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domingo, 15 de junio de 2025

carta No. 293: ¿Nuevos cortes de Energía Eléctrica?

 

 

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 293– 15 de junio 2025
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¿Nuevos cortes de Energía Eléctrica? 


“La red eléctrica es un sistema complejo, donde todo está conectado, donde la energía puede llegar hasta la última casa en una colina, porque detrás de ese último tramo de cable hay todo un sistema que lo sostiene…La red es también una bella metáfora de la cooperación y la reciprocidad humana, de la relación entre la parte y el todo...La electricidad como infraestructura es esencial para el desarrollo de las comunidades, especialmente las más pobres”. (Papa Francisco, audiencia con una empresa eléctrica, agosto 2024).

 

La política, los políticos, las autoridades de elección popular deben promover el bien común. Una política que se identifica con las periferias entenderá el clamor popular y no confundirá el futuro del pueblo con los relatos que proyectan a través de medios complacientes. Servir al pueblo es apreciar su cultura, sus valores espirituales y valores religiosos, atender sus necesidades, sus requerimientos de educación, salud, servicios básicos, combatir la pobreza, crear fuentes de trabajo y administrar justicia de forma equitativa.

El pueblo para desarrollar sus actividades diarias necesita contar con servicios públicos eficientes de las autoridades, que deben trabajar sin descanso y proporcionar los medios para que las grandes mayorías se eduquen, tengan acceso a salud, educación, trabajo, servicios básicos y todo lo que permita asegurar unas condiciones de vida dignas.

En este contexto, la electricidad es fundamental para el desarrollo de las múltiples actividades cotidianas. Está en nuestros hogares, permitiéndonos tener luz, electrodomésticos, sistemas de calefacción y refrigeración y dispositivos electrónicos que facilitan nuestra cotidianidad. En la Comunicación podemos usar teléfonos, computadoras, internet y otros medios que nos mantienen conectados con el mundo. En la Salud y bienestar, los hospitales y centros de salud dependen de la electricidad para operar equipos médicos, realizar cirugías, mantener medicamentos en condiciones adecuadas y salvar vidas. En la Educación, las escuelas y universidades utilizan electricidad para la enseñanza, investigación y acceso a información digital. En la Economía y producción, impulsa industrias, comercios y servicios, permitiendo la producción de bienes y servicios que sostienen la economía. Sin electricidad se paraliza la economía. En el Transporte e infraestructura, los trenes eléctricos, semáforos, sistemas de agua potable y otros servicios urbanos dependen de la electricidad para funcionar. En Innovación y desarrollo es clave para avances tecnológicos, energías renovables, investigación científica y nuevas soluciones que mejoran nuestra calidad de vida. En Seguridad, los sistemas de alumbrado público, alarmas y cámaras de vigilancia ayudan a mantener seguros a los ciudadanos. La electricidad es la columna vertebral de la sociedad moderna, permitiendo que todo funcione de manera eficiente, segura y cómoda. Sin ella, muchas de las actividades que damos por hechas serán imposibles o mucho más difíciles.

Un país para que funcione muy bien debe asegurar la provisión de energía eléctrica y para ello debe trabajar planificadamente al mediano y largo plazo.

Actualmente en Ecuador el 92% de la generación de energía proviene de centrales hidráulicas, el 7% de térmicas y el 1% de fuentes no convencionales. En periodos de estiaje tenemos serias dificultades para satisfacer la demanda de energía eléctrica, y llegan los racionamientos por varias horas que generan grandes pérdidas económicas a todo nivel. Es importante considerar que en Ecuador el consumo de energía se incrementa tanto a nivel nacional como por persona. El consumo por persona entre 2010 y 2020 se incrementó en el 33,0%, pasando de 1.105 kWh por habitante a 1470.

Lo que ocurrió con los apagones en 2024 fue que el gobierno no previó la situación que se venía, improvisó, fue incapaz de encontrar soluciones y algunas de las que tardíamente implementó resultaron ineficientes y generaron dudas de corrupción.

