Con los ojos
fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 72 – 21 de marzo 2021
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Elegir un país, no un presidente…
“El desprecio de los
débiles puede esconderse en formas populistas, que los utilizan para sus fines,
o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos”
(Fraterlli Tutti 155).
La campaña por la segunda vuelta comenzó y diluvian las ofertas. Es importante tener presente que no se trata de elegir una persona, sino el programa que proponga soluciones reales y viables a los graves problemas y angustiosas necesidades del país. El 11 de abril, con nuestro voto, definiremos el cómo queremos que sea el Ecuador del futuro.
Enfrentamos una profunda crisis económica,
social, política, moral, ética…, por ello la decisión debe basarse en los
conceptos, criterios y acciones que propongan y defiendan los candidatos
finalistas, con miras a hacer posible el desarrollo integral de la sociedad, es
decir, hacer del país un lugar incluyente que asegure las condiciones
necesarias de vida digna para todos, en especial de los más pobres y
vulnerables. Urge una administración
pulcra de los recursos financieros, determinación de objetivos viables,
priorización de la inversión y del gasto, honestidad a prueba de toda
corrupción e impunidad.
La contienda gira, aparentemente,
en torno a dos tendencias políticas: Derecha vs Izquierda. Conceptos antagónicos nacidos en el siglo
XVIII, en el marco de la Revolución Francesa y que representaron orientaciones
doctrinales opuestas: la derecha asociada con el conservadurismo, la tradición,
la religión, la libertad económica; la izquierda con el progreso, la igualdad,
cambios sociales e insubordinación. Conceptos
políticos evaporados con el tiempo y que hoy no son sino membretes en cuyo
interior se tejen muchas contradicciones.
Por lo que es preciso analizar el discurso y considerar la trayectoria
de quien lo pronuncia, para detectar la demagogia, desterrar los eufemismos y
rechazar promesas irrealizables.
El candidato Arauz, patrocinado
por el ex presidente Correa, ha propuesto usar las reservas del Banco Central
como mecanismo de financiamiento para el gasto, en aspectos como la
transferencia de saldos pendientes a gobiernos seccionales, pago a servidores
públicos, concesión de un bono de mil dólares a un millón de familias de bajos
recursos, un donativo que no va a solucionar los problemas de los pobres. La no aceptación del acuerdo con el FMI, nos
hace rememorar las condiciones crediticias con las que nos endeudamos unilateralmente
con China.
El candidato Lasso, un banquero,
por su parte corre con el estigma de su fidelidad a un modelo de libertad
económica, que ha cometido crasos errores en Latinoamérica, ofrece utilizar
mecanismos como la inversión, la reactivación productiva, la disminución de
impuestos como vías para generar oportunidades de trabajo y mejorar las
condiciones de vida. También ofrece
fortalecer la relación con el FMI. La
propuesta de aumentar el salario mínimo afectará a la pequeña y mediana empresa
que carece de liquidez para solventar sus gastos de producción.
Al candidato que gane las
elecciones de 11 de abril le espera un país prácticamente quebrado, un pueblo
sumido en la pobreza, desempleado, sumergido en una situación sanitaria
desesperante y violencia galopante, casi vencido y con mínima esperanza y una confianza
casi nula en las instituciones gubernamentales.
Elegir
bien es nuestra tarea y responsabilidad. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de
la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de
los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas,
a través de estas cartas.
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