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sábado, 14 de octubre de 2023

carta No. 206: Elegir es decidir

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 206 – 15 octubre 2023
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Elegir es decidir

 “En la prisa de la vida hay que tener la valentía de detenerse y elegir…  «Hoy, en el momento en que nos detengamos para pensar en estas cosas y tomar decisiones, elegir algo, sepamos que el Señor está con nosotros, está a nuestro lado, para ayudarnos.   Nunca nos deja caminar solos. Está siempre con nosotros.  Incluso en el momento de la elección»”  Papa Francisco. 

Hemos repetido insistentemente que frente a las elecciones debemos informarnos muy bien para tener los elementos que permitan tomar la mejor decisión, más aún si escogeremos a quien dirigirá los destinos del país y que tiene como reto sacarle de una situación extremadamente compleja y delicada. Al consignar el voto decidimos el futuro que queremos y anhelamos para el país y nuestra familia, hijos, nietos, amigos…  El voto tiene mucha connotación y poder en nuestro presente y devenir.  Elegir es decidir.

Al decidir el voto optamos por una ventana abierta al futuro.  Es la afirmación de una esperanza porfiada en días mejores, es una manifestación de confianza en la propuesta del candidato que en nuestra simpatía dirigirá los cambios que requerimos, es la selección de un camino que queremos recorrer liderados por alguien que, según nosotros, tiene un itinerario claro, contundente y certero para enfrentar y solucionar esta crisis integral y profunda.

Este balotaje se da en un ambiente más polarizado, en medio de la incompetencia gubernamental sin un plan ni estrategias para enfrentar la violencia, dentro de una crisis sistémica que nos afecta directa e indirectamente, con manifestaciones de desinstitucionalización mayúsculas que ponen en riesgo la continuidad del Estado, que muchas veces dan la sensación de vivir en una anomía, en una sociedad que se mueve por inercia, desorganizadamente, sin normas sociales y en la que cada quien trata de pescar a río revuelto.

En este contexto, nuestro voto es, quizá, el último recurso que tenemos como pueblo para vencer el miedo, reclamar seguridad, exigir mejores condiciones de vida, rechazar la corrupción e impunidad, demandar cambios drásticos y urgentes ante tanta desidia, censurar tanta politiquería barata y desacreditada, anhelar un país con instituciones sólidas, confiables, respetables, creíbles, incólumes, honestas, probas que garanticen el buen funcionamiento del andamiaje estatal.  Todo esto nos exige votar por los mejores candidatos, pues está en juego el bien y el futuro de nuestra Patria.

El Consejo Nacional Electoral tiene una responsabilidad superlativa: respetar y garantizar la transparencia del proceso para que no haya ninguna duda y los operadores políticos y ciudadanos aceptemos los resultados sin ninguna objeción. 

Luego de estas elecciones, pensemos hacia adelante para vencer la incertidumbre, buscar la unidad, generar acuerdos mínimos que permitan gobernar en función de país, mirar la realidad con “ojos de Ecuador” para dejar a un lado los intereses personales y de grupo y poner por delante los logros nacionales.  Hay una tarea emergente, urgente y permanente: encontrar las ideas fuerza que permitan determinar dos o tres objetivos nacionales para, de manera conjunta, trabajarlos el sector privado y público con el fin de vencer la postración y el descalabro en que vivimos.  Nadie se queda fuera ni se excluye.

Estos momentos aciagos son grandes oportunidades para descubrir y encontrar senderos que nos abran nuevos rumbos, en donde todos participemos activamente, cumpliendo nuestras responsabilidades y exigiendo nuestros derechos, participando y creando nuevas oportunidades, innovando y recreando una sociedad más justa, más pacífica y más humana, cumpliendo y haciendo cumplir la Constitución y las leyes, siendo “buenos cristianos y honrados ciudadanos”.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

lunes, 17 de julio de 2023

carta No.193: La demagogia decapita la democracia

 

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 193 – 16 julio 2023
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La demagogia decapita la democracia

