Con
los ojos fijos en Él
en la
realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 196 –
6 agosto 2023
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nuestro Voto
Construye el Futuro
“Anhelo que en esta época que nos toca vivir, reconociendo la
dignidad de cada persona humana, podamos hacer renacer entre todos un deseo
mundial de hermandad. Entre todos: «He ahí un hermoso secreto para soñar y
hacer de nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear la vida
aisladamente. […] Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y
en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante.»”. Papa Francisco, Encíclica Fratelli tutti, No. 8
Este 20 de agosto acudiremos a votar en
elecciones anticipadas. Elegiremos
asambleístas, que serán los responsables de normar el comportamiento de todos y
vigilar porque todos, incluidos ellos mismos, cumplan la Constitución y las
leyes. También elegiremos presidente y
vicepresidente de la República, responsables de una administración honesta y
eficaz de los recursos disponibles, y los que pueda conseguir, para solucionar
los problemas del país.
Es tarea de los mandatarios elegidos, y que
debe ser estrictamente cumplida, priorizar las necesidades más sentidas de la
población de acuerdo con la disponibilidad de los recursos, ofreciendo a cada
uno una visión y esperanza de futuro. Es
fundamental que sepamos hacia dónde vamos, qué sacrificios debemos hacer y
cuáles son los resultados que esperamos a corto, mediano y largo plazo.
Un dicho popular dice que “el pez se pudre
por la cabeza”, esto significa que la primera tarea de las autoridades electas es
dar testimonio de honestidad, veracidad, servicio, confiabilidad, austeridad y
eficacia. El ejercicio cabal del poder
comienza con el escogimiento de sus colaboradores y lo que se haga o se deje de
hacer, es siempre su responsabilidad, ya que delega funciones a personas de su
confianza.
El mandatario es escogido de entre todos
para que haga las veces de todos, no es alguien predestinado para gobernar, sino
que se ha preparado para desempeñar esa función, pero la elección es una
decisión de la ciudadanía que ve en él, en su vida, en sus valores, en sus
capacidades, en su pasado, en sus compañeros y allegados... a la persona indicada que trabajará y servirá
con fidelidad, efectividad y eficacia para cumplir los anhelos del pueblo.
Todo hace pensar que el elegido debe ser el
mejor y más capaz para orientar y acompañar a la ciudadanía en su búsqueda de
un mañana mejor. Depositamos en él la
confianza que le convierte en nuestro mandatario y todos somos sus mandantes. Pero debe estar claro que no le entregamos
poder para que nos domine y nos haga sus vasallos, le hacemos representante de
cada uno para que esté atento a nuestra palabra, necesidades, sueños y
esperanzas… Es el bien común de todos y nuestra
voluntad las que debe seguir, así como tiene que señalar el camino que hemos de
recorrer en su compañía.
Penosamente, al poco tiempo de los resultados
electorales, hay miles de arrepentidos de haber votado por tal persona o partido. Población que se ve obligada a salir del país
en búsqueda de seguridad, emigran incluso arriesgando su vida; otros van
perdiendo la esperanza y creen encontrar la causa en una falsa democracia, que
se ha convertido en politiquería malsana y perversa, por lo que prefieren una
dictadura.
La corrupción y desvergüenza en el sector
público y privado, la pérdida de la razón de existir de las instituciones, la
casi ninguna fuerza moral y de respeto que tienen las autoridades frente a la
ciudadanía, el relativismo y amoralidad en los politiqueros, la permisividad e
indiferencia de la ciudadanía; la banalidad, mediocridad y falaz tramposería de
los jueces nos tienen indefensos y en el abismo…
Ser elegido para ejercer una
función pública es de los más grandes reconocimientos que una persona puede
alcanzar y por lo mismo implica la máxima responsabilidad ética y ciudadana. Moralmente la responsabilidad de los
electores es equivalente. No los
elegimos para que, con nuestro voto, robe, mienta, abuse del poder... La inmensa responsabilidad del voto exige que
nos informemos y formemos políticamente para evaluar y discernir sobre la
información recibida, analizarla y confrontarla con los valores éticos propios
y sociales, para saber qué país propone y cuál es el que quiero para todos. El voto es un compromiso personal, por eso tiene
que ser consciente, libre y fruto de un serio discernimiento. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos
fijos en El, en la realidad y la fe" es una publicación de la Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros
de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de
estas cartas.
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