“No desanimarse y volver posible el difícil camino del diálogo”
Carta Del Papa A Los Obispos De
Venezuela
Queridos hermanos en el episcopado
En estos días en que celebramos con
un gozo particular que Nuestro Señor Jesucristo ha resucitado y está
vivo y glorioso, me dirijo a ustedes para transmitirles mi más
afectuosa felicitación pascual y para testimoniarles mi cercanía,
consciente de las dificultades que están atravesando.
Sé que también ustedes, queridos
hermanos, comparten la situación de su pueblo, que junto con los
sacerdotes, las consagradas y consagrados y los fieles laicos sufren
por falta de alimentos y medicinas, y que algunos, incluso, han
soportado ataques personales y actos violentos en sus Iglesias. Deseo
manifestar mi solidaridad con cada uno de ustedes y agradecerles su
cercanía con la grey que les ha sido encomendada, especialmente con
los más pobres y necesitados, así como iniciativas para fomentar la
solidaridad y la generosidad entre los venezolanos.
Agradezco así mismo su continuo
llamamiento a evitar cualquier forma de violencia, a respetar los
derechos de los ciudadanos y a defender y defender la dignidad humana
y los derechos fundamentales, pues, igual que ustedes, estoy
persuadido de que los graves problemas de Venezuela se pueden
solucionar si hay voluntad de establecer puentes, de dialogar
seriamente y de cumplir con los acuerdos alcanzados. Les exhorto a
seguir haciendo todo lo necesario para que este difícil camino sea
posible, convencido de que la comunión entre ustedes y sus
sacerdotes les dará luz para encontrar el camino correcto.
Queridos hermanos, deseo animarles a
que no permitan que los amados hijos de Venezuela se dejen vencer por
la desconfianza o la desesperación, pues estos son males que
penetran en el corazón de las personas cuando no ven perspectivas de
futuro.
Invocando la protección amorosa de
Nuestra Señora de Coromoto, elevo mis oraciones al Señor Resucitado
para que derrame sobre ustedes, queridos hermanos, y sobre todo el
amado pueblo de Venezuela los abundantes dones pascuales de paz, que
él mismo, victorioso sobre la muerte, otorgó a los apóstoles
liberándolos de todo temor.
Francisco. Vaticano, 5 de mayo de
2017.
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