“El servicio que prestan [los líderes políticos], aglutinando y conduciendo, puede ser la base para un proyecto duradero de transformación y crecimiento, que implica también la capacidad de ceder lugar a otros en pos del bien común.  Pero deriva en insano populismo cuando se convierte en la habilidad de alguien para cautivar en orden a instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder.  Otras veces busca sumar popularidad exacerbando las inclinaciones más bajas y egoístas de algunos sectores de la población.  Esto se agrava cuando se convierte, con formas groseras o sutiles, en un avasallamiento de las instituciones y de la legalidad”.  Papa Francisco

La demagogia es la forma de gobierno que deriva de la degradación y corrupción de la democracia y el surgimiento de la figura del demagogo es lo que propicia la caída de la democracia (Aristóteles).  Es también la ausencia de valores éticos y morales.  El demagogo se enquista en el engaño, la mentira, la trampa, la artimaña, la treta, la argucia.  Sabe y está muy consciente de sus falacias, pero las suelta sin tapujos con el único fin de cautivar, complacer y manipular a sus potenciales electores para conquistar el voto tan anhelado, haciendo promesas que no serán cumplidas.

Los candidatos en campaña salen a la palestra pública cual mercachifles de feria de pueblo a ofrecer la ‘cura para todos los males’ que le afectan al país.  Sacan de una espacie de ‘sombrero de mago’ las recetas para solucionar los más agobiantes problemas.  De sopetón se convierten en mesías de pacotilla que discursean sobre los más diversos temas y ofrecen soluciones inverosímiles.  Ellos tienen la ‘varita mágica’, son los brujos del engaño, dicen que van a hacer un sin fin de cosas, pero curiosamente jamás precisan cómo, cuándo y con qué recursos lo van a hacer.  Si su mensaje llega al pueblo logran su objetivo, si ven que no es efectivo, junto con sus asesores, buscan nuevas mentiras y engaños.

La ausencia de verdad o las verdades a medias son instrumentos que utilizan de manera recurrente durante la campaña o en el en ejercicio de sus funciones.  La demagogia y los demagogos están vigentes y se reactivan con más fuerza durante las campañas electorales con una clara falta de coherencia política.  En estas elecciones, hay partidos y movimientos que han buscado candidatos de ocasión que no obedecen a un pensamiento político claro, sino que precisamente desde su indefinición cultivan la demagogia.

Los candidatos exacerban las mentiras, ‘venden humo al pueblo’ a sabiendas de que jamás van a cumplir lo que ofrecen en sus efusivos discursos, en los spots de televisión, en los mensajes tiktokeros, en redes sociales, con eslóganes que buscan posicionar por todos los medios.  Es una conducta y comportamiento reprochable que está sostenido por una especulación inventada, mentirosa, alejada de toda objetividad y realidad.  La demagogia se identifica con el discurso barato, de barricada, de regalos, bailes, abrazos, besos, caminatas...  Gran parte de las frustraciones y del rechazo que posteriormente siente el pueblo, respecto a los gobernantes, es cuando se les cae la máscara y se muestran como son.

Como cristianos, nos corresponde denunciar y rechazar esas demagogias falaces y esas propuestas engañosas, puesto que toda afirmación falsa implica una violación a los derechos humanos.  Los discursos de la campaña política deben exponer verdades y acciones realizables, deben dar información correcta que garantice la ‘salud democrática’ y respete profundamente a los más pobres y vulnerables, que, por múltiples causas, son víctimas de estos desafueros politiqueros.

Es urgente un cambio en la mente y el corazón de cada persona, en las costumbres, hábitos y estilos de vida.  Si hay demagogos es porque hay un pueblo que les cree y sigue sus ofertas.  Debemos construir, desde abajo, una cultura democrática y comunitaria en la que seamos protagonistas y estemos implicados en el quehacer político cotidiano, con el fin de bloquear la politiquería demagógica.

