó en una alternativa que les capacitaba para trabajar de manera eficiente y útil para la sociedad.

Las grandes reformas educativas están asociadas a periodos de crecimiento y bonanza económica, mientras que, en situaciones de crisis, un conjunto de programas formativos locales operan como mecanismos para reducir los efectos negativos de tales coyunturas. Las reformas educativas realizadas en el gobierno de Correa implementaron el bachillerato general unificado que afectó a la educación técnica y encaminó a los graduados, previo un examen de ingreso -que no todos aprobaban- hacía la universidad en busca de un título profesional.

El Plan Nacional de Educación y Formación Técnico Profesional, iniciativa gubernamental que pretende mejorar la competitividad y la educación técnica en el país, brindará oportunidades para la vinculación laboral temprana, orientación vocacional y desarrollará el talento juvenil. Este Plan, según el gobierno, beneficiará anualmente a 283 mil estudiantes de bachillerato técnico y 114 mil de carreras técnicas de educación superior.

Esperamos que los perfiles profesionales, las mallas curriculares, la pedagogía, los profesores…, tengan la suficiencia técnica y competencia académica que les permita a estos jóvenes incorporarse a una estrategia nacional de desarrollo y que con su preparación estén listos para trabajar con la eficiencia y la responsabilidad que les permita hacer realidad sus proyectos de vida.

Anhelamos que este Plan se cumpla y revalorice la educación técnica para que deje de ser considerada "la oferta pobre del sistema educativo" y se convierta en un aporte fundamental para superar la crisis económica y social en la que está inmerso el país. "Con la ayuda de los jóvenes y de su espíritu innovador, podemos realizar el sueño de un mundo en donde el pan, el agua, las medicinas y el trabajo fluyan en abundancia…", escribió el Papa Francisco hace poco por el Día Internacional de la Juventud.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

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domingo, 8 de agosto de 2021

Carta No. 92: “La vida merece vivirse”

 

 

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Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 92 – 8 de agosto 2021
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“La vida merece vivirse”

“La vida, que a veces parece el más grande de todos los dones, y en otras, el más pesado y triste de todos; La vida, que se introduce con un grito y se despide con un gemido; La vida, aquello que más conocemos y que menos conocemos”. Mons. Fulton Sheen, "La vida merece vivirse", 1954.

Un concepto cristiano fundamental es que la vida solo está en manos de Dios y no en las manos de cualquier persona. Reflexión oportuna ante la crisis de valores que experimenta el mundo, en medio de los cuales la vida pierde cada día importancia. Da la impresión de que "la vida no vale nada". Inclusive se olvida el mandato constitucional que garantiza el “derecho a la inviolabilidad de la vida. No habrá pena de muerte”, en el artículo 66, numeral 1, que se complementa con el artículo 45, que expresa que “Las niñas, niños y adolescentes gozarán de los derechos comunes del ser humano, además de los específicos de su edad. El Estado reconocerá y garantizará la vida, incluido el cuidado y protección desde la concepción”.

En realidad, la vida de las personas está permanentemente amenazada, ya sea por violencias físicas, sicológicas, económicas, laborales, culturales, religiosas…, que les someten a vivir con miedo y zozobra de sufrir cualquier agresión, asalto o inclusive ser asesinados. Esta inseguridad integral que vive la población contradice los dictámenes constitucionales y legales. Las diversas situaciones dolorosas y cargadas de pavor que, hoy por hoy, suceden en el país y son noticia de primera plana, van más allá de todo entendimiento. Lamentablemente, la pena de muerte parece haberse instalado en nuestra sociedad.

Los asesinatos en las cárceles, producto del enfrentamiento entre bandas, arrojan lamentables estadísticas: en lo que va del año son casi un centenar de personas privadas de libertad que han muerto en manos de otros reclusos.  ¿Quién manda en las cárceles?, ¿Cómo consiguen armas letales e instrumentos de comunicación, teóricamente prohibidos?, ¿Por qué se les recluye entre enemigos?

Lo que sucede en las cárceles no es aislado, vemos con horror el incremento del sicariato, el ajuste de cuentas, el enfrentamiento por zonas para dominar el negocio mortal de la droga. Los noticiarios presentan los asesinatos en diferentes ciudades del país y casi siempre quienes cumplen con estos hechos de sangre dictados por los líderes de pandillas o capos del narcotráfico –desde la cárcel o fuera de ella– son jóvenes.  Esto golpea más nuestra consciencia.

Debe también preocuparnos los casos de reos que se "han suicidado" al interior de las prisiones en Cuenca, Quito, Latacunga. ¿Coincidencia, suicidios, ajusticiamiento de cuentas?… es necesario encontrar una respuesta.

