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sábado, 26 de agosto de 2023

carta No.199: La campaña electoral que queremos…

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 199 – 27 agosto 2023
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La campaña electoral que queremos…

“¡No pierdan nunca la valentía de soñar y de vivir en grande! sean campeones de fraternidad; afronten los desafíos de la vida dejándose orientar por la creatividad fiel de Dios y por buenos consejeros.”  Papa Francisco a los jóvenes en la JMJ 2023.

 

Terminó la primera parte del proceso electoral.  Escogimos a dos candidatos y el 15 de octubre elegiremos al nuevo presidente.  Como sucede en muchos casos y países, tendremos ‘balotaje’, una segunda vuelta entre los dos más votados.  Proclamados los resultados oficiales inicia una nueva campaña electoral.

Hemos sido testigos, en varios procesos electorales, de cómo los partidos y movimientos políticos y los candidatos, en lugar de plantear sus propuestas, presentar y defender sus planes de gobierno, atacan a sus contrarios de manera burda, exponiendo sus antecedentes personales, falta de honradez, inexperiencia, desacreditan sus estudios y profesión, inventan incapacidades, husmean sobre sus bienes, carácter, aspecto físico… ‘sacan todos los cueros al sol’, haciendo interpretaciones maliciosas o inventando falsedades para descalificarlo.  Todos dejan de lado la ética política.

Hablan sobre la familia, padre, madre, hijos, círculo de amigos, de trabajo, de empresa, de los movimientos políticos que lo apoyan, de los intereses económicos que representa, de los respaldos -principalmente financieros- que reciben para su campaña...  Pero ¿será verdad? o se armarán mentiras, utilizando todo tipo de artimañas, incluso de las nuevas tecnologías de comunicación.  Se lanzarán juicios condenatorios y temerarios que resten puntos al oponente frente a sus seguidores y a los indecisos electores.

Harán esto aprovechándose de que buena parte de la población carece de formación política y de conciencia crítica frente a decisiones importantes, por lo que no le interesa conocer ni analizar las propuestas de los candidatos, simplemente se dejan llevar por las subjetividades, minuciosidades, banalidades, que las asumen como verdaderas y sin verificar las difunden en sus círculos familiares, grupales o sociales.

En estos casos, el populismo es palpable, los aspirantes terminan ofreciendo lo que no cumplirán, engañando al pueblo y manipulando sus necesidades y expectativas.  Ofrecerán una sociedad segura, sin delincuencia, sin corrupción, con empleo, con trabajo, con crecimiento económico y con salud, educación y bienestar para todos, sin decir cómo, cuándo ni de dónde obtendrán el presupuesto para hacerlo…

Al faltar transparencia y no decir la verdad se crea una sociedad que se divide por uno u otro candidato.  En medio de mentiras, el ganador llega desprestigiado y sin apoyo de casi la mitad de la población.  Terminamos injuriando a ‘los otros’ y sintiéndonos ofendidos por ‘los demás’, por lo que atacamos, amenazamos, con ganas de ‘venganza’, generando división, conflicto y violencia.  Esto no es bueno ni justo.

Con estos antecedentes, como cristianos la campaña electoral que queremos debe ser distinta: exigimos que eleven el nivel de debate, sin mentiras ni engaños, sin insultos ni diatribas, que expongan propuestas serias y viables, para que con conocimiento de causa optemos por el mejor proyecto.  Soñamos a lo grande, en la fraternidad, en la solidaridad, en que los candidatos sientan que ‘el otro’ también es parte del ‘nosotros’ y que todos somos responsables del futuro del país.

Hay que confrontar siempre con la verdad, sustentando lo que decimos, analizando y valorando objetivamente las propuestas.  Tenemos el mandato de “no levantar falso testimonio ni mentir”, principio que debemos promover en nuestros círculos y trabajar arduamente para que en los medios de comunicación y en las redes sociales se difunda la verdad y no mentiras ni ataques u ofensas.

Frente a la dura realidad que vivimos es necesario promover la escucha y el diálogo, los acuerdos mínimos posibles y transparentes, la confrontación de ideas con altura y verdad, para que el candidato que gane genere, con el apoyo de todos, soluciones a los problemas que nos afectan, especialmente a las mayorías empobrecidas y excluidas.  Solo la verdad nos lleva a la justicia y a la paz.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

sábado, 19 de agosto de 2023

carta No.198: ¡Recuperemos la PAZ!