Los problemas socioeconómicos, políticos y culturales no se solucionarán con mesías de bambalina ni salvadores de plastilina, sino con una participación permanente, consciente, participativa y cotidiana de todos para lo cual es determinante la educación popular, la organización comunitaria, la responsabilidad integral y la exigencia de nuestros derechos.  ¡A trabajar para evitar que la demagogia decapite a la democracia!  ·  #ComuniquemosEsperanza

"Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas. 

domingo, 29 de enero de 2023

carta No.169: Nuestro voto construye o destruye el país

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 169– 29 de enero 2023

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Nuestro voto construye o destruye el país

“Una auténtica democracia no es sólo el resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos: la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre, la asunción del «bien común» como fin y criterio regulador de la vida política.  Si no existe un consenso general sobre estos valores, se pierde el significado de la democracia y se compromete su estabilidad” Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 407.

El 5 de febrero elegiremos: 221 alcaldes, 864 concejales urbanos, 443 concejales rurales, 23 prefectos, 23 viceprefectos, 4109 vocales de juntas parroquiales, de acuerdo con nuestra ubicación territorial.  Los candidatos y candidatas en campaña expresan ideas, propuestas y promesas, algunas muy simples, otras más consistentes.  Con nuestro voto encargaremos, a los ganadores, una responsabilidad por 4 años, por lo que no podemos votar a ciegas, sino analizar en conciencia para elegir a los que consideremos personas idóneas junto a las mejores propuestas.

 También seleccionaremos a siete personas que conformarán el nuevo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social - CPCCS.  Si bien, muchos no tenemos claridad en este aspecto, debido a un sistema de campaña sui géneris impuesto por el Consejo Nacional Electoral - CNE, lo que nos impide contar con elementos válidos para escoger a tres hombres, tres mujeres y uno por los pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianos o montubios y ecuatorianos en el exterior.

Por último, debemos aprobar con el SI o rechazar con el NO, en ocho preguntas en un referéndum importante para el país.  Es esencial dedicar un tiempo, antes de llegar a las votaciones, para analizar bien las preguntas planteadas (incluyendo los anexos), mirando las connotaciones y consecuencias si se aprueban o no.

El domingo, una vez concluidas las votaciones, toda la sociedad y por los distintos medios, exijamos a las autoridades del CNE la total transparencia, para evitar dudas y cuestionamientos sobre los resultados.  Los escrutinios deben reflejar fielmente la voluntad ciudadana expresada en las urnas.  La integridad del sistema electoral es fundamental: los procedimientos aplicados en las mesas receptoras del voto, la consolidación de los datos y la proclamación de los resultados deben entregarlos a tiempo sin disculpas ni excusas que generen suspicacias.

Los partidos, movimientos y alianzas políticas deben aceptar con profundo respeto y altura, el veredicto inapelable de las urnas.  Es deber de todos los candidatos y candidatas tener la suficiente cultura democrática para reconocer el pronunciamiento de los electores.  En política hay que saber ganar con humildad y agradecimiento y perder con dignidad.

Hay que evitar disturbios y conflictos, o peor, llamar a acciones antidemocráticas como las que hemos visto en otros países, que podrían comprometer nuestra estabilidad democrática.

Si queremos consolidar una república auténtica, si queremos una sociedad verdaderamente democrática, si queremos fortalecer las instituciones, tenemos que combinar armónicamente tres elementos fundamentales:

Una población responsable y comprometida con el futuro del país, que sienta que es actora y no mera espectadora del accionar de unas autoridades de las que luego reniega.

Un sistema electoral serio, transparente, neutral, sin ningún tipo de sesgo que beneficie a unos sobre otros y con reglas de juego claras e iguales para todos.

Unos políticos, partidos y movimientos responsables, con solvencia ideológica y comprometidos con el bien común.

