Con los ojos fijos en El
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 36 – 12 de julio 2020
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La corrupción se expande por los circuitos de la degradación
ética y de la impunidad; nace del abuso del poder, crece con la complicidad de
los poderosos y da frutos de muerte para los pobres y de enriquecimiento
ilícito para los corruptos.
El combate a la corrupción es posible desde la ética de honradez
y solidaridad, sin concesiones de ninguna clase, ni contubernios de ningún
estilo.
Indignados por la injusta y horrenda desgracia
La doble escena contrastada, la risa cínica de asambleístas, jueces, alcaldes,
abogados y empresarios corruptos apoderándose de carnés de discapacidad para importar
carros de lujo o para obtener exoneraciones o rebajas en el pago de impuestos, y,
al frente, el llanto angustiado de la madre, de personas con discapacidad, privadas
del carné y de los beneficios establecidos por la Ley. Esta situación ha exacerbado la conciencia popular
y ha colmado de indignación a la ciudadanía.
La corrupción ha evolucionado y perfeccionado
sus métodos de pillería. Ahora estamos frente
a un nuevo tipo de corrupción. Una corrupción
integral que contamina y colma todas las funciones del Estado, intoxica todo tipo
negocios, funciona como redes organizadas o alianzas público-privadas. Es estructural, esta por todos lados y en todas
partes. Se asienta en una racionalidad cínica,
en la detestable viveza criolla, en la ruptura entre el conocimiento y la voluntad,
entre la verdad y la mentira, entre el bien y el mal. Los corruptos actúan con conocimiento de causa,
planifican al detalle sus fechorías, y, cuando son descubiertos, niegan la participación,
se hacen los inocentes, se victimizan, pierden la memoria, persiguen y acusan a
los denunciantes.
En el gobierno actual y como herencia
del que lo precedió, se ha llegado a formas extremas e impensadas de
negociados, en medio de la pandemia, con los fondos de la salud, la seguridad social,
la atención prioritaria a los necesitados, a los que tienen discapacidad… Quienes se llevaron, sin remordimiento, los escasos
fondos para mejorar la salud y salvar la vida de la gente.
En esta perspectiva, como Comisión Justicia
y Paz:
Respaldamos la
voz firme de Mons. Bertram Wick, Obispo de Santo Domingo de los Tsáchilas, por su
indignación y vergüenza por la destrucción de la patria y patrocinamos su exigencia:
Asambleístas, jueces, funcionarios que se han apropiado dolosamente de los carnés
de discapacidad, ¡renuncien!, no nos representan. Se juntan las voces de diez obispos ecuatorianos
que, en carta abierta al presidente Moreno, le dicen: “pedimos que se solicite
la renuncia a todos los funcionarios que han demostrado ser corruptos e ineficaces,
así como a su responsable, esto es, al señor Ministro, titular de la cartera de
salud”.
Rechazamos este
mal que destruye brutalmente el tejido de la sociedad y la moral de la República.
Expresamos nuestra
desconfianza en los organismos de control y en la justicia, pues, hasta el momento,
han sido incapaces de cumplir el deber de castigar ejemplarmente a los corruptos
y de recuperar los dineros públicos.
Nos comprometemos a convertir la indignación en vigilancia ciudadana.
Llamamos a que, en las elecciones próximas, no entreguemos
un solo voto a los candidatos corruptos, así no tengan sentencia en firme, pues
esa es la trampa para seguir en el manejo del poder. · #ComuniquemosEsperanzaNos comprometemos a convertir la indignación en vigilancia ciudadana.
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana
Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar
y proponer alternativas, a través de estas cartas.
Que Dios les pague esta claridad y solidaridad con los pobres y olvidados. Mientras podemos elevar la voz con y por aquellos que nos son confiados, hagamoslo sin pestañar y claudicar.
ResponderEliminarQue el Señor tenga misericordia de nosotros y de todo el país. Mi bendición para la Comisión de Justicia y Paz. Gracias.