Quito, Ecuador.- A la edad de 93
años, el Arzobispo Emérito de Cuenca, Monseñor Luis Alberto Luna
Tobar fue llamado a la casa del Padre, luego de enfrentar una
prolongada enfermedad. Nació en Quito, el 15 de diciembre de 1923,
hijo de Moisés Luna Andrade y de Ana María Tobar Donoso . Fue
ordenado sacerdote el 23 de junio de 1946 por la Orden de los
Carmelitas Descalzos. Monseñor Luna fue el primer sacerdote
carmelita descalzo de Ecuador.
Por su compromiso con los más pobres
y excluidos, Monseñor Luna fue calificado como "cura rojo".
Monseñor Luna Tobar falleció "en
la misma actitud en la cual vivió: en paz", dijo el Arzobispo
de Cuenca, Mons. Marcos Pérez, quien conjuntamente con el Arzobispo
de Quito, Mons Fausto Trávez, estuvieron presentes a la hora del
deceso, acaecido a las 07h15 de este martes, 7 de febrero. Su muerte
se registra seis meses después en que su estado de salud se fue
agravando, por la insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial,
carcinoma de próstata, metástasis pulmonar y demencia senil que
sufría.
El Arzobispo emérito de Cuenca pidió
ser sepultado en la cripta de la Catedral de Cuenca y que en la
lápida inscriban: "Aquí está el que fue".
Un Obispo comprometido en la lucha
por la justicia y los Derechos Humanos
Para Juan Cuvi, director de la
Fundación DONUM, una de las entidades de salud creadas por monseñor
Luis Alberto Luna Tobar, recuerda dos momentos especiales en los que
Monseñor Luna dio testimonio de su vida, caracterizada por "entender
la necesidad del país con la misma facilidad y pertinencia con que
entiende las más cotidianas necesidades de los individuos",
según relata al Diario El Mercurio.
Cuvi valora "su firme decisión
por facilitar que la Conferencia Episcopal Ecuatoriana se convirtiera
en garante del acuerdo de paz entre el Movimiento Alfaro Vive Carajo
(AVC) y el gobierno de Rodrigo Borja", y además su apertura
para ofrecerle "un espacio de trabajo social", que le
"asegurara un respaldo laboral", luego de que cumplió
varios años de prisión, por ser integrante del grupo subversivo
"Alfaro Vive, Carajo".
"Más que un obispo, Monseñor
Luna ha sido un sabio y, sobre todas las cosas, un hombre. Así lo
recordaré por siempre", dice Juan Cuvi.
Por su lado, el periodista cuencano
Rolando Tello, director de la revista Avance, recuerda a Monseñor
Luna "como un político en el sentido más perfecto de la
palabra, pues siempre estuvo interesado por el bien común, el
ejercicio de la justicia y, la atención a los más necesitados".
Asegura que no era raro verlo en las
calles, presidiendo, participando o integrando marchas de protesta
cuando había motivos de interés público que ameritaba reclamos
populares.
Así también, el sacerdote Fernando
Vega, quien cumple una suspensión de su ejercicio ministerial, luego
de que decidió participar en política partidista, como Asambleísta,
afirma que Monseñor Luna fue un referente político a nivel nacional
a favor de justos y pecadores en relación al papel que cumplió en
la negociación del Gobierno de Rodrigo Borja y el Grupo Alfaro Vive
Carajo (AVC).
Recuerda también que en el gobierno
de Jamil Mahuad, cuando se instauró el bono de la pobreza, salieron
a protestar junto a Monseñor Luna "porque eso era una política
de mendicidad y creíamos que era necesario desarrollar en plenitud
la vida de los pobres".
De igual manera, Holger Dután,
miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Azuay, recuerda que
el entonces Arzobispo de Cuenca fue presidente de la Comisión de
Derechos Humanos del Azuay por 10 años, y también presidente por un
año del Frente Ecuatoriano de Derechos Humanos. Rememora las
protestas que realizó con Monseñor Luna por la defensa de los
derechos humanos, por lo que lo considera un ícono de todos quienes
están comprometidos con los derechos humanos.
Según dice, en su ministerio
pastoral hizo que los católicos entiendan que la iglesia no es solo
para rezar sino para comprometerse con los sectores más vulnerables.
(redacción a partir de lo publicado por diario El Mercurio, de
Cuenca)
Funeral
En una nota de prensa de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, llegada a la redacción de SIGNIS ALC, se informa que la tarde y noche de este martes 7 de febrero se oficiará una Misa de Honras fúnebres en la Parroquia del Sagrado Corazón en la Armenia, que será presidida por el Arzobispo de Quito y Presidente de la CEE, Monseñor Fausto Trávez Trávez, OFM.
En una nota de prensa de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, llegada a la redacción de SIGNIS ALC, se informa que la tarde y noche de este martes 7 de febrero se oficiará una Misa de Honras fúnebres en la Parroquia del Sagrado Corazón en la Armenia, que será presidida por el Arzobispo de Quito y Presidente de la CEE, Monseñor Fausto Trávez Trávez, OFM.
El miércoles 8 de febrero se
celebrará una solemne Eucaristía de Honras Fúnebres en la
Parroquia Santa Teresita, a las once horas, que presidirá el Señor
Cardenal Raúl Vela Chiriboga, Arzobispo Emérito de Quito, luego de
lo cual su féretro será trasladado a la ciudad de Cuenca, en donde
será velado en la Catedral Metropolitana de Cuenca. El viernes 10 de
febrero, a las 12h00, se celebrará la Misa de honras presidida por
el Nuncio Apostólico en el Ecuador, Monseñor Giacomo Guido
Ottonello, luego de lo cual será sepultado en la cripta de la
Catedral de Cuenca.
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