“Tierra, trabajo y condiciones para una vida plena”

piden obispos paraguayos

Campesinos paraguayos manifestando en las calles de Asunción

AFP

(RV).- “El bien común de la tierra, el derecho a la propiedad, al trabajo y al sustento digno, el cuidado de un desarrollo sustentable y sostenible del mayor bien que poseemos, que son nuestros campos y nuestra gente, merecen y requieren una atención prioritaria y planificada de los poderes públicos, con la solidaridad y participación activa de todos los sectores de la sociedad paraguaya, aportando generosidad para enfrentar ‘la globalización de la indiferencia’”. en un Mensaje a los fieles católicos y a las personas de buena voluntad, los obispos del Paraguay recordaron recientemente la situación de los campesinos en su país, constatando la falta de soluciones profundas y duraderas a sus demandas por una vida digna y plena.

“Hace 34 años, los Obispos del Paraguay ya advertían sobre la problemática ‘del campesino paraguayo y la tierra’. El debate sobre la deuda campesina, y sobre las diversas propuestas de leyes para afrontarla, reflejan la vigencia del conflicto y la falta de soluciones estructurales a un problema social crónico que es la necesidad de un apoyo integral a la agricultura familiar campesina”, subrayan los prelados, notando la urgencia de solucionar la emergencia campesina y enfrentar con coraje las causas de la inequidad estructural “que vuelve frágil e indigna la convivencia social entre todos los paraguayos”.

Al puntualizar que la dignidad de cada persona y el bien común no son efectos colaterales del crecimiento económico, los miembros de la CEP exhortan a las Autoridades Nacionales a tratar a los campesinos como hermanos que buscan una vida mejor, y citan al Papa Francisco: “donde hay muros, hay corazones cerrados; hacen falta puentes y no muros”.  Los obispos del Paraguay reconocen que no les corresponde decir cuál es la medida económica y política exacta a seguir, pero sí exhortan “vivamente a bajar los niveles de confrontación e incluir a todos los sectores sociales, especialmente los cristianos comprometidos, para situar el diálogo en la búsqueda de soluciones ahora, a la inmediata ayuda de la emergencia campesina, y plantearse soluciones de fondo que traigan esperanza a nuestra gente”.