Con esa experiencia negativa, esperamos que ahora hayan planificado y actúen con eficiencia y eficacia para contar con fuentes de energía que cubran las demandas crecientes, si no el desabastecimiento llegará y también los cortes.  El temor a que se repita la crisis energética en Ecuador preocupa e inquieta a una gran parte de la población. La dependencia de fuentes hídricas, así como del petróleo y gas, la falta de mantenimiento de las termoeléctricas y la insuficiente inversión en infraestructura energética han debilitado el sistema eléctrico del país. ¡Ojalá que no se repitan los cortes! #ComuniquemosEsperanza

 

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

 

sábado, 7 de junio de 2025

carta No. 292: Niñez: entre las sombras y la esperanza

 

 

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 292– 8 de junio 2025
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Niñez: entre las sombras y la esperanza 

“La gran pregunta para todos: ¿Por qué sufren los niños? ¿por qué sufren los niños? Recién cuando el corazón alcanza a hacerse la pregunta y a llorar, podemos entender algo…Los invito a que cada uno se pregunte: ¿Yo aprendí a llorar? ¿Yo aprendí a llorar cuando veo un niño con hambre, un niño drogado en la calle, un niño que no tiene casa, un niño abandonado, un niño abusado, un niño usado por una sociedad como esclavo?... y la gran respuesta que podemos hacer todos nosotros es aprender a llorar”. Papa Francisco, 2015.


Cada 1 de junio en Ecuador se celebra el Día del Niño, una fecha instituida para reconocer y promover los derechos de la infancia. Sin embargo, hoy cabe preguntarnos si esta conmemoración se ha reducido a un festejo comercial más, o si aún conserva su verdadero sentido: valorar la importancia de la niñez y defender sus derechos. Recordemos que, si los derechos no son para todos, dejan de ser derechos y se convierten en privilegios.

Vivimos en una sociedad que muestra dos rostros frente a la infancia. Por un lado, se proclama el derecho a la vida, según el cual todo niño debería nacer, vivir y desarrollarse en un entorno seguro. Pero, por otro lado, se elude la responsabilidad hacia los niños que ya han nacido, especialmente aquellos que crecen en hogares donde no se garantiza un ambiente adecuado que favorezca su sano desarrollo.

Se afirma que cada niño, desde su nacimiento, tiene derecho a un nombre, a una nacionalidad y a vivir en familia, en un entorno de afecto y seguridad. Mientras tanto, el mundo es testigo de la aniquilación de familias enteras y de miles de criaturas inocentes en guerras genocidas, que dejarán tras de sí tumbas sin nombre en países que algunos pretenden borrar del mapa.

Aunque se proclama el derecho de los niños a la educación, la salud y la protección, en la práctica estos derechos no alcanzan a quienes viven en pobreza extrema. Muchos son excluidos del acceso básico y, peor aún, terminan siendo víctimas de explotación, violencia y esclavitud, usados como herramientas por redes criminales o por intereses económicos sin ética.

Vemos con preocupación cómo las nuevas tecnologías y medios digitales, sin una adecuada mediación adulta, se convierten en espacios de manipulación mental. Niños sin acompañamiento ni filtros caen en juegos, redes y trampas cuyos efectos psicológicos y emocionales son devastadores, provocando verdaderas tragedias familiares y sociales.

A pesar de que se predica el derecho a la igualdad, persisten formas sutiles de discriminación y segregación, incluso en entornos escolares, donde el bullying y el racismo siguen marcando a muchas infancias.

Y quizá una de las tragedias más dolorosas —y a la vez más invisibilizadas— es la discriminación contra las niñas. Muchas de ellas siguen siendo privadas de estudiar, forzadas a realizar tareas domésticas, expuestas a violencia de género o incluso obligadas a contraer matrimonio a edades tempranas.

“Al mundo de hoy le falta llorar. Lloran los marginados, lloran los que son dejados de lado, lloran los despreciados; pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades, no sabemos llorar. Solamente ciertas realidades se ven con los ojos limpios por las lágrimas. Los invito a que cada uno se pregunte: ¿Yo aprendí a llorar? ¿Aprendí a llorar cuando veo a un niño con hambre, un niño drogado en la calle, un niño que no tiene casa, un niño abandonado, abusado, esclavizado por una sociedad sin alma?” — Papa Francisco.

Preguntémonos con honestidad si nuestra postura es coherente con el Evangelio y si asumimos verdaderamente la responsabilidad moral de exigir garantías reales para que todos los niños —sin excepción— reciban los cuidados que el Estado y la sociedad deben brindarles. Sobre todo, aquellos más pobres, más olvidados, más vulnerables. Los descartados. Los que no tienen otra voz que la de Dios. Porque al final, de ellos es el Reino. #ComuniquemosEsperanza

 

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.