Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia
y Paz
carta No. 313
–2 noviembre de 2025
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Moralidad
(Moeurs)
“Sabemos bien que la búsqueda de poder a
cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia. De ahí que la política sea
un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre,
si bien cuando quienes los que se dedican a ella no la viven como un servicio a
la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión,
marginación e incluso de destrucción” Papa Francisco, diciembre 2018 “
La democracia necesita más que meros procedimientos formales,
como las elecciones o las instituciones. Se fundamenta en lo que en francés se
llama moeurs, es decir, la moral y las virtudes de los ciudadanos: el civismo,
la responsabilidad, la confianza, la amistad y el respeto. No hay lazo social
más fuerte que el respeto. Sin moeurs, la democracia se vacía de contenido y se
reduce a mero aparato. Incluso las elecciones degeneran en un ritual vacío
cuando faltan estas virtudes. Entonces, la política se convierte en lucha por
el poder, los parlamentos en escenarios de autopromoción, y el neoliberalismo
en una maquinaria que ha producido una gran cantidad de perdedores. La brecha
social entre ricos y pobres se agranda cada vez más, y el miedo a caer socialmente
afecta incluso a la clase media. “Precisamente estos temores son los que lanzan
a la gente hacia los brazos de autócratas y populistas” (Byung-Chul Han).
A lo largo de la historia, reyes y gobernantes han actuado
sin apego a la moral para perseguir sus intereses. Maquiavelo estableció el
famoso principio: “el fin justifica los medios”. Hoy ese axioma parece
invertido: los medios justifican los fines y se han convertido en el objetivo
último de la acción política, para alcanzar el poder a cualquier precio y sin
consideración moral alguna.
Las estrategias básicas de este estilo político son dos:
primero, se crea uno o varios enemigos, a quienes se denigra como “terroristas”
o “desechables”; al enemigo no basta con vencerlo, hay que eliminarlo. Segundo,
se ofrecen dádivas clientelares, bonos o soluciones mágicas basadas en promesas
cautivadoras, pero pasajeras e irrealizables. Son las dos caras de un mismo
fenómeno: un populismo autoritario.
Se utiliza un sistema de propaganda que aparenta libertad,
apoyado en medios y plataformas digitales que a menudo crean un mundo ficticio.
Aunque pueden fomentar empatía y conexión, con frecuencia se transforman en
instrumentos de odio y manipulación, volviéndonos esclavos de nuestras propias
pasiones en lugar de más humanos y respetuosos. El papa Francisco ha reconocido
las enormes posibilidades de la inteligencia artificial, pero también ha
advertido sobre los graves riesgos que puede entrañar para la humanidad.
La moralidad y las buenas costumbres se basan en la ética y
en las virtudes de los ciudadanos: el civismo, el respeto a las leyes, la
confianza, la responsabilidad, el respeto mutuo y la convivencia pacífica. Esto
es mucho más que cumplir con el ritual de depositar un voto en las urnas cada
cierto tiempo. La auténtica democracia implica una participación ciudadana
activa, con formación permanente para ejercer un control social efectivo sobre
los mandatarios, tanto a nivel local como nacional.
En Ecuador acudiremos nuevamente a las urnas el 16 de
noviembre, para un nuevo referéndum y consulta popular. Allí debemos aplicar
nuestras virtudes cívicas y superar la apatía y la anomia que derivan en la
degradación de las normas sociales y en la falta de reflexión crítica. Nuestra
voz es condición para una democracia fuerte y para frenar los afanes
autoritarios del poder. No podemos quedarnos en las ofertas vacías de cambio
constitucional que enarbola el poder para asegurar sus propios intereses. “Sed
mansos como palomas y astutos como serpientes” (Mt 10,16).
Consolidar nuestra conciencia cívica como ciudadanos es un
desafío, sobre todo en tiempos electorales. Aún mejor si lo hacemos en grupo o
en comunidad, promoviendo estos valores en las familias y en los espacios
educativos. La moral social y política es compromiso de todos; implica
servicio, corresponsabilidad con el bien común, la justicia y la paz. #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la
fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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