En definitiva, para construir país, hay que votar bien, analizar las propuestas y la trayectoria completa de los candidatos y de su partido o movimiento.  Tengamos presente la enseñanza evangélica: "Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.  Ustedes los reconocerán por sus frutos” (Mateo 7, 15-16).  ·  #ComuniquemosEsperanza


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Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

 

domingo, 22 de enero de 2023

carta No.168: Elecciones: entre la crisis y el desencanto

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 168– 22 de enero 2023

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Elecciones: entre la crisis y el desencanto

“…ninguno de nosotros puede decir: pero yo no tengo que ver, son ellos quienes gobiernan.  No; yo soy responsable de su gobierno y debo hacer lo mejor de mi parte para que ellos gobiernen bien, participando en la política como puedo.  La política, dice la doctrina social de la Iglesia, es una de las formas más altas de la caridad, porque es servir al bien común.  Y yo no puedo lavarme las manos: cada uno de nosotros debe hacer algo.  Pero ya tenemos la costumbre de pensar que de los gobernantes se debe sólo parlotear, hablar mal de ellos y de las cosas que no van bien»  (Papa Francisco, septiembre 2013).

El próximo domingo 5 de febrero los ecuatorianos elegiremos nuevos alcaldes, prefectos, concejales y vocales de juntas parroquiales.  En total elegiremos 5667 nuevas dignidades de entre 63518 candidatos. Ante el alto número de candidaturas, la ausencia de partidos políticos serios y representativos, y los graves problemas que enfrentamos en nuestras ciudades y provincias, la mayor parte de los electores oscilan entre la incredulidad, la indiferencia y el desencanto.

Los debates evidenciaron desconocimiento, improvisación y frases demagógicas en la mayoría de los candidatos. Los partidos políticos convertidos ahora en agencias de gestión de candidaturas han degenerado ante la incompetencia y la corrupción…  tanto que se han mencionado vínculos de varios candidatos con el narcotráfico.

Ante esta profunda crisis de la democracia, lejos de caer en el escepticismo, es nuestro deber ético contribuir para seleccionar los candidatos que, en nuestro criterio, permitan superar la crisis social, política y moral que afecta al país.

¿Cómo escoger los candidatos más adecuados en medio de una multitud de personajes desconocidos?  ¿Cómo diferenciar entre mensajes demagógicos, noticias falsas, promesas irreales y programas serios?...  Para enfrentar esta difícil tarea, aquí algunas de las necesidades más acuciantes de nuestras ciudades y provincias:

Las carencias sociales siguen siendo agudas, según INEC, el 23% de la población urbana y el 51% de la rural no tiene acceso a agua segura, particularmente en la Costa y la Amazonía. Aunque la cobertura del alcantarillado ha mejorado, ninguna ciudad (excepto Cuenca), tiene un sistema de tratamiento de aguas servidas.

La calidad del aire en las principales ciudades no cumple con los límites permitidos por la Organización Mundial de Salud: las emisiones de diésel de los buses, aumenta los riesgos de enfermedades respiratorias y cáncer. 

La movilidad urbana sigue siendo denigrante, contaminante y de mala calidad. Los esfuerzos para mejorarla, como el Metro en Quito, es una clara demostración de la incompetencia municipal. El proyecto, con una deuda de más de 2 mil millones de dólares, lleva ya 10 años en construcción y aún no entra en funcionamiento.

Igualmente es deplorable la gestión de la basura, en la mayoría de ciudades, con porcentajes mínimos de reciclajes y botaderos de basura antitécnicos.

La débil gestión urbana aumenta los peligros ambientales, agudizados por el cambio climático… el aluvión de La Gasca (Quito, enero 2022), dejó 27 muertos. Las grandes inmobiliarias frecuentemente burlan la planificación y las ciudades crecen caóticamente, con pocos espacios verdes y con serias carencias de infraestructura.

El reciente crecimiento de la violencia, sobre todo en la Costa, es alarmante.  Guayaquil se ha convertido en una de las 50 ciudades con mayores tasas de homicidios en el mundo -entre 4 y 7 asesinatos diarios-. Las cifras para Esmeraldas y otras ciudades de la Costa son igualmente graves.

Los gobiernos provinciales han dejado de lado sus responsabilidades en la conservación de la biodiversidad y el ambiente, permitiendo la expansión de la deforestación y actividades mineras, con serio deterioro ambiental.