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 198 – 20 agosto 2023
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¡ Recuperemos la PAZ !

“El conocimiento y la estima por los demás también pueden crecer en la escucha mutua, hasta el punto de reconocer en el enemigo el rostro de un hermano” (Papa Francisco, Jornada Mundial de la Paz, 2020).

"Vivir, hablar y actuar sin violencia no es rendirse, no es perder ni renunciar a nada.  Es aspirar a todo" (Papa Francisco, video del Papa, abril 2023)

En el Ecuador de hoy, en mayor o menor grado, todos tenemos miedo, angustia.  Nos sentimos amenazados, inseguros, con el pavor de que en cualquier momento nos asalten, roben, hieran…  Estamos perplejos porque un candidato presidencial fue asesinado por sicarios en medio del resguardo policial.  En el imaginario colectivo están latentes manifestaciones de violencia e inseguridad del pasado.  Anhelamos volver a sentir tranquilidad, seguridad y paz.

El país está sumergido en una espiral de violencia de la que es complejo y difícil salir.  Una realidad completamente nueva para la mayoría, peligrosa y desafiante para el gobierno y no sabemos cómo enfrentarla.  La violencia es el resultado de muchos factores sociales, laborales, económicos, educativos, culturales… que han degradado y minado la institucionalidad.  Hay bandas delincuenciales, crimen organizado y agentes de mafias internacionales que han sometido al país.  La violencia y la inseguridad tienen mil formas de manifestarse, y lo más grave que con el poder que manejan son capaces de comprar o doblegar a determinadas autoridades de las diversas funciones del Estado para ponerlas a su servicio.  Los guardianes del orden, de la paz, de la justicia, vemos con terror que fenecen, son chantajeados o se convierten en cómplices y/o encubridores del crimen organizado dando paso a la impunidad y barbarie.

¿Cómo enfrentarlas?  La represión, la militarización del país, el incremento de las penas, el cambio de fiscales y jueces amedrentados y corrompidos por autoridades probas… son acciones que pueden paliar en algo el problema, pero no son suficientes.  Es importante enfrentar el origen del problema, solucionar la pobreza extrema que afecta a una creciente población: generando fuentes de trabajo digno y bien remunerado; estimulando y promoviendo mayor productividad y eficiencia; dotando de servicios básicos a las poblaciones sin que esto dependa de su tamaño; implementando un servicio de salud integral, eficiente, eficaz y oportuno; aplicando como política de Estado una educación universal, gratuita y de calidad. Dando atención preferente a los más desvalidos y vulnerables… El Papa Pablo VI, advertía que no hay Paz duradera sino hay Justicia.

La responsabilidad es de todos, sin excepción, personal y socialmente de comprometernos a recuperar la institucionalidad de lo público, que normada por leyes justas garantice el ‘Bien Común’. Construirlo es tarea prioritaria e impostergable.  La esencia de la política es trabajar por la comunidad, en la que nadie se quede fuera, sin descartados ni excluidos.  Debe garantizar, por encima de cualquier interés personal o de grupo, el bien común.

Esta labor es de todos, sin excepción, por el hecho de ser humanos.  Si confesamos ser cristianos, testigos de Jesucristo, en medio del mundo, esto se convierte en mandato divino.  Recomendamos examinarnos leyendo Mateo 25, 42-45: una propuesta clara, un desafío concreto y un pedido radical a cada uno.  No podemos quedarnos indiferentes: somos o no somos ‘testigos’, que damos razón de nuestra fe con obras y no solo con palabras.

Imaginemos, por un instante, un ‘Estado Samaritano’ que por todos los medios busca dar de comer al hambriento, de beber al sediento, atender y curar al enfermo, rehabilitar al detenido, emplear al desempleado, desechar la corrupción y la impunidad, administrar justicia justa, promover la paz, erradicar la violencia y garantizar la seguridad.  Donde todos podamos ganarnos el pan de cada día con nuestro esfuerzo y trabajo digno.  Es un inmenso sueño por el que debemos trabajar a tiempo y a destiempo para hacerlo realidad.

