Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión ecuatoriana Justicia
y Paz
carta No. 243 – 30 de junio 2024
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Dieron
su vida por la vida
“Si alguno quiere
venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga.
Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi
causa la salvará” Lucas, 8, 22-24.
El papa Francisco ha insistido en
muchas ocasiones que la Iglesia necesita pastores con olor a oveja, que vivan
en medio del rebaño, capaces de salir a las periferias, que acompañen a las
personas que sufren, que son desechadas y marginadas. Mons. Alejandro Labaka,
obispo del Vicariato Apostólico de Aguarico, nacido el 19 de abril de 1920 en
Beizama, España; y la hermana Inés Arango, terciaria capuchina, nacida el 6 de
abril de 1937 en Medellín Colombia, siguieron al Señor hasta dar sus vidas. El
21 de julio de 1987 la entregaron en un recóndito rincón de la selva
ecuatoriana yendo al encuentro de los Tagaeri, uno de los pueblos aislados del
Ecuador.
Ellos sabían del peligro y no
vacilaron en arriesgar la vida por el Evangelio. La hermana Inés escribió en su
testamento: “Si muero, me voy feliz, ojalá nadie sepa nada de mí, no busco fama
ni nombre, Dios lo sabe, siempre con todos, Inés”. Mons. Alejandro manifestó
“Si no vamos nosotros, los matan a ellos”. Eran tiempos revueltos y la
expansión petrolera amenazaba con acciones violentas y riesgo de muerte contra
esos pueblos aislados.
No fue un hecho fortuito ni
improvisado, fue consecuencia de su compromiso a favor de los más pobres y
olvidados. Los pueblos indígenas, Kichwa, Shuar, Siona, Siekopai, Waorani y en
aislamiento voluntario eran ya minoritarios en Orellana y se encontraban
amenazados en sus derechos por la explotación petrolera y una colonización
agresiva. Alejandro tomó esta realidad como una opción pastoral desde su
llegada a Orellana: defendiendo sus territorios y derechos como se muestra en
las insistentes cartas y propuestas enviadas a las autoridades nacionales.
Tiempo después, la Hna. Inés se unió con todas sus fuerzas a esta misma causa,
compartida por toda la iglesia local.
Ambos dieron ejemplo de una pastoral
inclusiva, inculturada. Buscaban el respeto mutuo y la convivencia en paz entre
los pueblos y nacionalidades indígenas, los campesinos llegados con la
colonización, las personas del campo y de las ciudades para construir una
sociedad más justa y fraterna. Tanto Alejando como Inés dieron su vida por la
vida, con su ejemplo y desde la casa del Padre acompañan la lucha de las
personas de la provincia de Orellana por el cuidado de la Casa Común, la
justicia y la paz.
Cada año por Alejandro e Inés se
realiza una caminata entre el 9 y el 21 de julio, que sale de Quito, diversas
localidades y comunidades de la Amazonía para concluir en el Coca en un
ambiente festivo, de reflexión y oración. El lema 2024 es: “Con Alejandro e
Inés caminamos en fraternidad para sanar la Amazonía”.
Desde el Vicariato de Aguarico y las
comunidades de Orellana se siguen las huellas de Alejando e Inés, su legado es
actual y un reto para todos, sus martirios van más allá del recuerdo o
conmemoración, nos compromete y nos llama a luchar y defender la Amazonia, a
movilizarnos en defensa de los derechos ambientales, territoriales y de los
pueblos y a caminar desde el servicio, la esperanza y el amor para construir,
pese a todos los peros, un Ecuador diferente: fraterno, justo, solidario.
Ahora que en nuestro país pasamos
por horas oscuras, debemos comprender que hay un poder más fuerte que la
violencia y las ambiciones particulares de los poderes económicos o políticos,
esa fortaleza reside en la entrega y la solidaridad. Una fuerza que nace desde
la fe y la esperanza, que trabaja y crece la mayor parte del tiempo en
silencio, como el grano de mostaza que es semilla del Reino de Dios. #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la
fe" es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar,
reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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