en Chile la
educación será gratuita
La presidenta Michelle Bachelet,
cumplió otra de sus promesas de campaña al enviar al parlamento de
su país el proyecto para que la educación deje de discriminar entre
los que tienen y los que no.
Dichos reclamos llevaron a los
estudiantes a tomar las calles durante varios meses, en los que hubo
varios enfrentamientos con los carabineros y detenidos. La iniciativa
viene a saldar una vieja deuda del Estado de ese país con los que
menos tienen.
Ambas reformas constituyen la médula
de las promesas electorales con las que Bachelet volvió este año a
la jefatura del Estado chileno cinco años después de haber
terminado su primer mandato, y serán seguramente el eje de su
mensaje anual al parlamento, este miércoles.
En ese discurso, la mandataria
exhibirá el estado de sus principales políticas, luego de haber
prometido 50 medidas para los primeros 100 días de su gobierno,
iniciado el 11 de marzo pasado, y haber ejecutado la mitad de ese
compromiso en menos de 70 días.
Además de la reforma tributaria, que
fue aprobada y despachada esta semana por la Cámara de Diputados,
está avanzada la reforma del sistema electoral -que será revisada
entre mañana y el martes en la Comisión de Hacienda de la cámara
baja- y una reestructuración del sistema de salud, destinada a
mejorar el régimen de jubilaciones.
"Fin al lucro, a la
discriminación; establece la gratuidad escolar y crea una nueva
institucionalidad de educación parvularia", señala la
invitación que hizo llegar el gobierno a especialistas del área,
autoridades y parlamentarios convocados a la ceremonia de mañana,
informó la agencia de noticias ANSA.
El proyecto, que tiene más de 50
páginas, persigue el objetivo de cambiar el paradigma de la
educación chilena, reforzar el sistema público de enseñanza y dar
poder a las familias para que sean ellas las que escojan los colegios
y no al revés, anticipó el ministro de Educación, Nicolás
Eyzaguirre.
La iniciativa postula dejar atrás el
financiamiento compartido mediante el congelamiento de los montos que
cobran los colegios ("copago") a padres y reemplazarlo
gradualmente por un subsidio estatal, informó el diario La Tercera.
Según el proyecto, aquellos
establecimientos educativos que reciban subsidios estatales no podrán
tener fin de lucro, para lo cual deberá modificarse la Ley General
de Educación vigente, que permite la obtención de utilidades por la
actividad escolar.
De acuerdo con ANSA, en Chile hay
actualmente 3.470 establecimientos educativos que declaran tener fin
de lucro y deberán transformarse en fundaciones sin esa finalidad.
Esos colegios y universidades tendrán
dos años de plazo para realizar la conversión de su estado
societario y podrán solicitar al Estado que compre los inmuebles
donde funcionan.
A la vez, el Estado tendrá un
período de 12 años para pagar esos inmuebles y descontará del
precio la inversión que realice en infraestructura.
Asimismo, el proyecto prevé la
creación de un organismo estatal para la compra de colegios de
aquellos propietarios que deseen dejar la actividad con el nuevo
régimen, a fin de evitar cierres masivos y caída de la matrícula.
Por otra parte, la reforma busca
dejar atrás la facultad de los colegios de seleccionar a los alumnos
que admiten mediante evaluaciones, para lo cual postula un sistema en
el que los padres puedan establecer un orden de preferencia para
postular a sus hijos.
Las normas para el funcionamiento del
sistema educativo rigen desde la última dictadura (1973-90) y son
resistidas desde hace años por gran parte de la sociedad chilena.
Las protestas, encabezadas por
organizaciones estudiantiles y de docentes, se hicieron especialmente
frecuentes durante el mandato de Piñera, aunque se habían iniciado
bastante antes.
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