fuerza
a sacerdotes a arriesgar sus vidas ante la violencia
MÉXICO, (ACI).-
La ausencia de autoridad o la impotencia de las mismas para enfrentar
la criminalidad está motivando que los sacerdotes arriesguen sus
vidas para evitar que México se siga desangrando a causa de la
violencia y la pobreza, afirmó la revista católica Desde la Fe.
En un reciente editorial, la revista
de la Arquidiócesis de México señaló que los hechos de violencia
ocurridos en las últimas semanas en diferentes regiones del país
muestran el agobio en que vive el pueblo, “al que no se garantiza
los mínimos de seguridad”.
Desde la Fe señaló que estos hechos
también muestran “la impotencia de autoridades que tienen flancos
abiertos” para responder a la delincuencia, pero también el “poder
de la corrupción que carcome a los tres niveles de gobierno, en lo
que se ha llamado la narcopolítica, relaciones de conveniencia entre
delincuencia e instituciones para controlar y dominar a través de la
violencia inhumana, acentuada por la corrupción política”.
Esta “ausencia de autoridad que
apacigüe al crimen, provoca que actores con autoridad moral
salgan a dar la cara para acordar, por lo menos, algunas cláusulas
de paz y seguridad para ciertos sectores que, en el pasado, gozaban
de respeto”, indicó en su editorial del 11 de junio.
Así, recordó que el 28 de marzo el
Obispo de Chilpancingo-Chilapa, Mons. Salvador Rangel Mendoza, “no
ocultó el acercamiento que sostuvo con miembros de la delincuencia
para acordar lo que las autoridades ya no garantizan: seguridad”.
A finales de ese mes, el Prelado
indicó que el objetivo de su reunión fue para proteger a los
sacerdotes que estaban siendo amenazados de muerte.
“El clero de la región, así como
de otras partes del país, no se salva de este horror que ni siquiera
se vio en la era del comunismo o en las persecuciones religiosas, por
el nivel descarnado e inmisericorde que la delincuencia hace de la
violencia si no hay respuesta a sus demandas y amenazas”, denunció
Desde la Fe.
La revista advirtió que “muchos
sacerdotes, en comunidades apartadas del país, son blanco fácil y
viven bajo la gran presión del crimen organizado que les impide
realizar su misión evangelizadora, prohibiéndoles incluso
pronunciar la palabra ‘narcotráfico’ o hacer algún
cuestionamiento que ponga de manifiesto su inmoral actuación, pues
lo pagan con la vida; en este contexto, la cuota por derecho de
piso para realizar sus actividades parroquiales, resulta lo de
menos”.
En ese sentido, indicó que el
acercamiento de Mons. Mendoza con los delincuentes provocó “la
molestia de autoridades que han enarbolado el discurso triunfalista
de ‘que todo va bien, de que no hay problemas ni dificultades, en
el fondo lo que busca ocultar es la verdad’”.
Con esto, señaló Desde la Fe,
“nuevamente se advierte cómo el país se desangra mientras, en las
altas esferas de la burocracia, se presumen los mejores índices
macroeconómicos”.
“La realidad es que México vive la
pobreza y miseria que son campo fértil para la delincuencia y la
corrupción. La intervención del clero para detener estas
condiciones es reacción ante el vacío de poder institucional,
aunque en esto vaya la vida misma de quienes hacen las tareas que a
otros correspondería”, expresó.
“Mons. Rangel Mendoza advierte que
‘si nos arrinconamos en una esquina y no vemos a la otra persona,
no habrá una solución’; sin embargo, mientras se consumen fuerzas
y recursos en campañas políticas y el sostenimiento de partidos, la
violencia hace metástasis en las zonas más deprimidas y pobres. Eso
pone en grave peligro nuestra viabilidad en el futuro”, denunció
Desde la Fe.
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