Entre la tumultuosa ola de
descalificaciones a las iniciativas del presidente de México, que
tanta inconformidad han provocado en la sociedad mexicana, se destaca
el mensaje semanal en formato de video, del 30 de mayo, del cardenal
Juan Sandoval Iñiguez.
En respuesta a sus propias preguntas,
el cardenal Sandoval expresó que “el Presidente, con estas
mociones, está a favor de una minoría porque los homosexuales son
minoría, eso no se puede negar, y está en contra del sentir de la
mayoría. La mayoría del pueblo de México es sensata, tiene la
cabeza en su lugar, tiene sentido de la moralidad y no aprueba, no
está de acuerdo”.
Luego evidenció una usurpación o
confusión de poderes en México entre el Ejecutivo Federal y la
Suprema Corte de Justicia de la Nación: “Me llama la atención que
de un tiempo acá, la Suprema Corte no solamente juzga -porque para
eso está- sino que también legisla, y hace mociones y hace
propuestas. La Suprema Corte no es para legislar; legislan el
Congreso y el Senado. La Suprema Corte es para juzgar, luego está
sofocando la democracia: “Que la Iglesia se calle, que la Iglesia
no opine, que la Iglesia no diga nada…” y tuvo que explicar que
“la Iglesia es una abstracción, pero lo concreto somos la mayoría
de católicos; eso es lo concreto que formamos la Iglesia, de manera
que no hablen de una fracción, sino hablen de los católicos
mexicanos, que somos mayoría y que tenemos derecho a hablar; no nos
pueden callar. En una sociedad democrática, aunque sea de fachada
esta democracia, pero tenemos derecho a hablar y a expresar nuestros
puntos de vista. Entonces, la Suprema Corte ¿por qué dice que la
Iglesia se calle, que la Iglesia no diga nada…? Tenemos derecho a
hablar, a expresar nuestro punto de vista. Ya cuando se llegue a un
Estado totalitario -hacia el cual se encamina México a pasos
agigantados- pues entonces a lo mejor nos vamos a callar, pero
mientras el esquema sea democrático, tenemos derecho de hablar.
Entonces, que no digan que no hablemos los católicos”.
En seguida explicó por qué hay
confusión o usurpación de poderes en México: “Parece que la
Suprema Corte manda, y eso es triste. No debe mandar porque hasta el
Presidente de la República, cuando lanza estas iniciativas está
cumplimentado -dijo él- está cumplimentando las propuestas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. Entonces… ¿Quién manda?
¿Quién es el Presidente? ¿Dónde está la división de poderes
para que cada quien haga lo suyo y no se meta en atribuciones que no
le corresponden? Es triste y lamentable que en medio de todos los
males de carácter económico, social y de justicia; todavía vengan
nuestras autoridades a tratar de descomponer la obra de Dios que es
el matrimonio, como el Señor lo pensó, la sociedad más antigua,
anterior a los mismos gobiernos, la sociedad primitiva más sana y
más provechosa para la humanidad, la familia con padre y madre e
hijos, donde la vida se da y donde la vida se cuida”.
Es evidente que el presidente Enrique
Peña fue presionado, como es evidente que este tipo de
manifestaciones le ayudarán a quitarse esa presión de agenda
internacional que ni es propia de la sociedad mexicana ni le
corresponde, a menos que quienes manipulan esa Agenda Internacional
ya estén gobernando a México...
Roberto O´Farrill
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