Argentina: Quejas del arzobispo de
Paraná por la intervención policial «desproporcionada» en un
convento de Carmelitas Descalzas
(AICA): El arzobispo de Paraná,
monseñor Juan Alberto Puiggari, advirtió que hay «preocupación»
en la Nunciatura Apostólica y la Conferencia Episcopal Argentina
tras el allanamiento «desproporcionado» que se realizó ayer en un
monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmelo,
de Nogoyá, Entre Ríos, tras una denuncia periodística sobre
supuestas torturas contra las religiosas del claustro.
El prelado
rechazó las acusaciones y denunció la conmoción creada por la
intervención policial.«Sale un artículo en un diario y casi
automáticamente, de oficio, se decide el operativo. Cincuenta
policías con armas, rompieron puertas. Nogoyá está conmocionada.
¿Era necesario tanto despliegue?», se preguntó.
En una conferencia de prensa
realizada hoy en la curia arzobispal, el prelado recordó que las
Carmelitas dependen de la Santa Sede pero quien las protege es el
obispo, y que siguen una regla aprobada por san Juan Pablo II. El
arzobispo paranaense negó que la superiora del monasterio de la
Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmelo haya impedido el
accionar del fiscal y de los agentes de la fuerza de seguridad: «Les
dijo demen un minuto para llamar al obispo, y le rompieron una
puerta. ¿Eso es negarse?».
Monseñor Puiggari recordó que hay
Concordato entre la Santa Sede y la Argentina que dice que «en los
problemas internos de la Iglesia, la Iglesia reconoce el Código de
Derecho Canónico para regirse. Si es un crimen, evidentemente actúa
la Justicia, pero cuando son problemas que están sucediendo dentro
de una institución (religiosa), la Iglesia es la que tiene que
responder en comunión con las autoridades».
Asimismo, insistió en que el
procedimiento debió ser «distinto» y haber informado primero
al nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, dado que el
monasterio depende directamente de la Santa Sede.
Siguen libremente la regla de Santa
Teresa de Jesús aprobada por la Santa Sede
«Son todas mujeres mayores de
edad en su sano juicio que deciden y elijen una vida austera»,
afirmó, y añadió: «No es que se torturen entre ellas, no hay
privación de la libertad. De ninguna manera se ha infringido ninguna
ley, no sé cómo se puede tipificar el delito». «No digo que no
haya problemas (en el monasterio), ¿pero problemas para que
intervenga la Justicia así?», insistió en cuestionar.
En la entrevista, monseñor Puiggari
aclaró que «la vida de las carmelitas es muy exigente» y que
«viven una vida austera y de oración», y añadió que «si hay que
corregir algo, se corregirá», pero no de manera «sensacionalista».
Por último, monseñor Puiggari
destacó que «las Carmelitas son una de las congregaciones más
antiguas de la Iglesia, que tiene una reforma muy importante en el
siglo XVI con Santa Teresa de la Cruz, es una de las órdenes más
exigentes. Son monjas de clausura, de oración, de entrega, de
alejamiento del mundo y de una vida de sacrificio».
No hay comentarios:
Publicar un comentario