Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 286– 27 de abril 2025
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FRANCISCO: fiel testigo del Evangelio
“Dios de infinita
misericordia, confiamos a tu inmensa bondad a cuantos han dejado este mundo
para la eternidad, donde tú esperas a toda la humanidad, redimida por la sangre
preciosa de Jesucristo, muerto en rescate por nuestros pecados”. Papa
Francisco, Oración por los Difuntos.
El lunes de Pascua despertamos con la triste noticia
de la partida de nuestro querido Papa Francisco. Sentimos una inmensa pérdida
que llenó nuestros corazones de pesar. Sabíamos de su frágil salud, pero
manteníamos la esperanza de que Dios le permitiría quedarse más tiempo con
nosotros, para seguir iluminándonos con su palabra y su ejemplo.
Desde todo el mundo llegaron mensajes de
gratitud y reconocimiento, destacando su compromiso por renovar la Iglesia: su
lucha contra los abusos, su opción por los pobres, la defensa de migrantes y de
la casa común, y sus críticas al descarte, la corrupción y el capitalismo
salvaje. Un Papa diferente, humilde, coherente, fiel testigo del Evangelio.
Su profundo mensaje pastoral se fundamentó en
la fidelidad al Señor y al Evangelio. Sus encíclicas Laudato si’ y Fratelli
tutti, sus cartas apostólicas, exhortaciones y homilías transmitieron
siempre un aire fresco y renovador, con respuestas necesarias, desde la fe, la
esperanza y el amor, a los desafíos del siglo XXI. El Sínodo Amazónico (2019) y
el de la Sinodalidad (2021-2024), liderados por Francisco, abrieron caminos
para promover una Iglesia participativa, abierta al diálogo y a la misión. Con
el jubileo del 2025, nos invitó a ser “Peregrinos de la Esperanza”, dejando una
Iglesia en camino, comprometida con el Pueblo de Dios y con la humanidad. Su
talante empático y comprensivo abrió las puertas de la Iglesia a todas las
personas: “Dios nunca rechaza a nadie, y tampoco la Iglesia debe hacerlo”.
Francisco fue la conciencia del mundo.
Tuvimos la gracia de contar con su presencia
en Ecuador, del 5 al 8 de julio de 2015. En su visita a Ecuador, el Papa
Francisco habló de la familia como “la Iglesia doméstica”, mostró su humanidad
al reencontrarse con su amigo el padre Paquito, bendijo al pueblo en la Plaza
Grande y animó a la evangelización y la paz en la misa del Parque Bicentenario.
En la Universidad Católica, destacó que un maestro enseña con el ejemplo; en la
casa de acogida de las Hermanas de la Caridad, priorizó a los descartados, y en
el santuario de la Virgen del Quinche, reafirmó su confianza en María. En pocas
horas, fue una gran luz. Luego partió hacia Bolivia, donde reconoció en los
movimientos populares una verdadera expresión de soberanía y esperanza.
De esa histórica visita, recordamos
especialmente estas palabras: “Nunca pierdan la capacidad de dar gracias a Dios
por lo que hizo y hace por ustedes; la capacidad de proteger lo pequeño y lo
sencillo, de cuidar a sus niños y ancianos, de confiar en la juventud y de
maravillarse por la nobleza de su gente y la belleza singular de su país”.
Gracias,
Señor, por la vida y el testimonio del Papa Francisco, pastor cercano,
valiente, profundamente humano y cristiano. Su legado permanece en sus palabras
y gestos, que nos invitan a vivir con gratitud, cuidar de la familia, valorar
la educación, caminar juntos, orar unos por otros, “hacer lío” por las causas
justas, defender la Amazonía, las periferias, los migrantes, la paz y la
justicia. Nos deja frases que iluminan nuestro camino: “Cómo me gustaría una
Iglesia pobre y para los pobres”, “Una persona que piensa en construir muros y
no puentes no es cristiano”. Su memoria espiritual nos inspira a fortalecer la
hermandad, proteger a los más vulnerables, cuidar de la naturaleza y mantener
viva nuestra fe con esperanza. Oremos para que el Espíritu Santo ilumine al
próximo cónclave en la elección del nuevo Papa. #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la
fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.