LA EDUCACIÓN
MEDIÁTICA
¿Ha cambiado algo de la educación
mediática en los últimos 20 años? ¿Hemos tocado fondo en la
educomunicación? ¿Nos hemos convertido en clones inconscientes que
repetimos los mismos eslóganes y mantras?
Si entendemos Facebook, Amazon,
Twitter, Instagram, YouTube como medios, ¿qué entendemos por
competencias mediáticas y digitales? ¿Qué ha cambiado de lo que
pensábamos, hacíamos y educábamos, cuando apretábamos la tiza en
la pizarra y ahora que apretamos un clic en el dispositivo?
¿Puede el ocio digital cambiar
la escuela? Si entendemos más la salud como promoción que como
prevención, ¿de qué manera los escenarios de interacción en el
entorno digital pueden ser más seguros y más saludables? ¿Y si
entendemos el modelo y el discurso TRIC desde otra
comunicación para otra educación?
Un congreso diferente a la mayoría,
con un formato y una estructura horizontal, que permite revisar
muchas certezas, y entrar en la compleja pero necesaria puerta de
la incertidumbre.
Con modestia, cierto temor y mucha
ilusión, hacemos una propuesta en la que las TRIC (Tecnología de la
Relación, Información y Comunicación), explora la promoción de la
salud como un rumbo (entre otros) para renovar la educomunicación.
En forma de decálogo les
contamos las conclusiones (abiertas) a las que hemos llegado en
estos tres días de diálogo, encuentros y reflexión.
1. La educación para la salud es una
toma de decisiones para la vida. La educación en valores, la
resolución de conflictos, en materia de desigualdad, convivencia,
inclusión, son el norte que marcan el mapa de la educomunicación.
Hay que saber acompañar en los procesos de vulnerabilidad a todas
las personas.
En la sociedad actual todas las
iniciativas de educación para la salud, de cualquier área, desde la
educación sexual, la prevención de los consumos inadecuados de
tabaco, alcohol y otras drogas, la alimentación y actividad física,
la crianza saludable, los cuidados de las personas con enfermedad
crónica, tienen que incorporar un componente ligado a la lectura
crítica de la realidad digital.
2. El desarrollo de la competencia
digital, es una de las ocho competencias básicas definidas por
nuestro sistema educativo, que mejora en cuanto aumenta la
capacidad de analizar y comprender nuestro entorno, nuestra
capacidad de gestionar la salud.
Es urgente promover un espacio
positivo especialmente en la infancia y adolescencia. Internet ya
no es solo un lugar para el acceso a la información, sino que es un
espacio de socialización, donde se producen experiencias personales
y sociales, y por tanto es un escenario para la promoción de la
salud en el que crear entornos saludables.
3. Con sus ventajas y sus riesgos,
la Red es un agente de socialización, así como un nuevo
entorno educativo y de valores. Cada usuario debe navegar por ella
con un código de conducta donde las buenas maneras, la educación,
los protocolos y el sentido común imperen siempre.
El respeto a uno mismo y al resto de
la comunidad on-line es la máxima para convivir en la Web
Social. Este respeto lleva al diálogo y a la cultura de la
conversación, uno de los pilares de la 2.0. Es decir Factor
Relacional que cristaliza en cibeRconvivencia.
4. Diferentes proyectos presentados
en el eje 6 demuestran que la integración de la competencia
digital en las iniciativas de educación para la salud en el ámbito
educativo, conducen a una potenciación mutua. La educación
para la salud desarrolla los valores, las actitudes y una
mentalidad crítica frente a los posibles riesgos, miedos y ruidos.
La alfabetización digital permite
analizar los mensajes, los canales de información y la
intencionalidad de las fuentes, fundamental para interpretar las
percepciones y modelos culturales que influyen en la salud.
La competencia digital no se centra
en los aspectos tecnológicos, debe analizar críticamente las
fuentes de información y los contextos de uso, mejorar la
comunicación y el trabajo colaborativo, y potenciar la creatividad.
5. La finalidad es educar la mirada
de los jóvenes frente al consumo masivo de imágenes en las
diferentes pantallas —smartphones, tablets, ordenadores,, etc—
y desarrollar un comportamiento proactivo hacia los aspectos que
promueven el bienestar y la salud personal y colectiva, todo ello
englobado en el concepto de ciudadanía digital.
El entorno digital no es solo un
espacio de riesgos y problemas como habitualmente es contemplado, se
puede convertir en un activo para la salud, desarrollando
habilidades personales, facilitando la interacción y las relaciones
y promoviendo la participación social.