Erradicaremos la violencia y la inseguridad solo con justicia, con escucha, con diálogo, con consensos, sin privilegios, sin negociados, sin ladrones de cuello blanco, con un Estado fuerte y sólido, con instituciones confiables, con funcionarios atentos a las necesidades del pueblo, con políticos que sirvan a la gente, con un pueblo organizado, educado, saludable, que camine unido y busque siempre el bien de todos.  ·  #ComuniquemosEsperanza

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

domingo, 23 de julio de 2023

carta No.194: Urgente atención a la crisis social

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 194 – 23 julio 2023
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Urgente atención a la crisis social

"No sucumbir a una concepción reduccionista de la justicia social, que se centra exclusivamente en los indicadores económicos y sociales, sino basarse en tres pilares: dignidad humana, solidaridad, subsidiariedad.” Papa Francisco, mensaje a la OIT, en la Cumbre Mundial del Trabajo, junio 2023.

 

En el país como en la región, si sólo se centra y prioriza la mirada en indicadores económicos, se pierde de vista los grandes y graves problemas sociales que niegan la dignidad humana, especialmente de los sectores más vulnerables. El gobierno central y los locales, además de los políticos, ahora en campaña, dejan de lado las condiciones que determinan como vive la población en general.

Ponen atención al crecimiento del producto interno bruto - PIB, la inflación, las exportaciones, las importaciones, el déficit fiscal, la deuda externa e interna, las reservas internacionales, la inversión extranjera, las recaudaciones tributarias, el gasto público, etc., relegando la dura situación de la gran mayoría de ecuatorianos, donde: 1 de cada 3 vive en pobreza; 2 de cada 3 no tienen empleo adecuado; 1 de cada 3 niños menores a 5 años nacen y viven con desnutrición crónica; hay más de un 9% de trabajo infantil; 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia (psicológica, física, sexual o patrimonial); el 27% aún bebe agua contaminada; solo el 50% de los más de 100 mil jóvenes se gradúan cada año, accede a la universidad; 120 mil ecuatorianos migraron en 2022...

Esta realidad es mucho más grave en el sector rural y en la población más pobre, que es indígena, a sabiendas de que 1 de cada 3 ecuatorianos trabaja en la agricultura para sostener la alimentación de todo el país.

Los gobiernos, al igual que los candidatos, tienden a dejar de lado los grandes problemas sociales y solo hablan sobre violencia, delincuencia, inseguridad, corrupción, empleo… con propuestas poco significativas y mayormente demagógicas en temas sociales y menos para el sector rural. El Frente Social del gobierno está siempre relegado, sin líderes capaces, con funcionarios acomodados, sin recursos financieros, materiales ni técnicos, sin innovación ni integración, generando trabas, dando mala atención y culpando siempre a los demás.

Tal vez esto es reflejo de un Estado indiferente, una burocracia indolente, una idiosincrasia afianzada en lo material y en lo económico, todos buscamos dinero, los ricos para enriquecerse más, los pobres para sobrevivir y dejamos para ‘cuando se pueda’, o para ‘cuando algo sobre’ los temas de salud, inclusión social, educación, vivienda, saneamiento, alimentación, nutrición, deporte y bienestar.

Tema clave son los subsidios, criticados por que se dan a los sectores populares, mientras se ocultan los auxilios económicos que se dan a los grupos económicamente poderosos, que son más costosos para el país.  Se olvida que hay grandes brechas de inequidad y desigualdad y que no podemos poner en iguales condiciones a los que menos tienen con los que más, pues eso sólo crea mayor dominación.

En todas estas áreas sociales se debe implementar la subsidiaridad, si queremos que los excluidos mejoren sus condiciones para construir una sociedad más justa y humana. Es necesario retomar la ‘dignidad humana’ como principio fundamental, que la persona sea el centro de la sociedad por encima del dinero o lo material, que los derechos y deberes humanos de cada uno y de todos primen.  El desarrollo integral debe ser la consigna de la labor cotidiana, el crecimiento en humanidad - el norte social, si queremos que en nuestra sociedad haya justicia y equidad.