Votemos por candidatos que ofrezcan soluciones reales a los problemas mencionados y que se aparten de discursos demagógicos y vacíos.El destino de muestras ciudades y provincias está amenazado por una democracia débil y engañosa, y ante este panorama obscuro de crisis y desencanto, nuestra responsabilidad, como ciudadanos consientes, es determinante para salir de la crisis en la que estamos sumergidos.  ·  #ComuniquemosEsperanza

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Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

domingo, 21 de marzo de 2021

Carta No. 72: Elegir un país, no un presidente…

 

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 72 – 21 de marzo 2021

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Elegir un país, no un presidente…

 “… Desgraciadamente, la política hoy con frecuencia suele asumir formas que dificultan la marcha hacia un mundo distinto.” (Papa Francisco, Encíclica Fratelli Tutti, 154) 

“El desprecio de los débiles puede esconderse en formas populistas, que los utilizan para sus fines, o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos” (Fraterlli Tutti 155).

La campaña por la segunda vuelta comenzó y diluvian las ofertas. Es importante tener presente que no se trata de elegir una persona, sino el programa que proponga soluciones reales y viables a los graves problemas y angustiosas necesidades del país.  El 11 de abril, con nuestro voto, definiremos el cómo queremos que sea el Ecuador del futuro.

Enfrentamos una profunda crisis económica, social, política, moral, ética…, por ello la decisión debe basarse en los conceptos, criterios y acciones que propongan y defiendan los candidatos finalistas, con miras a hacer posible el desarrollo integral de la sociedad, es decir, hacer del país un lugar incluyente que asegure las condiciones necesarias de vida digna para todos, en especial de los más pobres y vulnerables. Urge una administración pulcra de los recursos financieros, determinación de objetivos viables, priorización de la inversión y del gasto, honestidad a prueba de toda corrupción e impunidad.

La contienda gira, aparentemente, en torno a dos tendencias políticas: Derecha vs Izquierda.  Conceptos antagónicos nacidos en el siglo XVIII, en el marco de la Revolución Francesa y que representaron orientaciones doctrinales opuestas: la derecha asociada con el conservadurismo, la tradición, la religión, la libertad económica; la izquierda con el progreso, la igualdad, cambios sociales e insubordinación.  Conceptos políticos evaporados con el tiempo y que hoy no son sino membretes en cuyo interior se tejen muchas contradicciones.  Por lo que es preciso analizar el discurso y considerar la trayectoria de quien lo pronuncia, para detectar la demagogia, desterrar los eufemismos y rechazar promesas irrealizables.

El candidato Arauz, patrocinado por el ex presidente Correa, ha propuesto usar las reservas del Banco Central como mecanismo de financiamiento para el gasto, en aspectos como la transferencia de saldos pendientes a gobiernos seccionales, pago a servidores públicos, concesión de un bono de mil dólares a un millón de familias de bajos recursos, un donativo que no va a solucionar los problemas de los pobres. La no aceptación del acuerdo con el FMI, nos hace rememorar las condiciones crediticias con las que nos endeudamos unilateralmente con China.

El candidato Lasso, un banquero, por su parte corre con el estigma de su fidelidad a un modelo de libertad económica, que ha cometido crasos errores en Latinoamérica, ofrece utilizar mecanismos como la inversión, la reactivación productiva, la disminución de impuestos como vías para generar oportunidades de trabajo y mejorar las condiciones de vida.  También ofrece fortalecer la relación con el FMI. La propuesta de aumentar el salario mínimo afectará a la pequeña y mediana empresa que carece de liquidez para solventar sus gastos de producción.

Al candidato que gane las elecciones de 11 de abril le espera un país prácticamente quebrado, un pueblo sumido en la pobreza, desempleado, sumergido en una situación sanitaria desesperante y violencia galopante, casi vencido y con mínima esperanza y una confianza casi nula en las instituciones gubernamentales.

