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domingo, 2 de febrero de 2025

carta No. 274: Las instituciones: base de la democracia

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 274 – 2 de febrero 2024
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Las instituciones: base de la democracia

"La democracia requiere la participación y la implicación de todos y, por tanto, exige esfuerzo y paciencia; la democracia es compleja, mientras el autoritarismo es expeditivo y las promesas fáciles propuestas por los populismos se muestran atrayentes” Papa Francisco.

La democracia representativa liberal se sustenta en los contrapesos de poder. Sin embargo, en el país, las principales instituciones del Estado no operan bajo las normas ni dentro de mecanismos de control cruzado.

Las autoridades interpretan las leyes a su conveniencia, generando pugnas entre el presidente y la vicepresidenta, mientras los organismos de control guardan un silencio estremecedor. Así, se imponen políticas de hechos consumados: se autoriza la entrada de barcos y aviones militares en la Isla San Cristóbal, ignorando la prohibición constitucional de instalar bases extranjeras en territorio nacional.

El Consejo de Participación Ciudadana es un escenario permanente de disputas entre polos de poder. Se producen remociones y cambios según las nuevas mayorías, lo que impide la designación oportuna de vocales en el CNE, el Consejo de la Judicatura y la Corte Nacional de Justicia, cuyos integrantes siguen en funciones prorrogadas.

Algunas fuerzas de seguridad actúan sin respetar derechos ni procedimientos legales, mientras el silenciamiento cubre posibles abusos. Los casos Purga, Metástasis y León de Troya evidencian los vínculos entre la justicia y el crimen organizado.

La Constitución ha dejado de ser la “Carta Magna”, convertida en un texto evadido con subterfugios. Las consultas populares han defendido el agua y la vida frente a la minería y el extractivismo, pero su voluntad sigue siendo ignorada. La justicia ordena apagar los mecheros en la Amazonía, pero estos continúan contaminando y afectando la salud de sus habitantes.

No se trata solo de la violación o relativización de normas constitucionales y legales. Vivimos un proceso continuo de debilitamiento institucional que genera inseguridad jurídica y abre la puerta a la vulneración de derechos. Los estados de excepción no han logrado resolver la grave crisis de violencia e inseguridad que padecemos.

Se criminalizan las luchas sociales y se restringe el derecho a la protesta. Después de la aprobación de la consulta popular, se han promovido diversas leyes que refuerzan la “mano dura” para enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado.

Este clima de inestabilidad y miedo cala en la sociedad, con el riesgo de que la ciudadanía canjee su libertad por seguridad. El terror ante la inseguridad se convierte en una estrategia de control que refuerza la exclusión, el racismo, la homofobia y la xenofobia, donde el diferente es visto como una amenaza. No podemos doblegarnos ante la destrucción y corrupción de nuestras instituciones, pues sin ellas, la democracia será una farsa que nos dejará en total indefensión.

La falsa institucionalidad fue denunciada por el Señor contra los maestros de la ley, a quienes llamó sepulcros blanqueados: “También ustedes parecen justos ante los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía e iniquidad” (Mateo 23,28). El mensaje evangélico nos llama a fortalecer la conciencia ciudadana: “Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; fui forastero y me dieron alojamiento; necesité ropa y me vistieron; estuve enfermo y me atendieron; estuve en la cárcel y me visitaron” (Mateo 25,35-36). #ComuniquemosEsperanza

 


Con los ojos fijos en El,
 en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

 

domingo, 8 de noviembre de 2020

Carta No. 53: La Función Electoral ¿Garantiza la democracia?

 

Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 53 – 8 de noviembre 2020

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Para asegurar tanto la apariencia de integridad como la integridad real del proceso electoral, el Consejo Nacional Electoral, debe basarse en principios éticos fundamentales como: respeto irrestricto por la ley; independencia y neutralidad; transparencia; minuciosidad y servicio eficiente. 

La Función Electoral
¿Garantiza la democracia?

El Art. 6 del Código de la Democracia indica que la “Función Electoral tiene como finalidad asegurar que las votaciones y los escrutinios traduzcan la expresión auténtica, libre, democrática y espontánea de la ciudadanía y sean el reflejo oportuno de la voluntad del electorado expresada en las urnas por votación directa y secreta”.  Para cumplir con esta misión cuenta con el Consejo Nacional Electoral - CNE y el Tribunal Contencioso Electoral - TCE.

El CNE está integrado por cinco consejeros principales y cinco suplentes –ciudadanos en goce de los derechos políticos– que son designados para un período de seis años y quien ejerza la presidencia es el representante de la Función Electoral.

La responsabilidad más importante del CNE es “organizar, dirigir, vigilar y garantizar, de manera transparente, los procesos electorales, convocar a elecciones, realizar los cómputos electorales, proclamar los resultados, y posesionar a los ganadores de las elecciones” (art. 25).  Por su parte el TCE, también conformado por cinco miembros (ciudadanos en goce de los derechos políticos además abogados).  Su misión central es “conocer y resolver los recursos electorales contra los actos del CNE y de los organismos desconcentrados, y los asuntos litigiosos de las organizaciones políticas” (art. 70).