Es imprescindible la solidaridad, siempre se puede dar una mano y ayudar a quien más lo necesita y actuar concretamente, tanto en hechos pequeños como en las políticas públicas o en las grandes acciones de sociales.  Es tarea de todos: políticos, empresarios, religiosos, familias, comunidades, profesionales...  Esto no se improvisa, se aprende y comprende desde pequeños y se desarrolla a lo largo de toda la vida.  Como Comisión de Justicia y Paz sentimos que es nuestro deber, trabajar arduamente por la dignidad que todos tenemos como hijos de Dios.  ·  #ComuniquemosEsperanza 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

 

domingo, 9 de julio de 2023

carta No.192: Economía: Un panorama sombrío

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 192 – 9 julio 2023
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Economía: Un panorama sombrío

“Nosotros no debemos amar la miseria, es más, hay que combatirla, ante todo creando trabajo, trabajo digno.  Pero el Evangelio nos dice que sin estimar a los pobres no se combate ninguna miseria”.  Papa Francisco a los jóvenes economistas y empresarios, septiembre 2022.

La disolución de la Asamblea Nacional, después de una estéril disputa de poder con el Ejecutivo; el débil poder Ejecutivo, la campaña presidencial y legislativa para las elecciones de agosto, entre otros factores, no mejoran en nada los indicadores macroeconómicos del país, por el contrario, las perspectivas de superar los niveles de crecimiento del Ecuador postpandemia (4.2 % en 2021 y 2.9% en 2022) se esfuman aceleradamente. Es casi seguro que volvamos a tener un déficit fiscal voluminoso, como resultado de la disminución de las exportaciones petroleras, la baja en las recaudaciones tributarias y el excesivo gasto público, sobre todo en el pago de la deuda pública. Sin embargo, la reducción del monto de la deuda y su costo financiero se desvanece. De hecho, el incremento del riesgo país, cercano a los 2 mil puntos, amenaza el cierre del financiamiento internacional, la determinación de sobretasas de interés y la contracción de la inversión extranjera.

La inseguridad, el desempleo, la corrupción y la impunidad son temas estructurales que arrastra el país y cuya reparación demanda como política de Estado, un clima de confianza, una imagen sólida externa y la convergencia de los diferentes sectores y agentes económicos hacia objetivos comunes.  Situación que no puede ser resuelta por un gobierno de 4 años y menos por uno de transición.

La irracionalidad politiquera partidista anuló las pocas acciones en pro de superar el subempleo (60.6%). El empleo adecuado (34.9%) no crecerá mientras no crezca la inversión, la producción y el consumo básico, variables determinantes en el crecimiento de la reactivación productiva, pues el gasto público no cubre las demandas sociales tanto por la escasez, de recursos cuanto por el mal uso de los recursos asignados.

Más allá del resultado de la consulta sobre el Yasuní (bloque 43) es importante definir una política responsable de uso de los recursos naturales, mediante el manejo de tecnología de punta que garantice la optimización en la explotación y mínima afectación a la naturaleza, medio ambiente y comunidades geográficamente cercanas.

Mantener y fortalecer la dolarización es un desafío prioritario para el gobierno entrante, pues, ha permitido que el Ecuador tenga uno de los niveles más bajos de inflación de América Latina, controlar la especulación y revalorizar los salarios reales, con la consiguiente elevación del nivel de vida, al menos de los que tienen empleo. Prescindir del dólar sería un desacierto, con consecuencias sociales y económicas impredecibles.

El país tiene limitaciones financieras, a nivel gubernamental y de todos sus habitantes, particularmente de los más pobres y su financiamiento, es preciso que entendamos, que aún en las mejores condiciones, tiene un alto costo social, y generalmente no soluciona el problema en toda su amplitud. La austeridad en el uso de los recursos financieros, la lucha contra la corrupción, la explotación racional de los recursos naturales, el incremento de la inversión vs el consumo suntuario, el cobro de impuestos a los grandes evasores, la prevención y sanción a los corruptos, son ejes transversales que deben aplicarse como estrategia de Estado.  Hay que generar inversión, empezando por los que tienen recursos en el país y solo aprovechan de la especulación financiera y para eso el Estado debe ser un facilitador y no obstáculo burocrático. Hay que tener una actitud positiva frente a estas inversiones lícitas, que generan trabajo y recursos tributarios.

La vergonzosa y corrupta conducta de jueces y operadores judiciales que con fallos amañados instauran la impunidad de los delincuentes y la impudicia judicial, dando paso a una situación de barbarie donde cada quien pretende ‘hacer justicia por mano propia’, abona a la crisis económica–social–política y frenan el crecimiento y la paz social.

Por lo tanto, la elección presidencial y parlamentaria de agosto definirá el rumbo para el Ecuador. La decisión está en nuestras manos.  ·  #ComuniquemosEsperanza


"Con los ojos fijos en El,
 en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas. 

