Puyo, noviembre 10 del 2017
La CXLII Asamblea Plenaria de la
Conferencia Episcopal Ecuatoriana se reunió del 06 al 10 de
noviembre, en la ciudad del Puyo, con ocasión de la celebración de
sus 130 años de evangelización permanente y de los 25 años de
administración diocesana.
En un ambiente de oración y
fraternidad, a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la
Iglesia, particularmente del Papa Francisco, reflexionó sobre
algunas realidades sociales y eclesiales.
Después de la Visita realizada al
Papa Francisco, hemos visto la necesidad de evaluar el significado y
la trascendencia de la Visita para nuestras Diócesis.
En un diálogo franco, de más de
tres horas, con el Santo Padre, hemos visto la necesidad de apostar
por la nueva evangelización, atentos a los cambios socioculturales
que se dan en nuestro país. El Papa nos insiste en la cercanía a
las familias, a los pobres, a vivir atentos a las exigencias de las
diferentes pastorales: urbana, rural e indígena.
En los encuentros y las sesiones de
trabajo con los distintos departamentos de la Curia Vaticana,
revisamos las distintas necesidades y exigencias de nuestras
pastorales.
REALIDAD SOCIO-POLÍTICO Y ECONÓMICO
DE NUESTROS PAÍS.
La Asamblea, a un nivel académico y
técnico, estudió los procesos de cambio que se plantean
actualmente, así como las nuevas coyunturas económicas, los
desafíos y las perspectivas de futuro.
La Conferencia Episcopal, una vez
más, hace un llamado a una justa distribución de la riqueza y a una
atención preferencial por los pobres, promoviendo una economía
social y solidaria, el empleo estable, la justicia y la equidad,
libre de toda corrupción que lastima y hiere al pueblo ecuatoriano.
LA FAMILIA
Asistimos a un profundo cambio
cultural, que afecta globalmente a toda la realidad familiar:
relaciones mutuas, principio de autoridad, fragmentación de los
diferentes roles, falta de comunicación, violencia intrafamiliar,
abusos sexuales, entre otros.
Desde la fe y desde los valores
cristianos, vemos la necesidad de reconocer y promover un modelo de
familia estable, unida, respetuosa, dialogante y comprometida con el
medio en el que vive.
Con el fin de dar respuestas a estas
nuevas necesidades y desafíos, queremos renovar nuestros compromisos
de:
1. Propiciar un clima de serenidad y
reconciliación para que los grandes problemas sociales, políticos y
económicos de nuestro país se resuelvan por el camino del diálogo,
teniendo presente el bien común de toda la sociedad ecuatoriana y
particularmente de los grupos más vulnerables, como los pobres en
sus diferentes realidades.
2. Apoyar y acompañar a los
padres y madres de familia en la defensa de sus derechos inalienables
de educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones, creencias y
opciones pedagógicas, amparados por la Constitución y las leyes.
Con este propósito, se impulsará desde la Conferencia Episcopal, en
coordinación con los laicos, programas pastorales sobre la vida y la
familia, con sólidos fundamentos científicos, éticos y
espirituales.
3. Continuar con la Misión
evangelizadora, en el marco constitucional y legal del derecho de la
libertad religiosa, como un aporte significativo al fortalecimiento
de una sociedad más fraterna, justa y solidaria.
Que María, la madre de la Iglesia,
nos acompañe en esta tarea evangelizadora.
SECRETARÍA GENERAL
CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA
CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA
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