Frei Betto-
El papa Francisco
declaró, el 20 de mayo, que "puede estar sucediendo un golpe de
Estado suave en algún país". A buen entendedor pocas palabras.
Como latinoamericano, Francisco entiende de golpes de Estado, por los
muchos que tuvieron lugar en nuestro continente.
El presidente Temer quería que la
Cámara de los Diputados aprobase la creación de 14.419 nuevos
cargos públicos, o sea casi cuatro veces más de los 4 mil puestos
que había prometido eliminar en nombre del saneamiento de las
finanzas del Estado. Eso costaría unos US$ 23,200 millones a las
arcas de la nación. Ante la reacción popular, Temer retrocedió.
En un país con la salud pública
ineficaz, lo que obliga a 50 millones de brasileños a depender de
planes de salud privados, la Agencia Nacional de Salud Suplementaria
acaba de fijar en hasta el 13.57 % el índice de reajuste de los
planes individuales y familiares. Como para matar a uno de un
infarto.
El ministerio "de la ética"
carece de registros de los bienes anteriores. Ya fueron destituidos
dos ministros, acusados de corrupción e intento de obstrucción de
la Justicia: Romero Jucá, de Planificación, y Fabiano Silveira, de
Transparencia y Fiscalización.
Para la Secretaría de la Mujer,
Temer nombró a la exdiputada Fátima Pelaes, del PMDB del Amapá,
acusada por el Ministerio Público Federal de integrar una
"articulación criminal" para desviar casi US$ 2 millones a
través de enmiendas parlamentarias. Ella aún no ha tomado posesión
del cargo y todo indica que, debido a la reacción contraria, de
nuevo Temer retrocederá.
Mendonça Hijo, ministro de
Educación, está envuelto en la operación Lava Jato, acusado de
haber recibido US$ 100 mil de las empresas constructoras Odebrecht y
Queiroz Galvão. Es citado en la Operación Castillo de Arena por
haber recibido una donación de US$ 40 mil de la Cavo, que pertenece
a la constructora Camargo Corrêa.
Enrique Alves, ministro de Turismo,
ha sido implicado en la Lava Jato por el traficante en dólares
Yousseff, y es uno de los integrantes de la "lista de Janot".
El Procurador General de la República, Rodrigo Janot, le pidió al
STF prisión para toda la cúpula del PMDB: Sarney, Renan, Jucá y
Eduardo Cunha.
El Ministerio de Agricultura le fue
entregado a Blairo Maggi, plantador de soya, considerado en el 2005
por los ambientalistas como uno de los mayores deforestadores de la
selva amazónica.
Geddel Vieira Lima se quedó con la
Secretaría de Gobierno, a pesar de haber sido citado en el escándalo
de los "recortes del presupuesto" el año 1993, cuando los
diputados manipulaban enmiendas presupuestarias vía entidades
sociales fantasmas.
Y ahí tenemos recortes en Salud y en
Educación, en nombre del ajuste fiscal. Petrobras, que aporta el 13
% del PIB, está en la mira de la privatización, o sea el Brasil
perderá su mayor patrimonio empresarial. Y decían que tendríamos
un gobierno mucho mejor...
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