pero pide más esfuerzos para abordar violaciones
GINEBRA / MONTEVIDEO (27 de octubre
de 2017) – El compromiso de Uruguay con los derechos humanos a
nivel interno e internacional es claro, pero el país debe hacer
frente a una serie de desafíos como las condiciones carcelarias
“inhumanas”, la generalizada violencia contra las mujeres y la
persistente impunidad por violaciones cometidas durante la dictadura
militar, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, al final de una visita de
dos días al país.
“Las autoridades uruguayas han
realizado esfuerzos importantes para integrar los derechos humanos en
las políticas públicas, y claramente existe una voluntad política
para avanzar en esta área”, dijo Zeid, destacando la adopción de
leyes y políticas que apuntan a combatir la discriminación, reducir
la pobreza y mejorar los derechos de las mujeres y las personas
LGBTI.
“Para hacerlo, Uruguay debe
garantizar que las estrategias para responder a sus desafíos más
apremiantes se basen firmemente en los derechos humanos, lo que
también significa que el gobierno, el Parlamento y especialmente el
Poder Judicial, deben defender e implementar las obligaciones del
país bajo el derecho internacional de los derechos humanos”.
Durante sus reuniones con autoridades
uruguayas y representantes de la sociedad civil, el Alto Comisionado
expresó preocupación ante graves problemas de derechos humanos,
tales como las denuncias sobre condiciones “deplorables e
inhumanas” en muchos centros de detención. “En un país que ha
tenido éxito en tantos ámbitos, es difícil entender que las
autoridades sigan sin poder abordar las deficiencias de su sistema
penitenciario, de larga data”, dijo.
El Alto Comisionado reconoció los
pasos que ha dado Uruguay desde 2010 para mejorar las condiciones en
sus cárceles, incluyendo a través del Comisionado Parlamentario
Penitenciario. También celebró la aprobación de un nuevo Código
de Procedimiento Penal, que entrará en vigor el próximo mes de
noviembre, y expresó su esperanza de que esta nueva regulación
ayude a aliviar el sobrecargado sistema penitenciario del país.
Sin embargo, a Zeid le alarmó la
situación de los adolescentes en conflicto con la ley, en particular
la excesiva duración de la detención preventiva. Pidió a Uruguay
garantizar que los jóvenes infractores sean protegidos de la
violencia y la discriminación, y que puedan tener oportunidades
reales de reinserción social. “En un país que envejece
rápidamente como Uruguay, la sociedad necesita darse cuenta de que
la juventud es su esperanza para el futuro”, dijo.
Zeid también pidió a Uruguay hacer
todos los esfuerzos posibles para asegurar que todas las denuncias de
tortura o malos tratos se investiguen adecuadamente. “Uruguay
necesita utilizar el encarcelamiento como último recurso, así como
implementar más medidas alternativas a la privación de libertad e
introducir más programas de rehabilitación”, enfatizó.
El Alto Comisionado señaló asimismo
que ”son preocupantes las persistentemente altas tasas de
asesinatos de mujeres por motivos de género, cometidos en muchos
casos por sus parejas o ex parejas, al igual que las dificultades que
enfrentan muchas mujeres víctimas de violencia para acceder a la
justicia”. Zeid también urgió al gobierno a eliminar todas las
restricciones y barreras a los servicios de salud reproductiva,
incluidos los procedimientos de aborto seguro, que fueron
despenalizados en 2012, y la atención postaborto.
Durante su visita, el Alto
Comisionado se reunió con el Presidente Tabaré Vázquez y varios
ministerios del gobierno, incluyendo la ministra de Desarrollo
Social. Zeid saludó medidas recientes como un nuevo sistema nacional
integrado de asistencia, la promoción de proyectos de ley como uno
sobre el derecho al trabajo de las personas con discapacidad y la
recientemente adoptada ley sobre salud mental.
Sin embargo, se mostró perturbado
ante problemas como los altos índices de deserción en el sistema
educativo, así como la persistente discriminación contra algunos
grupos incluyendo las personas en situación de calle, las y los
afrouruguayos y las personas con discapacidad.
“Las autoridades deben abrazar la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, lo que significa no dejar
a nadie atrás”, comentó el Alto Comisionado. “Con esto, el país
será capaz de afrontar sus mayores desafíos de una manera
inclusiva, haciendo que su situación de derechos humanos sea
coherente con los estándares de vida de un país moderno como lo es
Uruguay”, agregó.
El Alto Comisionado reconoció los
intentos del gobierno por abordar la impunidad ante crímenes del
pasado cometidos durante la dictadura militar ocurrida en el país
del 1973 al 1985, pero subrayó la falta de avances en materia de
verdad, justicia y reparación para las víctimas. “Ya han pasado
32 años desde el fin de la dictadura, pero Uruguay aún debe lidiar
en forma adecuada con un periodo brutal de su pasado reciente. Esto
es esencial para que la sociedad pueda mirar hacia el futuro sin
miedo, y el derecho internacional de los derechos humanos también es
clave en este cometido”, dijo.
Zeid también instó a las
autoridades a investigar amenazas de muerte recibidas por
funcionarios, abogados y defensores de derechos humanos involucrados
en el procesamiento de casos penales vinculados a graves violaciones
de derechos humanos durante la dictadura.
El Alto Comisionado reconoció el
firme apoyo de Uruguay a los derechos humanos en la escena
internacional, incluyendo su trabajo como miembro electo del Consejo
de Seguridad sobre paz y seguridad y su compromiso con el Consejo de
Derechos Humanos, donde ha sido el principal patrocinador de
resoluciones sobre diversos temas.
“Uruguay tiene la oportunidad de
ser un modelo a seguir para otros países. Con las considerables
fortalezas de Uruguay, y teniendo en cuenta sus obligaciones
internacionales de derechos humanos, estoy convencido de que el país
es capaz de superar sus desafíos de derechos humanos más
acuciantes, para el beneficio de las personas”, dijo, agregando que
su Oficina –incluyendo por medio de su Oficina Regional para
América del Sur- está a disposición para apoyar en esta tarea.
Durante su visita, Zeid también
participó en el 165° periodo ordinario de sesiones de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Montevideo, donde lanzó
un plan de acción conjunto con la CIDH para la contribuir a la
protección de defensoras y defensores de derechos humanos en las
Américas. También se reunió con representantes de la sociedad
civil de todo el continente.
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