Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia
y Paz
carta No. 315
–16 noviembre de 2025
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La amistad
social: fraterna y responsable
El amor al otro por ser quien es nos mueve a
buscar lo mejor para su vida. Sólo en el cultivo de esta forma de relacionarnos
haremos posibles la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad
abierta a todos”. Papa Francisco.
“El amor al otro por ser quien es nos mueve a buscar lo mejor
para su vida. Solo en el cultivo de esta forma de relacionarnos haremos posible
la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos.”
(Papa Francisco)
La amistad social, la fraternidad y la
responsabilidad son conceptos interrelacionados que promueven el bien común a
través de la cooperación, el respeto y la participación activa.
La amistad social representa un nuevo estilo de vida basado
en la participación cívica y en una cultura del encuentro y de la construcción
colectiva. Busca superar el individualismo, compartiendo valores y un
patrimonio común, con una visión de colaboración, respeto y compromiso.
La fraternidad es el ideal de la
solidaridad mutua, la cooperación y la acción compartida, reconociendo que
todos somos parte de una misma comunidad. Va más allá de la asistencia; se
centra en el amor en acción y en la búsqueda de justicia tanto local como
global.
La responsabilidad surge de la
fraternidad: es la obligación mutua de unirnos a otros para crear procesos
sociales que beneficien a todos, practicando la caridad política. Implica
trabajar juntos por el bien común, el desarrollo integral y el bienestar
colectivo.
Responsabilidad significa hacernos prójimos, superar
prejuicios e intereses personales para atender las necesidades de los demás;
implica servicio comunitario, compromiso activo con el bienestar común, unión
en lugar de división, extinción del odio y apertura al diálogo; significa
también la construcción de un mundo más justo desde las relaciones cotidianas,
la vida social y las instituciones.
La amistad social, la fraternidad y la responsabilidad
invocan una transformación profunda: reconocer en cada ser humano a un hermano
y cuidar activamente unos de otros, de nuestro entorno y de la casa común. En
Ecuador, estos valores están gravemente deteriorados. La sociedad se halla
polarizada, incluso con familias divididas y amistades rotas. Ya casi no hay
rivales políticos, sino enemigos. Los “samaritanos” parecen extinguirse,
mientras el individualismo se multiplica. Hemos ido olvidando al prójimo y al
bien común.
A pesar de la pobreza, el desempleo, la falta de medicinas en
los hospitales, la precariedad de los servicios básicos en el campo, la
desnutrición infantil, la migración acelerada y la violencia incontrolable,
seguimos divididos por una “guerra” política que agrava la crisis y amenaza con
volverse irreparable. Cada sector cree tener la razón absoluta, y el diálogo
está completamente roto. Las oposiciones son beligerantes, sin espacio para el
encuentro.
La fraternidad, la amistad social y la
responsabilidad son los caminos posibles para reconstruir el país: un Ecuador
más justo, solidario, inclusivo, equitativo y pacífico. Este compromiso es de
todos —personas e instituciones— para que, en la Casa Común, vivamos como una
gran familia. Es urgente dejar atrás las confrontaciones, los desencuentros y
los intereses particulares, para restaurar nuestro país y superar la crisis
económica, social, política y ambiental que se profundiza día a día.
Recuperar la paz es una tarea conjunta e
impostergable. Ninguna solución será posible mientras el país permanezca
dividido y polarizado. El diálogo es inminente: solo en el otro encontramos
plenitud, posibilidades de encuentro, caminos de reconciliación y respuestas a
los complejos problemas que enfrentamos. El fortalecimiento institucional es
también inaplazable: debemos recuperar la confianza en la justicia, garantizar
servicios de salud dignos y educación de calidad, desterrar la corrupción y la
impunidad, vencer la indiferencia y promover la inclusión social. Inmensa
tarea, pero posible. #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la
fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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