de
acabar con el hambre
Y anuncia importante gesto de ayuda.
(ACI).-
En un mensaje a la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura), el Papa Francisco recodó la extrema
necesidad de acabar con el hambre en el mundo y anunció una
contribución para repartir semillas a las familias rurales de áreas
en dificultad.
“Quisiera unirme con una
contribución simbólica al programa de la FAO para proveer de
semillas a las familias rurales que viven en áreas donde se han
juntado los efectos de los conflictos y de la sequía. Este gesto se
suma al trabajo que la Iglesia viene realizando, según su
vocación de estar de parte de los pobres de la tierra y acompañar
el compromiso eficaz de todos en favor suyo”, anuncia en el
mensaje.
En el texto, el Papa asegura que
la Santa Sede quiere “una real erradicación del hambre y
de la malnutrición”. “Todos somos conscientes de que no basta la
intención de asegurar a todos el pan cotidiano, sino que es
necesario reconocer que todos tienen derecho a él y que deben por
tanto beneficiarse del mismo”.
Francisco critica que si estos
objetivos aún no se han cumplido es por la “falta de una cultura
de la solidaridad que no logra abrirse paso en medio de las
actividades internacionales, que permanecen a menudo ligadas solo al
pragmatismo de las estadísticas o al deseo de una eficacia carente
de la idea de compartir”.
“El compromiso de cada país por
aumentar el propio nivel de nutrición, por mejorar la actividad
agrícola y las condiciones de las poblaciones rurales, se concreta
en el impulso del sector agrícola, en el incremento de la producción
o en la promoción de una distribución efectiva de los alimentos.
Pero esto no basta”, asegura.
Aunque “una mirada a la situación
actual del mundo no nos ofrece imágenes consoladoras. No podemos,
sin embargo, permanecer únicamente preocupados o acaso solo
resignados”.
El Santo Padre señala que la
hambruna es sobre todo causada “por la inercia de muchos o por el
egoísmo de unos pocos”, pero también “las guerras, el
terrorismo, los desplazamientos forzados de personas que cada vez más
impiden o, al menos, condicionan fuertemente incluso las actividades
de cooperación, no son fruto de la fatalidad, sino más bien
consecuencia de decisiones concretas”.
El Obispo de Roma además se muestra
convencido de que “solo un esfuerzo de auténtica solidaridad será
capaz de eliminar el número de personas malnutridas y privadas de lo
necesario para vivir”.
“Es un desafío muy grande para la
FAO y para todas las Instituciones de la Comunidad internacional. Un
reto en el que también la Iglesia se siente comprometida en primera
línea”, manifiesta.
Al final de la visita del Cardenal
Parolin a la FAO, este anunció que el próximo16 de octubre, con
motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación que reflexionará
sobre el tema “Cambiar el futuro de la migración”, el Papa
Francisco visitará la FAO.
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