Más allá de los nativos y los
inmigrantes digitales. La actitud es lo primero
La brecha etaria no es un factor
determinante en la denominada brecha digital. La edad no influye
en las competencias digitales. Cuanto mayor conocimiento de
competencias matemáticas y lingüísticas, los mayores tienen más
predisposición a adaptarse a las nuevas tecnologías. Es importante
aprovechar el potencial de los mayores, en vez de prejuzgar su
“inmigración digital”.
La tecnología y su empoderamiento
pueden cubrir determinadas carencias que provoca la soledad, la
conexión con otros facilita su convivencia social, y el bienestar
que procura sentirse acompañados.
Se constata la necesidad de generar
espacios de interacción intergeneracional, donde
las emociones vinculen diferentes edades. La motivación
que ofrece en los mayores que entran en los cursos de aprendizaje
digital y lo aplican en la comunicación y la relación con sus
nietos, potencia su autoestima.
6. Lo que hemos denominado Factor
R-elacional agrupa y contiene muchos aspectos de las habilidades
sociales que permiten al individuo un estado de bienestar en y
con los demás. Si las habilidades sociales proceden del ámbito de
la psicopedagogía, las habilidades para la vida, surgen del ámbito
de la salud.
Este factor R-elacional despliega una
doble dimensión. La relacional, que contiene el potencial de las
habilidades psicosociales y la dimensión sináptica, que recoge el
modelo cerebral como modus operandi de los procesos de aprendizaje.
El cerebro que cabe en la palma de
nuestra mano, que apenas pesa kilo y medio, que tiene un billón de
neuronas y más de un trillón de conexiones es todavía un enigma
para la ciencia, aunque tenemos algunas certezas. Las neuronas son
sensibles a lo que ocurre a su alrededor, son excitables y disponen
de prolongaciones fibrosas (axones) que les permiten enviar señales,
tanto al cuerpo como al exterior. Estas neuronas se organizan en
circuitos. El cerebro reside, se comunica con el cuerpo, las neuronas
generan y mantienen constantes conexiones y redes. Por eso hablamos
de horizonte neurosocial.
7. ¿Cómo es el proceso de
transferencia científica en los hospitales? Proponemos un sello
de acreditación de calidad sobre eficiencia de los hospitales
por parte de las instituciones públicas.
Recogimos una experiencia sobre la
preparación de los tecnólogos médicos en Chile. Los alumnos
manifestaban que sentían inseguridad a la hora de manejar los
programas informáticos relacionados con el genoma humano. Atendiendo
a sus demandas, se les preparó para saberlos manejar.
Observamos que la mediación discente
es una dinamo para darnos cuenta de las necesidades que son
reveladoras. Desde un planteamiento inclusivo, facilitando el acceso
a la formación de personas que habían sido rechazadas en un proceso
previo de selección.
8. Las radios universitarias son
un importante semillero de comunicación y de ciudadanía. El
bienestar emocional, presente en la estrategia de Promoción de
la Salud, se desarrolla en esta comunidad potenciando la creatividad
y el pensamiento crítico, tanto de quienes hacen radio como de sus
oyentes.
La radio ayuda a informar, crear
sentido de pertenencia, y desarrolla el empoderamiento de los
diferentes miembros de la Universidad. El acompañamiento en los
procesos de aprendizaje es el resultado de la motivación, la
confianza y el autoconocimiento y la corresponsabilidad.
9 La existencia de personas con
capacidades diferentes ofrece la oportunidad de comprender un mundo
diverso con inteligencias múltiples. Hay que saber atender, oír y
escuchar a personas con miradas diferentes y voces múltiples. Esto
supone un enriquecimiento compartido, debemos impulsar la empatía,
la sensibilidad, penetrar en la diferencia.
Hemos recogido diferentes
circunstancias excepcionales, el acompañamiento de la enfermedad a
personas con enfermedades terminales, la búsqueda de recuerdos para
enfermos de alzheimer, el respeto de los espacios hacia aquellos que
tienen autismo o aspeger. En definitiva, nos tenemos que poner en el
lugar del otro. No somos el centro, ni seres aislados, debemos actuar
como nodos que generamos relaciones positivas.
En esencia
-
Hemos llegado al concepto integral de la salud. El ser humano es entendido como ser biológico, psicológico y social.
Como propuesta, proponemos incluir en
la próxima edición del congreso ejercicios y dinámica que
favorezcan el bienestar personal y social, a través de prácticas de
relajación, de meditación, de pensamiento en positivo, que
ayudan a manifestar energía positiva y a proyectarlas entre todos.
Es una conexión contigo mismo y con
los demás, las redes neuronales se despliegan, y ayudan a
escucharnos a nosotros, para estar en conexión con el mundo. EN
nuestro caso, con el compromiso de trabajo con la relación en red
para la educomunicación, es decir, Factor Relacional en sentido
holístico.
José Antonio Gabelas, Carmen Marta y
Carlos Gurpegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario