El desempleo es
dramático y la pobreza un fenómeno no solo económico
Recibe a la Fundación Centesimus
Annus. Elogia la propuesta de estructuras mediación entre pobres y
empresas
(Ciudad del Vaticano).- “Vuestra
declaración de este año indica que la pobreza necesita una mejor
comprensión en cuanto fenómeno humano y no meramente económico”.
Lo indicó este sábado el papa Francisco al dirigirse a los
participantes de la Conferencia internacional de la
Fundación Centesimus Annus, a quienes recibió en audiencia en
la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano.
El Pontífice aseguró que “un tal
enfoque de la actividad económica, basado sobre la persona, animará
las iniciativas y la creatividad, el espíritu empresarial y las
comunidades de trabajo y de empresa, y así favorecerá la inclusión
social y el crecimiento de una cultura de la solidaridad eficaz”.
El tema de la conferencia
internacional fue: Alternativas constructivas en una fase de
desajuste global. Ocupación y dignidad del individuo en la era
digital. Incentivos a la solidaridad y la virtud cívica”, y se
realizó en el Aula nueva del sínodo del 18 al 20 de mayo 2017).
El Pontífice expresó su apreció
“por los esfuerzos realizados en buscar alternativas para entender
la economía, el desarrollo y el comercio, para responder a los
desafíos éticos impuestos por los nuevos paradigmas y formas de
poder derivados de la tecnología, de la cultura del descarte y de
estilos de vida que ignoran a los pobres y desprecian a los débiles”.
Y aseguró que “las cosas pueden
cambiar” si se encuentra un desarrollo sostenible. Se refirió así
a la declaración que realizaron este año la que “indica
justamente que la lucha a la pobreza exige una mejor comprensión de
esta como un fenómeno humano y no meramente económico”.
Así promover el desarrollo humano
integral exige dialogar e involucrarse con las necesidades y las
aspiraciones de la gente, vuelve necesario escuchar a los pobres a su
cotidiana experiencia de privación múltiples y sobrepuestas,
pensando a respuestas específicas y a las situaciones concretas”.
También a la creación de trabajo en el contexto de la nueva
revolución tecnológica en acto.
El Santo Padre señaló su
preocupación por “el grave problema de la desocupación de los
jóvenes y de los adultos que no disponen de medios para promoverse”,
y aseguró que “asumió proporciones realmente dramáticas sea en
los países desarrollados que en los en vía de desarrollo”. Tema
que debe ser enfrentado con un sentido de justicia ente las
generaciones”.
El Papa concluyó elogiando la
profundización de estos temas, pero invitando además en empeñarse
en un cambio de actitud, de opinión y de estilo de vida, lo que es
fundamental para construir un mundo más justo, libre y en armonía”.
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