A Mons. Julio Parrilla Obispo de Riobamba
En relación de un mural donado por él Obispo de Riobamba Mons. Julio Parrilla
En relación de un mural donado por él Obispo de Riobamba Mons. Julio Parrilla
Un fraterno saludo de Paz y Bien.
Lamento no haber sido informado y
desconozco los motivos de esa decisión; te agradeceré me puedas
informar y donde se encuentra actualmente el mural y en qué
condiciones.
El mural es una pintura sobre
tableros de madera de 8 x 5 mts, dedicada al pueblo de Dios de
Riobamba, el Cristo del Poncho y los indígenas están presentes en
el caminar desde la fe acompañados por los profetas y mártires,
como San Oscar Romero de América, ahora beato, quien dio su vida
para dar vida, acompañado por Marianela García, religiosa del
Salvador quien también dio su vida por sus hermanos. Ellos son
semillas fecundas de la Iglesia latinoamericana Pueblo de Dios; son
las voces proféticas que anuncian y denuncian, como la de Don Helder
Cámara, Obispo de Olida y Recife y del Cardenal Paulo Evaristo Arns,
Arzobispo de Sao Paulo, Dom Pedro Casaldáliga , la voz profética
desde Sao Félix de Araguaya, de Brasil, el Padre Ernesto Cardenal y
la figura de Mons. Leonidas Proaño, profeta y misionero que sembró
la vida y la esperanza
En el mural están representados
mártires como Mons, Angelelli y el Padre Carlos Mujica de Argentina,
Lucho Espinal, jesuita español que dio su vida en Bolivia, Chamorro
de Nicaragua y tantos otros que abrazaron la cruz siguiendo a Cristo.
En el mural están representadas las
Madres de Plaza de Mayo, su caminar, resistencia y esperanza en la
búsqueda de sus hijos, que, como María sufren el calvario de la
violencia pero las sostiene la resistencia del Amor.
Sería bueno hermano Julio que
conozcas la obra desarrollada por Mons. Leonidas Proaño, tu
predecesor en la diócesis de Riobamba, que ha dado frutos que
perduran en la mente y el corazón de la Iglesia del Ecuador, de los
hermanos y hermanas indígenas, de los más pobres y marginados de la
sociedad que se formaron en la libertad; también sería bueno que
conozcas el accionar histórico de las Escuelas Radiofónicas
Populares, y tantas obras que el obispo desarrollo en defensa de la
vida y dignidad en bien del pueblo.
Todos ellos tenían puesto un oído
en el Evangelio y otro en el Pueblo para saber por dónde caminar y
escuchar el clamor del pueblo de Dios.
No faltaron las incomprensiones y la
persecución que Mons. Proaño debió sufrir por abrazar la cruz
junto a los más pobres, nuestros hermanos indígenas. Sería largo
enumerar y no alcanzaría el tiempo para explicarte el mural y su
significado tanto para la Iglesia latinoamericana en general como
para la Iglesia Ecuatoriana en particular y muy especialmente para la
diócesis de Riobamba; pues en el mural resalta la Casa de Santa
Cruz, que para Mons. Proaño fue la Casa Madre de la Iglesia de
Riobamba, lugar de encuentro, de reflexión y oración, y de
peregrinaje de cristianos y no cristianos provenientes de todas
partes del mundo donde religiosos y religiosas, laicos, teólogos, a
nivel ecuménico encontraron el lugar de hermandad y fraternidad a la
luz del Evangelio.
Sería muy bueno que visites en
Pucahuayco, el Centro de Formación de Misioneras indígenas y lugar
donde descansa Mons. Leonidas Proaño para compartir y orar en
comunión con quienes caminaron junto al profeta y pastor.
Tengo entendido por alguna
información que me llegó que has hecho un Centro Penitencial en el
lugar donde estaba el mural; creo que el mural puede ayudar y
contribuir a la meditación y la oración en pensar el caminar del
pueblo de Dios. También informarte que los mártires y profetas
están en otros murales en el mundo, como el Vía Crucis
latinoamericano encargados por Misereor, Adveniat y Pan en el Mundo y
otras organizaciones cristianas, en particular el Paño de Cuaresma
de la Resurrección junto a los pueblos, profetas y Mártires.
Querido hermano Julio, espero tu
respuesta, sobre los motivos de retirar de la Catedral el mural e
informarme cuál es su destino y en qué condiciones se encuentra.
Copia de esta carta será remitida a
la Conferencia Episcopal del Ecuador y al Santo Padre, el hermano
Francisco
Por último, querido hermano Julio,
que el Señor te ilumine y de mucha fuerza y esperanza en anunciar la
Buena Nueva.
Te reitero el fraterno saludo de Paz
y Bien.
Adolfo Pérez Esquivel
Buenos Aires, 12 de mayo del 2016
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