Con
los ojos fijos en El
en la realidad y la fe
en la realidad y la fe
carta
No.1
agosto
2017
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Compañeros y amigos:
El mundo,
América y el Ecuador en particular, viven profundos cambios. Nuestro país
experimenta grandes tensiones, preocupaciones, expectativas y esperanzas, y por
ende grandes desafíos.
El
gobierno del Presidente Lenin Moreno viene acompañado de sombras y luces. De
una parte, denuncias y presunciones de estafas y hurtos, que al menos en sus
montos nunca alcanzaron semejantes caudales, aunque hemos de reconocer que,
lamentablemente, la corrupción es una lacra de larga data en múltiples espacios
y actores, y en todos los ámbitos sociales. De otra, se ha ido transparentando
una inmensa deuda nacional, que más allá de los alarmantes montos globales,
significan, aproximadamente, tres mil doscientos dólares de deuda que nos
correspondería pagar a cada ecuatoriano. Todo esto, cuando al mismo tiempo se
constatan vitales necesidades insatisfechas en amplios sectores poblacionales,
a los que se suman otros hechos que agravan la situación económica-laboral y de
desempleo, así como la salida de divisas y escasa inversión.
Pero,
también hay señales positivas. Entre otras, la invitación al diálogo hecho por
el Presidente de la República, que ha tenido una buena acogida en amplios
sectores sociales, políticos, culturales y de la producción. Confiemos que los
resultados sean favorables al Bien Común y no se queden en regateos de poder
para defender prebendas y privilegios particulares. Esperamos que la deuda
externa se renegocie y encuentren soluciones que no afecten mayormente a los
más débiles de nuestra sociedad. Además, son esperanzadores los procesos de
investigación y búsqueda de juzgamiento y sanción a los corruptos, pues la
impunidad es el peor agravante de la corrupción, porque generalmente es causa y
efecto del mal y al mismo tiempo, la justicia y la transparencia son valores
fundamentales por los que debemos trabajar.
Nuestra
Sub-Comisión de discernimiento y análisis socio-político, en su reunión de
agosto privilegió de entre todos los elementos de la vida nacional, el
tratamiento ético de nuestra realidad. La síntesis de su reflexión acompaña
esta carta.
La
Comisión Ecuatoriana de Justicia y Paz, con los ojos fijos en El, abre un
espacio de diálogo y reflexión comunitaria, desde la realidad y la fe, como un
instrumento provocador de nuevas reflexiones y discusiones a todos los niveles,
y de cuyos resultados querríamos ser partícipes para que la hondura,
independencia e inclusión sea la más amplia.
Confiamos
en un verdadero diálogo donde la comunicación sea de doble vía. Esperamos sus
aportes y comentarios.
Solidariamente,
Enrique Galarza Alarcón
La corrupción destruye la ética
“La hipocresía es lenguaje de los
corruptos”
Papa Francisco
La
corrupción, que no es nueva en nuestra historia, pero que tras los últimos 10
años está escandalizando al pueblo ecuatoriano, por la magnitud de todo cuanto
está saliendo a la luz pública, demanda signos de esperanza para recuperar la
fe en la vida y la confianza en la sociedad.
La ética
exige el reconocimiento del valor del otro y pone límites a lo nuestro, a lo
tuyo y lo mío. La corrupción destruye la conciencia moral, porque desconoce el
valor del otro, lo deshumaniza y priva a la sociedad y en especial a los más
pobres de la posibilidad de superar el estado de postración en que viven.
Hacemos nuestras las palabras del Papa Francisco de que “la corrupción es la
peor plaga social, porque genera gravísimos problemas y crímenes que implican a
todos” (prólogo del libro Corrisione, del cardenal Peter Tuckson y el filósofo
Vittorio Alberti).
Interpelados
por esta realidad es urgente:
- Cultivar una ética personal desde la dignidad de la persona humana, que sostenga y oriente un desempeño apegado a los principios y valores del Evangelio y a la tradición de nuestro, para combatir a la corrupción desde la casa, el trabajo, las actividades comerciales y los desempeños profesionales y corporativos.
- Recuperar los valores fundamentales, orientados a consolidar las relaciones sociales e intrafamiliares, cimentados en el amor, la confianza, la reciprocidad, la convivencia, el perdón y el reencuentro como manifestación concreta de la misericordia.
- Convertir en vida los valores y principios, como ejes que articulen nuestro accionar en todos los ámbitos en que nos desempeñamos.
- Edificar una base social sólida, cimentada en valores humanos, tales como: la transparencia, confianza, solidaridad, inclusión e integridad para generar un proceso de construcción de una sociedad humana, justa, equitativa, solidaria e integral vinculada a la opción preferencial por los pobres (P 382).
- Conocer el pensamiento social de la Iglesia, que es ante todo positivo y propositivo, para orientar una acción transformadora como signo de esperanza que brota del corazón amante de Jesús.
En ésta
línea debemos fomentar en cada una de nuestras organizaciones eclesiales y
sociales:
- El discernimiento libre y crítico del acontecer social, político, económico, ecológico y cultural de Ecuador, América y el mundo para responder de forma comprometida a las realidades percibidas.
- La elaboración y difusión de contenidos que sustenten el amor a la vida, la transparencia, la confianza, la solidaridad y la integridad. Razón por la cual tenemos la obligación moral y ética de diseñar, elaborar y ejecutar propuestas viables que permitan recuperar los principios y valores en nuestra sociedad desde la cotidianidad.
- La generación de espacios incluyentes de diálogo y debate que analicen las diferentes realidades y el papel de los cristianos en la coyuntura y estructura socio-económica.
- La realización y difusión de encuentros, talleres, seminarios, jornadas, artículos, spots con contenidos éticos y morales.
Coordinador:
José Luis Alvarez - Secretario Relator:
Oswaldo Fierro
Observatorio Político
Observatorio Político
Con
los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de los Observatorios de Política y
Eclesial, que reúnen periódicamente a los miembros de la Comisión para
analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.