Por: Signis
Es un orgullo para SIGNIS estar bajo
la espiritualidad de un hombre valiente y firme ante la denuncia de
las injusticias que padeció su pueblo, especialmente los pobres
"Hoy en Latinoamérica, en
muchas de sus sociedades se dan escenarios donde sin duda se
necesitan muchos Romero". Así expresa el presidente de SIGNIS
ALC, el educomunicador argentino Carlos Alberto Ferraro, en un saludo
que dirige a los comunicadores católicos de América Latina, con
ocasión de la celebración del centenario del beato Monseñor Oscar
Arnulfo Romero, quien fue declarado "Comunicador de la Paz"
y Patrono de SIGNIS.
"Que este día nos sirva para
reflexionar acerca de su compromiso y en la oración que lo va a
invocar le pidamos para que su figura nos robustezca como
comunicadores cristianos", dice.
Monseñor Romero, Comunicador de la
Paz y Patrono de SIGNIS
El arzobispo salvadoreño, quien fue
asesinado el 24 de marzo de 1980, mientras celebraba misa, fue
reconocido por SIGNIS ALC con el Premio “comunicador de la paz”,
en la categoría In Memoriam, en febrero de 2010, por su
valentía en denunciar proféticamente y anunciar la Buena Nueva
de la liberación a su pueblo .
A Monseñor Romero se lo conocía
como “la voz de los silenciados”, porque en sus homilías
dominicales denunció públicamente las violaciones a los derechos
humanos de las que fueron víctimas miles de salvadoreños.
Considerado como un obispo que
defendía la “opción preferencial por los pobres”, Romero no
sólo denunció los abusos en sus homilías, sino también a través
de la radio y del periódico arquidiocesanos. Sus mensajes fueron
difundidos todos los domingos y fueron escuchados por la mayoría de
la población.
El Arzobispo rechazó la censura y la
"cultura del silencio". No quería callar la persecución
de sacerdotes, periodistas, campesinos y militantes de la democracia.
Recibió varias amenazas de muerte y
él respondía en sus entrevistas que si lo mataban, resucitaría en
el pueblo salvadoreño y que perdonaría y bendeciría a quienes lo
hicieran.
Patrono de SIGNIS
A finales de mayo de 2015, durante
la reunión del Consejo de Administración de SIGNIS, que tuvo lugar
en Puerto España, en Trinidad y Tobago, se aprobó declarar al
recientemente beatificado arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar
Arnulfo Romero, como PATRONO de SIGNIS.
El entonces Presidente de SIGNIS, Gustavo Andújar, explicó que el arzobispo salvadoreño "es un ejemplo para los comunicadores cristianos, no tanto por su trabajo en la prensa y la radio en etapas tempranas de su ministerio, como por las vibrantes homilías que pronunciaba en la Catedral y que se transmitían por radio a todo el país. En ellas clamaba incesantemente en defensa de los pobres y los oprimidos, víctimas de la violencia fratricida que destrozaba a la nación. Ya hacía tiempo que había abrazado fervientemente la opción preferencial por los pobres, a la que sus hermanos en el episcopado latinoamericano llamarían en Puebla en 1979".
El entonces Presidente de SIGNIS, Gustavo Andújar, explicó que el arzobispo salvadoreño "es un ejemplo para los comunicadores cristianos, no tanto por su trabajo en la prensa y la radio en etapas tempranas de su ministerio, como por las vibrantes homilías que pronunciaba en la Catedral y que se transmitían por radio a todo el país. En ellas clamaba incesantemente en defensa de los pobres y los oprimidos, víctimas de la violencia fratricida que destrozaba a la nación. Ya hacía tiempo que había abrazado fervientemente la opción preferencial por los pobres, a la que sus hermanos en el episcopado latinoamericano llamarían en Puebla en 1979".
La propuesta inicial la hizo el Padre
Peio Sánchez, de SIGNIS España, iniciativa que fue secundada por el
P. Luis García Orso, de SIGNIS México, y ex Vicepresidente de
OCLACC (actualmente SIGNIS ALC) y que contó con el respaldo de la
Presidenta de SIGNIS ALC, Mónica Villanueva. La iniciativa
enfatizó en la misión de los miembros de SIGNIS para promover
historias de esperanza a través de los medios para transformar la
cultura a la luz del Evangelio para la promoción de la dignidad
humana, la justicia y la reconciliación.
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