Elegir bien es nuestra tarea y responsabilidad.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

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domingo, 31 de enero de 2021

Carta No. 65: Nuestro voto decide el presente y futuro del país

 

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 65 – 31 de enero 2021

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Nuestro voto decide 
el presente y futuro del país

 “De que la elección sea buena o mala depende la prosperidad o la decadencia, la salud o la perpetua enfermedad del Estado. Hay, pues, que tomar conciencia plena de la responsabilidad que tenemos de intervenir bien en esos comicios”. Cardenal Pablo Muñoz Vega, 1978.

Nuestra responsabilidad ética y cívica es elegir bien. El domingo 7 de febrero escogeremos a las nuevas autoridades del país.  Como lo advirtió, hace más de cuatro décadas, el Cardenal Muñoz Vega, está en nuestras manos elegir la salud del Estado o condenarlo a la enfermedad que se traduce en pobreza, atraso, subdesarrollo, corrupción, impunidad.

La campaña electoral ha estado llena de cuantiosas ofertas. Los 16 binomios nos han ofrecido: dinero, rebaja de impuestos, eliminación del examen de ingreso a las universidades, creación de miles de puestos de trabajo, exportación de agua, minería inversa para sacar oro de los celulares, vacunación masiva contra el covid 19, aumento de las penas judiciales, inclusive restaurando la pena de muerte, incremento de salario básico.  ¡Promesas! pero ninguno dice ¿cómo lo va a hacer ni cómo va a financiar lo prometido?

Nuestra actitud crítica y de acción ciudadana consciente y responsable, debe llevarnos a un análisis de los ofrecimientos y ver si son posibles de ejecutar, a discernir sobre su validez y eficacia en las actuales condiciones del país, entonces, separaremos el trigo de la cizaña, lo real de lo demagógico, lo posible de ejecutarse de lo imposible; lo que es discurso populista engañoso de lo que es propuesta y compromiso responsable.  Solo así nos daremos cuenta quien dice la verdad y quien engaña.

Los candidatos serios deben decir el ‘cómo’, el ‘de dónde’ sacarán los recursos para solventar las ‘maravillas que nos prometen’, sabiendo que el Estado está al borde de la quiebra. Al eliminar impuestos ¿cómo se financiará el presupuesto del Estado? ¿Cómo, en dónde y con qué financiamiento van a crearse los nuevos empleos? Y que no nos digan que todo se hará gracias al endeudamiento externo. El crédito internacional es usualmente usurero, tenga el origen que sea, capitalista o socialista, su motivación es la misma, el lucro y aprovechamiento del débil.

Sobre la Asamblea Nacional, es necesario tener presente que sus exclusivas tareas son legislar y fiscalizar. Los legisladores tienen prohibición legal de ocuparse de la obra pública; cualquier oferta en ese sentido es falsa y debe ser rechazada.  Es triste mirar como la actual Asamblea apenas tiene el 2% de aceptación por su pésima gestión y además un gran número de ellos están procesados judicialmente.

Debemos escoger personas con capacidad para desempeñarse eficazmente en lo que les corresponde. Que tengan valores éticos y cívicos, que sean honestos y capaces de actuar más allá de sus intereses y de los grupos que representan.

Nuestro pueblo tiene raíces profundamente humanistas que afirman la dignidad y los derechos de la persona, la necesidad de reconstruir ‘la unidad espiritual, moral, jurídica y económica de la familia’, valora y defiende la vida, el trabajo, la justicia social, la protección y cuidado de la ‘casa común’ y la ‘madre naturaleza’.

Justicia y Paz invita a discernir el voto, a hacerlo responsablemente, para defender la verdad, el derecho, la justicia, la libertad.  No lo olvide: ¡nuestro voto decide el futuro del país… de todos! ·  #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Conversatorio: El Proceso Electoral 2021


El próximo Proceso Electoral 2021, es el tema del conversatorio a cargo del Dr. Medardo Oleas, expresidente del Tribunal Supremo Electoral (actual CNE), que realizará este miércoles 18 de noviembre a las 18h00 (6 pm).  

