Con los ojos fijos en Él
en la realidad y
la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 128– 17 de abril 2022
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Entre la crucifixión y la resurrección
Él,
por amor, entrando en el abismo del dolor y del sufrimiento nos redime y nos
salva dando sentido a nuestras aflicciones y tribulaciones. Pondremos ante Jesús crucificado a todos los
crucificados de hoy, hermanos y hermanas víctimas inocentes del sufrimiento y
la maldad del mundo. Sólo él puede
consolarlos y darles amor. Caminar junto
a Cristo como discípulos, nos lleva a compartir su suerte de cruz, pero siempre
con la esperanza y la certeza de participar también de esa resurrección con que
Él venció a la muerte y nos regaló una vida nueva. Papa
Francisco, 2021.
"En cuanto tomó
Judas el bocado, salió. Era de noche" (Jn 13,30) Es la noche de la
mentira, de quien oculta sus planes siniestros, la noche de la ambición, de
quien por dinero es capaz de matar; la noche de la corrupción, de quien no
tiene ni corazón ni ética… Jesús sigue
siendo crucificado allí donde se irrespeta la dignidad, la libertad y la vida
(Mons. Silvio José Báez)
En la cotidianidad,
nos encontramos con muchos signos de crucifixión que caminan campantes por
nuestra realidad, unos evidentes y otros solapados: justicia manipulada por
jueces mercancía y abogados mercaderes; pobreza en abundancia, riqueza
concentrada en pocas manos, hambre escandalosa, desempleo a millares surgir, corrupción
galopante, despilfarro inescrupuloso, narcotráfico desbocado, guerras
fratricidas, impunidad acrisolada, politiquería descarada, palanqueos
abundantes, tráfico de influencias, crimen organizado, violencia despiadada,
mentira por doquier, planes perversos, ambiciones desmedidas, dinero fácil,
egoísmos superlativos, prepotencia legitimada, instituciones debilitadas,
intereses mezquinos, explotación indiscriminada de la naturaleza, esclavitud
tecnológica, verdad falsificada, enemistad, soberbia envidias, deshonestidades,
engaños, mezquindad… estas
manifestaciones de crucifixión tocan y carcomen en 'carne viva', sobre todo a
la gente más débil y vulnerable.
Flagelan su dignidad, destruyen su futuro y le niegan toda posibilidad
de tener "vida en abundancia".
En medio de tanta
oscuridad que abraza al mundo y que le mantiene en un permanente 'viernes santo',
también hay signos de resurrección, hay, sin duda alguna, manifestaciones del 'paso
de la muerte a la vida' en "cada brazo que se alza para defender al
pueblo del dominio explotador", en esas comunidades vivas que sacan
fuerzas de flaqueza para enfrentar y vencer adversidades; en el rancho, en la
fábrica, en la plaza, en la calle, en la feria, en los buses, en las esperanzas
porfiadas de los desplazados, refugiados, olvidados del poder de turno; en los
constructores del pensamiento; en la educación que fragua mentes libres e
incluyentes; en los edificadores de la paz que dan por doquier su mensaje
cargado de testimonio y de solvencia ética y moral, en los luchadores por la
justicia que desmantelan y ponen en evidencia toda injusticia promiscua, en los
defensores de la casa común que proponen desmantelar esa carrera consumista
desbocada.
También están esas
manifestaciones de solidaridad que rompen el egoísmo y sacan lo mejor de cada
persona, en esa lucha inclaudicable por la verdad; en miles y miles de padres y
madres de familia que entregan todo su amor y ternura y dan ejemplo a sus hijos
para que sean honrados ciudadanos y buenos cristianos. Personas que con hechos y palabras promueven
actos de honestidad que encaren y enfrenten a la corrupción e impunidad; que
induzcan al perdón que acerca corazones y construye cercanías, en la humildad y
sencillez de corazón que tiende puentes entre diferentes; y con su trabajo
tesonero y que sin esperar nada a cambio, construyen un mundo nuevo.
En la Pascua, la tumba se queda vacía, la muerte y sus manifestaciones son vencidas, la vida entra en plena vigencia, la alegría desborda por doquier, el bien fluye a raudales, ya no hay espacio para la diatriba. La Pascua de Resurrección es el 'Paso' en nuestra vida que nos configura con Cristo, para que todos y todas, cada uno en nuestra propia tarea y responsabilidad nos convirtamos en constructores de dialogo, perdón, entendimiento, equidad, paz, confianza… ¡Esperanza! Felices Pascuas de Resurrección para cada uno. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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