de las organizaciones de la sociedad civil colombiana y de la Mesa de Trabajo
sobre la política
pública de Empresas y Derechos Humanos
Carta de las organizaciones de la
sociedad civil colombiana y de la Mesa de Trabajo sobre la política
pública de Empresas y Derechos Humanos al Gobierno colombiano para
que apoye el proceso de negociación del instrumento internacional de
carácter vinculante para el control de las Empresas Transnacionales
y otras empresas
Las organizaciones de la sociedad
civil colombiana abajo firmantes y la Mesa de Trabajo sobre la
Política Pública de Empresas y Derechos Humanos en Colombia,
queremos, a través de esta carta, instar al Gobierno colombiano a
participar activamente en el Tercer periodo de sesiones del Grupo de
Trabajo Intergubernamental de Composición Abierta de las Naciones
Unidas sobre las Empresas Transnacionales y otras Empresas con
respecto a los Derechos Humanos, y a apoyar el avance de las
negociaciones de un instrumento internacional de carácter vinculante
para asegurar la protección de los derechos humanos frente a las
actividades de las corporaciones transnacionales y otras empresas.
Somos conscientes que hasta ahora el Gobierno colombiano le ha
apostado al abordaje de esta cuestión con mecanismos como el Plan
Nacional de Acción, que a nuestro criterio sigue siendo un
instrumento blando que no ofrece respuesta a la crisis de derechos
humanos que se vive en los territorios colombianos donde operan
grandes empresas, ni ofrece garantías reales a las
víctimas afectadas por dicha operación empresarial, y que tampoco
ofrece ningún avance en resolver los evidentes desequilibrios entre
la protección a las inversiones (en el ordenamiento nacional e
internacional) y la desprotección de las comunidades eventualmente
afectadas.
La flexibilidad y benevolencia con
que se sigue tratando a las empresas que operan en territorio
colombiano a través de esta política pública sobre EYDH, basada en
principios rectores de Naciones Unidas y en la promoción de los
códigos voluntarios de conducta, contrasta fuertemente con la
situación que está afrontando el mismo Gobierno colombiano, al
tener que enfrentar numerosas y cuantiosas demandas por parte de
grandes empresas |1|
que, lejos de respetar las leyes y la jurisdicción nacional, se
sirven de los mecanismos de protección de inversiones para
cuestionar la soberanía del Estado en lo que tiene que ver con las
decisiones acerca de la gestión de sus recursos naturales o del
ordenamiento de sus territorios, o incluso en lo relativo al uso de
los mecanismos disponibles para el control fiscal. |2|
Por ello, consideramos que esta
tercera sesión del Grupo de Trabajo Intergubernamental, que se
llevará a cabo en Ginebra, es una oportunidad imperdible para que el
Gobierno colombiano apoye con total convencimiento el avance de las
negociaciones de un Tratado Internacional, que precisamente dote de
herramientas a las comunidades para un acceso efectivo a la justicia
frente a las afectaciones derivadas de la operación empresarial en
los territorios, y dote también de herramientas al Estado para
garantizar el cabal respeto de los Derechos Humanos de las
comunidades afectadas, así como para defenderse frente a la ofensiva
empresarial en materia de demandas, que pone en entredicho la
estabilidad del país tanto a nivel fiscal como a nivel
socioeconómico.
En las sesiones de los pasados años
2015 y 2016 se exploró la naturaleza, alcance y elementos que
podrían ser incluidos en un instrumento jurídicamente vinculante
sobre corporaciones transnacionales y otras empresas con relación a
los derechos humanos. Este año 2017 se espera iniciar la negociación
de los contenidos y profundizar en la cuestión del alcance de este
nuevo instrumento. La sesión de este año es crucial para asegurar
que este importante proceso siga avanzando en el seno de las Naciones
Unidas, para lograr extender la comprensión y apoyos por parte de
más Estados y actores interesados.
Sigue siendo
patente el compromiso y entrega de gran cantidad de organizaciones y
movimientos sociales a nivel mundial con este proceso. Su labor de
incidencia constante y constructiva, así como con sus acciones de
permanente movilización y su participación y acompañamiento a las
deliberaciones en las Naciones Unidas, han jugado un papel clave para
respaldar el proceso y mostrar la relevancia de alcanzar un
instrumento internacional que contribuya a esa lucha por justicia
social y los derechos humanos en el mundo. Desde nuestras
organizaciones y desde la Mesa de Trabajo sobre la Política Pública
de Empresa y Derechos en Colombia, ratificamos nuestro interés y
compromiso con este proceso.
Por ello, insistimos en la imperiosa
necesidad de que el Gobierno colombiano atienda a este llamado y,
principalmente a través de la Consejería Presidencial para los
Derechos Humanos, y también a través de la Cancillería y su
delegación especial en Ginebra, dé un paso adelante y se comprometa
en el avance hacia un Tratado Internacional de carácter vinculante
para el control de las empresas transnacionales y otras empresas.
Ésta sería una gran muestra de voluntad en su compromiso con
atender de una forma real y genuina la crisis de Derechos Humanos que
se registra en los territorios afectados por la operación
empresarial, y superar por fin los débiles estándares que ofrecen
los códigos de conducta voluntarios o el actual Plan Nacional de
Acción.
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