 

 

miércoles, 5 de julio de 2023

carta No.191: Trabajemos por la seguridad integral

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 191 – 2 julio 2023
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Trabajemos por la seguridad integral

“…La búsqueda de la paz exige también que la seguridad sea "integral", es decir, capaz de abarcar cuestiones como el acceso a los alimentos y al agua, el respeto del medio ambiente, la asistencia sanitaria, las fuentes de energía y la distribución equitativa de los bienes del mundo”  Papa Francisco, mayo 2023.

En Ecuador los altos niveles de inseguridad generan angustia y miedo en gran parte de la población. Las encuestas señalan que dos de cada tres personas sentimos temor de caminar por las calles. Las muertes violentas han pasado de 25 personas por cada cien mil habitantes en el 2022 y a 32 en junio de 2023. Hoy somos el 2do. país más violento de Latinoamérica.

Predomina un clima de terror, en muchas ocasiones alimentado por la prensa sensacionalista, lo que incrementa el pánico en la población y da mayores alas a los grupos delincuenciales que se sienten fortalecidos por la impunidad, avalada por algunas leyes que les amparan, con la complicidad y corrupción de cierta justicia.  Las bandas ligadas al narcotráfico, sus aliados y la delincuencia organizada o no, causan intranquilidad y preocupación. Incluso hay fuertes dudas respecto a la probidad de unos u otros sectores de la fuerza pública.

Ante esta situación, la sociedad reclama mano dura contra la delincuencia. Muchas personas ven en el presidente salvadoreño Nayib Bukele, el ejemplo a seguir sin importar los derechos humanos.  Voces que cada vez toman mayor fuerza cuando el Estado ha demostrado su impotencia ante la crisis de violencia, a pesar de los ‘estados de emergencia’, el involucramiento de las FFAA, de declarar a los grupos violentos como terroristas y la autorización del uso de armas a la población civil.

En barrios y comunidades se ha ejercido la justicia por mano propia y es muy común la advertencia de “ladrón cogido, será eliminado o quemado”… ajusticiamientos que nos retornan a los tiempos de incivilización y barbarie.

Devolver la seguridad en una de las mayores demandas ciudadanas a los candidatos presidenciales. Lamentablemente sus propuestas sólo hablan de incrementar medidas represivas y choque, incluso algunos ofrecen crear los temidos ‘escuadrones de la muerte’, de tristísima memoria en nuestra historia nacional.

Por lo que ¿podemos comprar la seguridad a cualquier precio?  Evidentemente, No.  Necesitamos una Justicia libre de corrupción, que funcione de forma ágil e imparcial, que cumpla las leyes; unas fuerzas del orden que, suprimiendo a sus malos elementos, se dedique a cuidar y proteger la dignidad y propiedad de la comunidad; un Estado que en todas sus instancias una esfuerzos para combatir la delincuencia y solvente las principales causas de esta crisis, promoviendo el acceso de la población a empleo justo, a alimentación y agua, respeto al medio ambiente, promoviendo la asistencia sanitaria, garantizando las fuentes de energía y la distribución equitativa de los bienes.  Una seguridad integral, que tenga claro que la pobreza, el hambre y la marginación también matan y a momentos son causa de la inseguridad que vivimos.

Entonces, el Estado y la participación de la ciudadanía como constructores de tejido social, son fundamentales para generar lazos de solidaridad y atención que prevengan el involucramiento de la población vulnerable y necesitada, en redes y grupos delincuenciales, pero sin recurrir a ninguna intimidación ni violar derechos, y así enfrentar y vencer a este enemigo social que desangra el país.

Los próximos gobierno y legislativo debe trabajar incansablemente para superar esta cruel situación, comprometiendo a todos los sectores en un esfuerzo común y una labor comunitaria para lograr los objetivos de esa seguridad integral.

Y ante quienes ya están corrompidos…, nos levantamos como una comunidad de creyentes en un Dios padre bueno que conoce nuestras debilidades y que no quiere la muerte del pecador sino su conversión y vida.  Presentamos también nuestra oración para recuperar el bienestar y la fraternidad.  Sólo así volveremos a ser la “isla de paz” y justicia que todos añoramos.  ·  #ComuniquemosEsperanza 

"Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.