Destapa las prácticas más oscuras del sector
Fue testigo y cómplice de algunas de
las actividades más fraudulentas
Christophe Brusset (Claude GASSIAN )
Por: ROSANNA CARCELLER
Heces de animales en las especias
molidas, pimentón que en realidad no lo es, polvo de ladrillo
en el azafrán, carne de caballo vendida como carne de buey…
Christophe Brusset, ingeniero francés, ha trabajado durante más de
20 años como broker o director de compras de grandes
empresas agroalimentarias.
La carne de caballo, el
desencadenante
Hace mucho tiempo que se engaña al
consumidor. “Por ejemplo, en el caso de los ravioli de Leader Price
que no contenían carne de cerdo, como anunciaban. Lo destapó el
periódico francés Capital en 2001, pero nadie lo consideró un
escándalo”, explica Brusset a Lavanguardia.com.
“Cuando vi el gran caso de la carne
de caballo (vendida como carne de buey), me di cuenta de que algo
había cambiado en la percepción de los consumidores. La cuestión
ya no era que hubiera víctimas o no. La gente quería saber la
verdad. Estaban preparados para escuchar lo que yo tenía que
contar”.
Heces en las especias molidas
Sorprenden sus explicaciones sobre
los casos de lotes de especias turcas o egipcias con excrementos
de pájaro y los botes de pimienta india o de guindillas indias
con heces de ratón y otros desechos. La solución para conseguir
vender estos productos era triturarlo todo, tratarlo, y diluirlo en
partidas “sanas”.
El caso del azafrán en polvo es otro
claro ejemplo, “algunos proveedores sin escrúpulos hacen locuras:
no dudan en mezclar ingredientes como ladrillos machacados,
colorantes prohibidos (…). Yo ya no consumo productos molidos ni
triturados de tipo industrial”, afirma Brusset.
Orígenes dudosos
Azafrán
Otro de los engaños más comunes son
los orígenes de los productos. “El mayor comprador de azafrán
(vendido como) español es Estados Unidos. Pero España exporta más
azafrán del que puede producir… En realidad, parte este azafrán se
importa de Irán, el primer productor mundial”.
“Así, Estados Unidos puede comprar
la cantidad de azafrán que desee bajo bandera española, sin
tener que comerciar con Irán, país contra el que decretó un
embargo”, leemos en el libro. Hay decenas de casos como este.
No hay comentarios:
Publicar un comentario