Algunas de las tecnologías que
podrían ayudar a proteger la democracia y los derechos individuales
incluyen tecnologías que permitan a los disidentes publicar
anónimamente.
Mundo.- La tecnología debería
desempeñar un mayor rol en la protección de los derechos de las
personas, expresa el ex empleado de la Agencia Nacional de
Seguridad de los EE.UU. (NSA), Edward Snowden, quien considera
también que la democracia debería ser algo más que votar cada
cierto tiempo. Snowden, exiliado por haber filtrado documentos
clasificados que mostraban la brutal vigilancia<z de EEUU a sus
propios ciudadanos, señala que las “elecciones son importantes,
los votos son importantes, pero nunca son suficientes”.
Para Snowden, la principal esperanza
de proteger la democracia y evitar la represión y la vigilancia,
puede residir en la evolución de la tecnología. “Todos en esta
sala tiene un dispositivo en el bolsillo, que no para de cantar al
cielo, buscando torres de teléfonos celulares diciendo: ‘Aquí
estoy, aquí estoy, graba mi ubicación'”, explicó Snowden, en
referencia a los teléfonos inteligentes.
Este poder de saber dónde nos
encontramos, podría servir para empoderar a la población en vez de
someterla a vigilancia. Especialmente ahora que el recién electo
Donald Trump puede representar un problema para la democracia
estadounidense. Sin embargo, para lograr este cambio de paradigma es
necesario que existan innovaciones en matemáticas, tecnología y
ciencia, según señala Snowden.
También un cambio en el marco
regulatorio es necesario. “La ley es siempre algo que debemos estar
a la expectativa de cambiar”, dijo Snowden. “A fin de cuentas,
las leyes son simplemente letras en una página (que) no van a saltar
para proteger tus derechos”.
Por ejemplo, señala Snowden, algunas
de las tecnologías que podrían ayudar a proteger la democracia y
los derechos individuales incluyen tecnologías que permitan a los
disidentes publicar anónimamente, hablar con un velo de protección
en línea y tal vez incluso aprovechar la realidad aumentada para que
la gente pueda congregarse en movimientos democráticos.
Por otro lado, siempre existe el
riesgo de que las grandes corporaciones como Facebook, Google y
Twitter posean, y más adelante hagan un mal uso, de estas nuevas
plataformas tecnológicas. “No queremos que las empresas decidan
qué es lo que hacemos”, dijo Snowden.
Para resolver este problema, opina
Snowden, es necesario que exista una red difusa de estas plataformas
en línea, en lugar de sólo unos cuantos gigantes tecnológicos. “En
lugar de un Facebook, usted tiene 10.000 (redes), todas conectados
entre sí”, dijo Snowden.
Evidentemente hay mucho trabajo por
hacer en resguardo de nuestros derechos y de la democracia, y no
necesariamente los poderes políticos y económicos nos dejarán
hacerlo fácilmente.
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