Esta actividad de la Comisión ecuatoriana de Justicia y Paz, se realiza en el marco de los 50 años de promoción de la justicia, la paz, los derechos humanos, la ética y el bien común en el Ecuador.  Entre sus acciones está abrir espacios de reflexión y diálogo con la ciudadanía para las próximas elecciones.

Para participar por ZOOM: bit.ly/38LaU82

ID de reunión: 729 868 5266

Código de acceso: 2cD3ia

Facebook Live
www.facebook.com/justiciaypazecuador

Más información: justicia_ypaz@yahoo.com 

 ¡TE ESPERAMOS!

domingo, 25 de octubre de 2020

Carta No. 51: ¡Por unas elecciones libres, democráticas y transparentes!

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 51 – 25 de octubre 2020

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Demandamos de los partidos, movimientos, candidatos y especialmente de las autoridades electorales, el respeto irrestricto a la Constitución, a la ley, a la democracia y, especialmente, a la ética personal, institucional y política, que garantice la elección de los ciudadanos escogidos por los sufragantes, respetando fielmente a la voluntad popular expresada en las urnas.

 

¡Por unas elecciones libres, democráticas y transparentes!

Ecuador es un país democrático.  Un país que se gobierna por la voluntad popular que se expresa regularmente a través de elecciones en las que se eligen los mandatarios para que presidan en nombre de todos.  Si no hay elecciones libres, democráticas y transparentes, no hay democracia y los elegidos fraudulentamente serían un gobierno de facto, ilegitimo e ilegal.

Para garantizar la democracia, se ha establecido el sistema electoral, conjunto de leyes, organismos y procedimientos destinados a organizar y controlar las diversas etapas para llegar a elecciones y a la proclamación de sus resultados.  Sistema con varios protagonistas: la ciudadanía con capacidad de sufragar, los partidos y movimientos políticos, los candidatos y las autoridades administrativas, políticas y jurídicas que intervienen en el proceso.

Este sistema está normado por la Constitución Política, el Código de la Democracia, la Ley de partidos políticos y otros cuerpos legales vinculados al sufragio.  La legislación es tan amplia y compleja que causa serios problemas en su aplicación.  El exceso de leyes, códigos, reglamentos, acuerdos y más, no garantiza una verdadera, confiable y oportuna justicia electoral, sino más bien, aumenta los problemas.

Las últimas reformas al sistema electoral han introducido novedades, pero no han logrado aclarar el panorama.  Se busca reforzar a los partidos políticos, eliminando la posibilidad de escoger candidatos de diferentes listas y obligando al voto ‘en plancha’ o por lista cerrada.  Pero quedan pendientes, entre otros temas, el financiamiento de la campaña y el del reparto de curules.

Un tema acuciante en el sistema electoral ecuatoriano es el de los organismos rectores del sufragio, desde la experiencia del pasado inmediato y el actual funcionamiento del máximo organismo rector, hay un sentimiento generalizado de desconfianza ciudadana y de inseguridad.  Lejos está de ser la ‘garantía de la democracia’, esperamos que no se repitan apagones y obscuridades en el sistema.  Además, el exceso de partidos y movimientos políticos y la proliferación de candidatos no significa una mayor democracia, todo lo contrario, es una democracia endeble y fácilmente vulnerable.

Las trampas y esquinazos están a la orden del día.  La aplicación de la ley electoral es subjetiva, depende de la mayoría, situación inaceptable ya que fractura el espíritu de la ley y llena de dudas a la ciudadanía.  Es indispensable devolver seguridad al sistema y eso se logrará solamente si se institucionaliza el organismo por encima de subjetividades y mayorías coyunturales para cumplir consignas.

Demandamos a la ciudadanía votar con responsabilidad histórica, escogiendo con criterio a los candidatos más capaces y más honestos, en función de país.  Que sea una decisión democrática y positiva, que busque superar la corrupción e impunidad estructural y proyecte un futuro de transparencia, trabajo y dignidad para el pueblo.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.