Pide encontrar
nuevas formas para dar voz a las víctimas
Concluyó ayer la plenaria del
organismo, que agradeció a Marie Collins e insistió en su voluntad
de colaborar con la Congregación para la Doctrina de la Fe en
relación con las “Líneas guía” para contrarrestar la
pederastia
SALVATORE CERNUZIO
El cardenal arzobispo de Boston y
presidente de la Comisión anti-abusos, Sean O’Malley
CIUDAD DEL VATICANO
Antes que nada, el agradecimiento por
el trabajo de Marie Collins y por su fuerte compromiso a favor de las
víctimas de abuso. Es el punto con el que comienza el comunicado de
la plenaria de la Pontificia Comisión para la Turela de los Menores,
que concluyó ayer, 26 de marzo de 2017.
Después se expresan la
promesa de un mayor compromiso para encontrar «nuevas formas» para
dar voz a los supervivientes y colaborar con la Congregación de la
Doctrina de la Fe (el dicasterio que fue el principal blanco de las
acusaciones de la irlandesa Marie Collins) para la difusión de las
“Líneas guía” de la lucha contra los abusos en la Iglesia. Al
final, se anunció una novedad, es decir que los 16 miembros de la
Comisión se reunirán de vez en cuando con los representantes de las
Conferencias Episcopales que viajen a Roma para las “visitas ad
limina” (hoy, por ejemplo, le toca a los obispos del oeste de
Canadá).
En la nota publicada hoy, al final de
los tres días que duró la plenaria, y difundida por la Radio
Vaticana, los miembros de la Comisión y el cardenal presidente, Sean
O’Malley, agradecieron a la ex-colega irlandesa por el gran trabajo
que ha desempeñado a favor de quienes (como ella a los 13 años) han
sufrido los abusos de sacerdotes y también a para la prevención y
la lucha contra la pederastia. «Sus recomendaciones fueron uno de
los temas centrales de la plenaria», indica el documento. También
se agradece a Marie Collins por su disponibilidad a colaborar con el
equipo pontificio en los programas de educación para los nuevos
obispos y para los oficiales de la Curia.
Durante las sesiones de trabajo,
informó la nota, se reflexionó particularmente sobre uno de los
pasajes de la declaración con la que Collins presentó su renuncia
el pasado primero de marzo, en el que se quejaba de la falta de
respuesta inmediata (o, a veces, de una respuesta y basta) por parte
de las oficinas vaticanas para las víctimas que escriben cartas al
Papa y a la Santa Sede. La Comisión expresó el deseo de que cada
niño o adulto víctima de pederastia pueda recibir rápidamente una
respuesta de la Curia. «Es importante responder directamente»,
afirman los expertos. La Comisión está consciente de que esta tarea
es particularmente difícil, «debido al gran volumen y la naturaleza
de la correspondencia», y se sabe que a exige «recursos y
procedimientos claros y específicos». Sin embargo, se subraya,
«reconocer la correspondencia y dar respuestas rápidas y personales
es una manera para promover la curación y la transparencia»
queridas por Papa Francisco.
Los miembros de la comisión enviarán
al Pontífice «más recomendaciones» para que las tenga en
consideración y que podrían ser útiles para mejorar el trabajo del
organismo instituido en 2014. También aseguraron que continuarán
«trabajando para asistir a las Iglesias locales en su
responsabilidad para la protección de los menores», mediante
visitas locales, conferencias y los ya citados cursos de formación.
Además de todo ello, estarán las entrevistas “cara a cara” con
los obispos de los diferentes países que se encuentren en Roma en
“visita ad limina” para comunicarles las “Líneas guía” de
la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores, que son un
«elemento esencial» de la lucha contra los abusos en la Iglesia.
Estas “Líneas guía”, ampliamente apoyadas por el Papa, serán
comunicadas a las congregaciones religiosas, o se pueden consultar
directamente desde el sitio web de la Comisión
(www.protectionofminors.va). En este trabajo de comunicación y
difusión se insiste en la «voluntad de trabajar con la Congregación
para la Doctrina de la Fe».
Por el contrario, no se especifica si
llegaran nuevos miembros al equipo, que cubran los huecos que han
dejado Marie Collins y el inglés Peter Saunders, que también fue
víctima de pederastia, quien no participa en los trabajos de la
Comisión desde febrero de 2016, cuando criticó públicamente al
cardenal australiano George Pell, Prefecto de la Secretaría para la
Economía.
El comunicado también indica que
antes de la plenaria hubo un congreso sobre la educación y la
prevención, titulado “Safeguarding in Homes and Schools: Learning
from Experience Worldwide”, que se llevó a cabo el día 23 de
marzo en la Pontificia Universidad Gregoriana, promovido por el
Centro para la Protección de los Menores, que nació en el Ateneo
con la colaboración de la Congregación para la Educación Católica.
Participaron en el encuentro, que se concentró particularmente en
Amérca Latina, más de 150 personalidades, entre los que estaban el
cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, y diferentes
responsables de los dicasterios de la Curia romana, como el cardenal
Marc Ouellet, Kevin Farrel, João Bráz de Aviz y Peter Turkson.
Al inaugurar el encuentro, el
cardenal O’Malley insistió en la línea dura de Papa Francisco,
quien, dijo, todavía está «completamente comprometido para
arrancar la plaga de los abusos sexuales». «Si la Iglesia no se
compromete en la tutela de menores, nuestros esfuerzos
evangelizadores no tendrán efecto», ha afirmado el arzobispo de
Boston: «no hay justificación en nuestros días para fracasar en la
implementación de estándares concretos de protección para nuestros
niños, jóvenes y adultos vulnerables».
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