Con los ojos fijos en Él
en la realidad y
la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 131– 8 de mayo 2022
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La Patria es nuestro
derecho y responsabilidad
“La
esperanza es audaz: sabe mirar más allá́ de la comodidad personal, de las
pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse
a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna” (Papa
Francisco, Fratelli tutti No 55).
La Comisión ecuatoriana Justicia y Paz invita a
escuchar, discernir, interiorizar y compartir el mensaje de los Obispos del
Ecuador, dirigido "a los ecuatorianos de buena voluntad ", el pasado
29 de abril. En este mensaje y desde su "compromiso
de caminantes junto al pueblo, desde la escucha y participación en sus penas,
gozos y esperanzas (GS 22)", puntualizan varias realidades que afectan
gravemente el presente y futuro del país y ponen en riesgo la propia
institucionalidad del Estado y que se convierten en desafíos para el pueblo y
especialmente para los creyentes.
Con claridad y contundencia han sintetizado las
amenazas en tres puntos:
1. La creciente ola de pobreza, de violencia e
inseguridad, que nos llena de luto y dolor y genera un ambiente de miedo y desconfianza.
2.
La crisis
política e institucional, manifestada en la pugna de poderes y el vacío ético y
jurídico, que impiden vivir en una sociedad de justicia y equidad.
3.
Una
cultura de muerte que impone leyes que nada tienen que ver con los valores de nuestra
sociedad; y que van en contra de la defensa de la vida desde la concepción, del
respeto a la familia y del cuidado de la Casa Común afectada por el
extractivismo desmesurado, perjudicando a pueblos y comunidades, sobre todo en
la Amazonía.
En este escenario de amenazas, ambiciones, corrupción,
impunidad, inseguridad y muerte, los obispos hacen un llamado claro y concreto
a que volvamos nuestros ojos al Señor Resucitado, a que saquemos nuestra fe a
la calle y actuemos decididamente para cambiar esa realidad y trabajar sin
descanso para “que todos tengamos vida y vida en abundancia” cfr Jn
10,10).
Ante el Señor de toda la Historia que se hace presente
aquí y ahora, que acompaña a su pueblo, que vive en luchas, que peregrina
gritando “Ven Señor no tardes”, y se manifiesta en múltiples formas en
la fe de nuestro pueblo, nos dicen “En medio de estas realidades
desafiantes, en que el Dios de la Vida nos llena de fortaleza y esperanza,
constatamos también que la fe de nuestro pueblo sigue siendo su más grande
riqueza: hemos sido testigos de las manifestaciones de solidaridad y cercanía
con los que sufren…”
Nos hacen un llamado a todas las personas para que,
sin distingos ni divisiones, nos unamos sin reservas, con transparencia y
sinceridad para exigir nuestros derechos y cumplir nuestras responsabilidades,
para trabajar por nuestro país y encontrar, juntos, caminos de diálogo y
solidaridad, consensos mínimos que nos permitan enfrentar la devastadora
situación en la que está el país.
Solamente de forma mancomunada, sin egoísmos, ni agendas ocultas,
alcanzaremos objetivos nacionales de bienestar y desarrollo, previamente
acordados, para toda la población, especialmente para los más pobres y
vulnerables, por ello nos dicen "Nuestra gratitud a todos los ecuatorianos,
hombres y mujeres, comprometidos con la paz y la justicia, con la defensa de la
vida, de los derechos humanos y ambientales, siempre dispuestos a mejorar la
calidad de vida de los migrantes, los encarcelados, los jóvenes, los enfermos y
excluidos de la sociedad, los bienaventurados de Dios (Mt 5)".
Si queremos salir de esta devastación, tenemos una labor inmensa por
delante que, junto a nuestros pastores, debemos procesarla ante el Señor Jesús
para interiorizarla y asumirla como tarea y responsabilidad ineludible, con el
único objetivo de construir una Patria grande, en la que quepamos todos, sin
exclusión ni explotación, donde prime la justicia y la paz. Debemos ser profetas de vida y esperanza,
dando ejemplo y actuando como Dios manda. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la
realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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