50 años de la promulgación por el beato Papa Paulo VI.
Queridos amigos y amigas,
El próximo 26 de marzo se cumplen 50
años de la promulgación de la Encíclica Populorum Progressio del
beato Papa Paulo VI.
El FEPP (Fondo Ecuatoriano Populorum
Progressio) nació por iniciativa de Mons. Cándido Rada y varios
sacerdotes y laicos comprometidos, para poner en práctica uno de los
llamados de la encíclica: la constitución de un fondo común para
ayudar a los más desheredados, para la lucha inmediata contra la
miseria, para promover el desarrollo. (PP no. 51)
En la vida de las personas esto se
traduce en trabajo, comida suficiente, salud, estudios de los hijos,
esperanza de cambio, organización social, refuerzo de la familia,
solidaridad, camino hacía una mayor dignidad y libertad.
De esta respuesta a la invitación de
la Populorum Progressio, el equipo de trabajo del FEPP ha crecido
mucho. Hoy con regionales, empresas, fundaciones, somos el Grupo
Social FEPP. Con casi 600 personas entre personal, cooperantes y
voluntarios, prestamos nuestros servicios a más de 140.000 familias
ecuatorianas (700.000 personas), en cantones que tienen pobreza en
casi todas las provincias del Ecuador.
La Populorum Progressio invita a
todos a construir un desarrollo auténtico y verdadero que no
consiste en la riqueza egoísta y deseada por sí misma, sino en la
economía al servicio del hombre, en el pan de cada día distribuido
a todos, como fuente de fraternidad y signo de la Providencia (PP no.
86). Estamos contentos de lo que hemos podido hacer con la ayuda del
Señor y de muchas personas e instituciones que han creído en
nuestra capacidad de hacer cosas útiles y bellas.
El futuro del GSFEPP está ligado a
circunstancias diferentes. Hemos asegurado la actividad financiera
con banCODESARROLLO, que continúa a crecer y a reforzarse con la
incorporación de nuevos accionistas personales e institucionales
(entre los cuales deben estar ustedes) que comparten esta invitación
de contar con un buen fondo bien manejado que ayude al desarrollo.
Otras actividades nuestras
(asistencia técnica, formación profesional de los jóvenes,
protección ambiental y ecológica, agua potable y construcciones
para las comunidades rurales, fortalecimiento socio-organizativo en
los territorios, producción, transformación y comercio justo y
solidario, etc...) encuentran cada vez más dificultades para su
financiamiento, pero nosotros no perdemos la esperanza de conseguir
apoyos porque los pobres aún necesitan de la solidaridad de todos
para salir de su pobreza: ellos tienen más problemas que nosotros y
para nosotros es un deber ayudarlos. Para ellos nuestros pequeños
apoyos son un signo de la Divina Providencia. Seguiremos adelante
porque muchos amigos, personas e instituciones como ustedes nos
continúan apoyando.
Creemos que todos los cristianos como
los no cristianos, “querrán ampliar su esfuerzo común y
concertado a fin de ayudar al mundo a triunfar del egoísmo, del
orgullo y de las rivalidades, a superar las ambiciones y las
injusticias, a abrir a todos los caminos de una vida más humana en
la que cada uno sea amado y ayudado como su prójimo y su hermano”
(PP. No. 82). Nos unimos al grito de angustia final de la encíclica
Populorum Progressio que sigue vigente en estos 50 años, para
trabajar fraternalmente juntos por el desarrollo. “Porque si el
desarrollo es el nuevo nombre de la paz, ¿quién no querrá trabajar
con todas sus fuerzas para lograrlo?”. Buscaremos realizar un
evento especial de conmemoración por los 50 años de la Populorum
Progressio, mientras tanto les agradecemos por recordarla, por su
amistad, confianza y ayuda.
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