No todo es
felicitaciones…
Salvador I. Reding Vidaña
Festejamos a las madres el 10 de mayo
en México. Y recordamos a las madres que partieron antes a la Casa
del Padre. Y rezamos por las que están enfermas o padecen otras
carencias.
Y festejamos a las madres que llevan
aún al hijo en su vientre, mientras termina de crecer lo suficiente
para salir al mundo.
Y no es que como dicen que esas
mujeres no quieren llegar a ser madres, lo son desde que un bebé es
concebido en su vientre.
Las mujeres que abortan, al matarlo,
se convierten en madres de un hijo muerto, asesinado.
Oremos al Señor por los millones de
madres en el mundo que han asesinado hijos en sus vientres, para que
se arrepientan y Dios les perdone lo que cristianamente se considera
el más abominable pecado.
Oremos también por las madres que
están considerando matar el hijo que llevan en su vientre, con un
aborto, para que no caigan en esa terrible tentación.
Por estas razones, el Día de las
Madres es también día de oraciones, por las madres que han
asesinado a sus hijos y por las que tienen la tentación de hacerlo,
para que no lo hagan. ¡OREMOS!
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