Estos y otros hechos de violencia tienen un origen multicausal: estructural como la pobreza, represión, falta de educación, crisis económica, deterioro político, alineación, drogas, alcoholismo…; directa que es verbal, psicológica, intrafamiliar, física…; cultural desde las ideas, la comunicación, los antivalores, la tradición…; y simbólica en los actos o rituales que reconocen a la violencia estructural y directa.

Ante la cultura de la muerte, es necesario recordar que "el primer derecho de una persona es su vida" expresó el Papa Francisco en el 2013 y precisó que “la atención a la vida humana en su totalidad se ha convertido en los últimos tiempos en verdadera prioridad del magisterio de la Iglesia”, y así es como debe ser para todos. Es prioritario pasar del «conocer para comprender», al «conocer para transformar» y llegar al «conocer para neutralizar» la violencia, y construir Justicia y Paz.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

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domingo, 1 de agosto de 2021

Carta No. 91: El escándalo de la desnutrición infantil

 

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Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 91 – 1 de agosto 2021
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El escándalo de la desnutrición infantil

“Duele constatar que la lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la ‘prioridad del mercado’ y por la ‘permanencia de la ganancia’, que han reducido los alimentos a una mercancía cualquiera, sujeta a especulación, incluso financiera.  Y mientras se habla de nuevos derechos, el hambriento está ahí, en la esquina de la calle, y pide carta de ciudadanía, ser considerado en su condición, recibir una alimentación de base sana.  Nos pide dignidad, no limosna”.  Papa Francisco, FAO – 2014.

En Ecuador la desnutrición crónica infantil afecta al 27,2%, es decir, a uno de cada cuatro niños menores 5 años y la situación es más grave si se mira solo el sector indígena donde 1 de cada 2 niños la padece y 4 de cada 10 presentan anemia.

En los primeros mil días de vida, contados desde la concepción hasta los 2 años, se genera el desarrollo neurológico, crecimiento del cerebro y fortalecimiento de la flora bacteriana. Por esta razón, la desnutrición comienza desde el embarazo, cuando la madre, también desnutrida, da a luz un hijo con peso bajo, que le predispone a tener dificultades de crecimiento y condiciona su pleno desarrollo dejando huellas en toda la vida.  No se ve a simple vista, pero está ahí, lo sufren y padecen millones de menores de edad en el país, América Latina y el mundo.

La desnutrición es un problema de salud pública, sobre todo en países en desarrollo como el nuestro, donde existe miseria, ausencia de servicios básicos para grandes sectores de la población, falta de un eficiente sistema de salud, desempleo, subempleo, entre tantas otras complicaciones. La desnutrición genera índices alarmantes asociados a factores sociales, culturales, religiosos, educativos, entre otros… una realidad presente que se ha agudizado por la pandemia. Donde los índices de desnutrición infantil deben haberse incrementado y su situación debe ser aún más crítica y por tanto, demanda atención urgente y prioritaria por parte del Gobierno y de las diferentes instituciones y organizaciones públicas y privadas que están vinculadas a la niñez.

La desnutrición afecta directa y negativamente al desarrollo sicocognitivo de los niños, lo que provoca un ingreso tardío al sistema educativo y también una mayor deserción escolar. Y cuando ya adulto, un mayor riesgo de enfermedades crónicas, menor productividad y, en consecuencia, dificultades para su inclusión laboral y social, razón por la que, el gobierno nacional debe emprender una tarea titánica para combatirla de manera eficiente, sin escatimar esfuerzos económicos ni técnicos para de una vez por todas, superarla.

Si bien el Estado, desde hace más de cuatro décadas, ha mantenido programas de atención a la niñez de los sectores vulnerables, por diversas razones, las tasas de desnutrición se han incrementado, de allí que esta realidad demanda una política estatal a mediano y largo plazo que no solo 'gaste' en alimentación y estimulación temprana, sino que desarrolle una propuesta integral en la que se busque crear fuentes de trabajo, dotar de servicios básicos, educación, salud, espacios lúdicos…, es decir, promover un cambio del modelo de desarrollo que rompa con el círculo perverso de la pobreza y miseria en el que viven millones de personas.

"Un niño que no recibe una nutrición adecuada en el futuro tendrá problemas de salud, aprendizaje y desarrollo integral real. Según OMS y OPS si no mejoramos de inmediato esta situación, Ecuador tendría después de 20 años una población con graves problemas de salud. Debemos actuar ahora porque la desnutrición es prevenible y es nuestro deber", señaló el presidente Lasso en junio de 2021.

Es un escándalo que exista hambre y malnutrición en un país que es rico en variedad de recursos.  Es hora de que todos pongamos nuestra atención y trabajo en cambiar esta realidad en beneficio de la niñez.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

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