Deudora: síntomas
mórbidos
John Saxe-Fernández
La inusitada expansión por 54 mil
millones de dólares que Trump agregó a los 610 mmdd del descomunal
presupuesto del Departamento de Defensa para este año fiscal
(octubre de 2017-septiembre 2018) además de 60 mmdd para más guerra
en Irak y Afganistán, representa un grave acontecimiento para el
planeta en lo militar y para México y la periferia capitalista en lo
económico.
Ante la actual modernización nuclear William Perry, ex secretario de
Defensa (1994-96), advirtió que “enfrentamos peligros nucleares
con más probabilidad de desencadenar un conflicto nuclear que
durante la guerra fría”. Rusia y China ya actualizan sus
arsenales. Ante esas innovaciones, despliegues y bases militares de
Estados Unidos en sus fronteras. Preocupa a Pekín el influjo del
ultra-derechista Steve Bannon, estratega de la Casa Blanca, quien ve
a musulmanes y a China como amenazas para el «occidente
judeocristiano» y anticipa una guerra con China en los próximos
años. En los ochenta la hiperampliación del gasto militar de Reagan
y sus recortes impositivos a favor de ricos y corporaciones
triplicaron la deuda de
Estados Unidos: de un billón a 3 billones de dólares (con un PIB de
6.45 billones). Esa erogación impactó al mercado de capitales y
Paul Volcker, jefe de la Reserva
Federal, elevó las tasas de interés de
9.5 por ciento a más de 16 por ciento en octubre de l981.
Con el aumento en los precios del petróleo, México registró un
saldo de la balanza en cuenta corriente superavitaria, pero el Banco
Mundial (BM) animó al país a seguir endeudándose. Así lo
demuestra el economista Eric Toussaint, del Comité para la Abolición
de las Deudas Ilegítimas. Indica que «el volumen de los préstamos
del BM a México... se multiplicó por cuatro entre 1973 y 1981 y que
con aval del BM también se endeudó a gran escala con la banca
privada»: «En 1982 se contabilizaban 550 bancos privados acreedores
de México. Para el BM, la clave era conservar la influencia sobre el
gobierno mexicano. Mientras la situación de las finanzas públicas
entre el 74 y 76 se deterioraba gravemente y las señales de alerta
se encendían, el Banco Mundial empujaba a México a seguir
endeudándose». Toussaint muestra que «(El) mensaje emitido por el
BM consiste en decir que aun si todo hace pensar que todo va mal, no
hay nada que temer, la situación real es excelente y hay que seguir
endeudándose». Así, mientras el 19 de noviembre de 1979 procedía
el shock Volcker, el BM decía: «Tanto el crecimiento de la deuda
pública externa de México como el aumento de la ratio del servicio
de la deuda que en 1979 podrá llegar hasta 2/3 de sus
exportaciones sugieren que se trata de una situación muy crítica.
De hecho, la realidad es exactamente lo contrario». Lo que hace a
Toussaint exclamar: «Es, literalmente, alucinante».
A instancias de Kissinger, De la
Madrid aceptó ¡reunirse a puertas cerradas con Reagan antes de una
reunión clave de deudores para decidir sobre una negociación
conjunta, con la moratoria en mente! La confianza entre deudores cayó
y la escena externa empeoró: el petróleo bajó y el dólar se
apreció 25 por ciento. La deuda era impagable, pero «cobrable».
Por no declarar la moratoria, se profundizó la transferencia de
riqueza pública a favor de cuates de dentro y de fuera. Encabezada
por México y Brasil la región presenció el arribo de los
mil-millonarios y de la desnacionalización de la toma de decisiones
en materia económica y de seguridad.
Al privilegiar De la Madrid y
sucesores el servicio de la deuda sobre el bienestar público, se
abrieron boquetes presupuestales y se filtró una condicionalidad,
acreedora neoliberal, en realidad una brutal ofensiva contra
trabajadores, campesinos y clase. Así, la periferia capitalista pagó
los platos rotos de la reaganomics. Y ahora, con Trump y una deuda
mexicana equivalente a 50 por ciento del PIB, ¿vamos hacia otra
debacle deudora junto a la renegociación del TLC y la sucesión
presidencial?
Desde 1982 empezamos a dejar de tener
banca propia, alimentos, ferrocarriles, petróleo, gasolina,
electricidad y empezamos a tener un país transformado en fosa
clandestina por Estados Unidos y el prianismo neoliberal. Excepto por
los crímenes de lesa humanidad, tragedia que clama por justicia, lo
demás es recuperable. Hoy vivimos en un mundo de creciente
multipolarización en lo financiero, bancario y productivo que invita
a la construcción social alternativa al capitalismo depredador. Aquí
hay mucho futuro para México.
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