El jefe de campaña de Clinton
propuso crear una revuelta de católicos «liberales» contra los
obispos de EE.UU
Ayer se filtraron más correos
electrónicos de la campaña de Hillary Clinton. En uno de ellos, su
jefe de campaña, John Podesta, admite que está ayudando a poner en
marcha un grupo «progresista» para infiltrarse en la Iglesia
Católica y provocar una revuelta contra los obispos de EE.UU.
En su respuesta, Podesta indica
cómo se formaron grupos de agitación para el cambio dentro del
catolicismo con el fin de socavar las enseñanzas de la Iglesia,
aunque señala que todavía no había un liderazgo adecuado para
lograr esto.
«Hemos creado la Alianza de
Católicos por el Bien Común para organizarse para un momento como
este», escribe Podesta. «Pero creo que les falta el
liderazgo para hacerlo ya... Como la mayoría de los movimientos
"primaverales", creo que éste tendrá que ser de abajo
hacia arriba».
El destinatario de los emails de Jon
Podesta, Sandy Newman, fundador de Voices of Progress, le escribió
explicándole que la oposición de los obispos a ley sanitaria de
Obama «aunque el 98% de las mujeres católicas (y sus parejas) han
usado métodos anticonceptivos, me ha hecho pensar... Se
necesita una "primavera católica" en la que los
propios católicos exijan el fin de una era de dictadura medieval y
el comienzo de una pequeña democracia y de respeto por la igualdad
de género en la Iglesia Católica».
En el cruce de emails se valora
la posibilidad de usar a la Catholic Health Association (CHA), que
agrupa a más de 1200 centros e instituciones
sanitarias"católicas" en su batalla contra los
obispos. La CHA apoyó la ley sanitaria de la administración de
Obama situándose en contra del magisterio de la Iglesia. De
hecho, el presidente de los EE.UU apeló a esa asociación en
la batalla legal que las Hermanitas de los Pobres están
librando para no verse obligadas a acatar una ley que atenta
contra su conciencia.
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