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domingo, 13 de abril de 2025

carta No. 284: EDUCACIÓN: base de la democracia

  

 

Con los ojos fijos en Él

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 284– 13 de abril 2025
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EDUCACIÓN: base de la democracia


“… se augura una jornada electoral … (que) sea una fiesta de la democracia en la que la verdad de los resultados esté garantizada, tomando en cuenta hasta el último voto.  Un acto de fraternidad social y política en la que vencidos y vencedores acepten la voluntad de la mayoría y se comprometan a trabajar juntos, respetando el estado de derecho, la división de poderes y la oportuna alternatividad en el ejercicio del poder”. Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.

Este 13 de abril de 2025 es un día especial para las ecuatorianas y ecuatorianos: elegimos a quienes dirigirán el país durante los próximos cuatro años, celebramos el Día del Maestro y su tarea trascendental de educar para la vida, y conmemoramos el Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa.

Votaremos por los candidatos de nuestra preferencia, acto esencial de la democracia representativa. El voto por quien ejercerá el poder en nombre de todos es un derecho y una obligación: derecho, porque nos corresponde como ciudadanos delegar el poder; obligación, porque así expresamos nuestra corresponsabilidad con el bien común y el futuro de todos. Es un acto personal de soberanía y de confianza.

Dios quiere el bien de todos a través de nuestro voto, respeta nuestra libertad y nos exige conciencia, responsabilidad y solidaridad. Cuando le pedimos que salve al Ecuador, le pedimos sabiduría para decidir lo que más conviene a todos, particularmente a los más pobres.

Esa sabiduría se cultiva con conciencia, responsabilidad y solidaridad, frutos en gran medida de la educación, tradicionalmente encargada a la familia y a la escuela. Estas dos instituciones han sido pilares fundamentales para informar, educar y formar a las presentes y futuras generaciones, a través de los maestros, quienes encarnan y transmiten ejemplarmente estos valores.

Con el vertiginoso desarrollo de los medios tecnológicos de comunicación, enfrentamos una sobreabundancia de información, pero sin el debido procesamiento, evaluación y aprovechamiento. Esto genera una crisis educativa y una grave relativización de valores y culturas. La familia y la escuela han sido rebasadas e incluso suplantadas en sus tareas fundamentales de educar y formar, lo que representa un desafío urgente para el Estado y la sociedad.

Los nuevos gobernantes deben atender el sistema educativo ecuatoriano, que no ha sido priorizado conforme a su importancia y trascendencia social, ni siquiera cumpliendo mandatos constitucionales como la entrega del presupuesto nacional que le corresponde por ley. Es imprescindible priorizar una educación universal, gratuita y de calidad, que instruya, eduque y forme, junto con las familias, en valores éticos y sociales.

En el acto educativo, el estudiante es el sujeto y razón del proceso. Pero si no hay un referente claro que oriente al sistema hacia el cumplimiento de sus objetivos, la educación se vuelve ineficaz: un gasto y no una inversión social. El acompañante y guía del proceso es el educador. Muchos maestros, fieles a su vocación, se han dedicado heroicamente a servir a sus educandos y a la comunidad. A ellos, nuestro reconocimiento y gratitud.

Junto a la vocación de servicio, los maestros requieren constante actualización científica y profesional, acompañamiento, apoyo de autoridades y pares, un salario digno y, sobre todo, una revalorización plena de su tarea y misión. La educación es la base de la democracia.

Un pueblo educado y formado está capacitado para elegir a los mejores candidatos. Es urgente mejorar la calidad de la educación para contar con ciudadanos excelentes y autoridades óptimas, que lleguen al poder para servir con honestidad, respetando el Estado de derecho, la división de poderes y la oportuna alternancia en el ejercicio del poder, haciendo del Estado un instrumento de servicio y no de dominación.

Que Jesús, el gran Maestro, ilumine a los votantes, a los elegidos y a los maestros ecuatorianos. #ComuniquemosEsperanza

 

Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.

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