La dimensión ética del proceso electoral es la piedra angular que sostiene la democracia.  La ética pública y electoral deben trabajar arduamente para preservar y conservar la salud democrática del país, para ello debe garantizar la transparencia del proceso, priorizar la fiscalización y plena nitidez financiera del proceso electoral.  No basta con publicitar los topes del gasto de campaña, sino la comprobación y arqueo del origen del financiamiento y su uso, mediante prácticas e instrumentos de acceso público, que den certidumbre y permitan la horizontalidad de la información a la ciudadanía.

En la actualidad y en vísperas de elecciones, se evidencia que en la ciudadanía existe desconfianza en la función electoral causado por decisiones y acciones muy cuestionadas por la opinión pública.

El deber ser del CNE está pendiente.  Este organismo –y toda la función electoral– tiene un desafío ético muy grande frente a los próximos comicios, ya que la instalación y consolidación del sistema democrático depende de su eficiencia, eficacia y efectividad en la preparación, realización, procesamiento y proclamación de los resultados de las elecciones de 2021.  Es urgente e impostergable que cuenten ya con un presupuesto definido, con toda la tecnología apropiada para este tipo de procesos; además, con los reglamentos que permitan implementar las últimas reformas electorales y demostrar que van a actuar con transparencia.

El CNE debe garantizar y promover la participación ciudadana en la contienda electoral.  La ciudadanía debe estar atenta y ser veedora, siendo parte activa de los organismos electorales y de control de las juntas y delegaciones, como demostración de un compromiso democrático y en miras a construir un país que de dignidad a toda su población.  ·  #ComuniquemosEsperanza

  

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

domingo, 30 de agosto de 2020

Carta No. 43: Elecciones con Responsabilidad y Credibilidad

 

Con los ojos fijos en El
en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 43 – 30 de agosto 2020

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"Un sistema político-económico, para su sano desarrollo, necesita garantizar que la democracia no sea sólo nominal, sino que pueda verse plasmada en acciones concretas que velen por la dignidad de todos sus habitantes bajo la lógica del bien común, en un llamado a la solidaridad y una opción preferencial por los pobres" (Papa Francisco, 2019).

 

Elecciones con
Responsabilidad y Credibilidad

La política es una manera exigente (sabiendo que no es la única) de vivir el compromiso cristiano al servicio de los otros.  Paulo VI - Populorum Progressio.

 La participación política es un derecho y una obligación de todo ciudadano, porque de ella depende la construcción de una sociedad pluralista, equitativa y solidaria; le exige intervenir en la construcción de una auténtica democracia representativa y en uso de sus derechos políticos, entre otros aspectos, elegir a sus gobernantes.

En Ecuador, desde la última Constitución, todos somos ciudadanos desde el nacimiento y al cumplir las condiciones de ley, tenemos el derecho y la obligación de elegir y ser elegidos.  A quienes elegimos les responsabilizamos de lo que hacen o dejan de hacer, y les exigimos el cumplimiento de las promesas de campaña y de los planes de trabajo, que por ley, están obligados a presentar con sus candidaturas.

Fallas del Código de la Democracia permiten la existencia de una cantidad de partidos y movimientos, que por ley están obligados a participar en cada proceso electoral, para lo que se les establece fondos de campaña -recursos anuales asignados para su administración y para la capacitación de sus militantes-.  Recursos de todos, que facilitan su presencia en la Asamblea Nacional, para garantizar su vigencia.  Estas fallas“ponen en marcha círculos viciosos que privan a las personas y a las familias de las necesarias garantías para su desarrollo y bienestar” y generan una “corrupción” cuyas consecuencias acaban sufriendo principalmente los pobres”.  (Papa Francisco).

Como consecuencia de la falta de seriedad de los entes políticos para crear propuestas válidas y militancias comprometidas y libres de caudillismos y caciquismos, se inscriben 19 precandidatos a la presidencia de la República.

La credibilidad de las autoridades electorales, la transparencia de los procedimientos y la claridad de los resultados obtenidos son indispensables y fundamentales en democracia.  Si las autoridades actuales del Consejo Nacional Electoral -CNE generan desconfianza, si los procesos son cuestionados y persisten dudas sobre resultados anteriores; además de la denuncia de fallas en el sistema, como las hechas por la Contraloría y la Fiscalía de la Nación, las elecciones venideras se cargan de dudas, de desconfianza, y corren el serio peligro de alterar la democracia quitando legitimidad a los futuros mandatarios electos.

A pocos meses de las elecciones, faltan reglamentos, no existe un presupuesto claro, no se han ventilado las acusaciones reiteradas de nombramientos no calificados, padrones alterados y una verdadera pandemia de candidaturas, algunas con problemas graves con la justicia.

Justicia y Paz invita a la ciudadanía a tomar conciencia de la grave situación por la que estamos atravesando y hace un llamado al CNE para que deponga los intereses particulares y de partido y genere confianza y sensatez, rectifique actitudes, supere divisiones y mejore el sistema electoral para que la democracia se fortalezca y tenga resultados confiables y acordes con la decisión de los votantes, que aspiran a una vida en paz.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.