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domingo, 26 de marzo de 2023

carta No.177: Sembremos Esperanza

 

en la realidad y la fe

Comisión ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 177 – 26 marzo 2023

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Sembremos Esperanza

“… la esperanza es una virtud que no se ve: trabaja desde abajo; nos hace ir y mirar desde abajo. No es fácil vivir en la esperanza, pero yo diría que debería ser el aire que respira un cristiano, el aire de la esperanza; de lo contrario, no podrá caminar, no podrá seguir adelante porque no sabe adónde ir. La esperanza –esto sí es verdad– nos da seguridad: la esperanza no defrauda. Jamás. Si tú esperas, no te decepcionarás. Debemos abrirnos a esa promesa del Señor, inclinándonos hacia esa promesa, pero sabiendo que hay un Espíritu que trabaja en nosotros”. Papa Francisco, octubre 2019.

En Ecuador vivimos en constante zozobra, llenos de miedo y desazón.  Una crisis permanente de la que no vemos salida.  A la lacerante violencia que padecemos, se unen la falta de empleo, las dificultades económicas familiares, la carencia de salud pública y medicinas, los deficientes servicios públicos, la inoperancia de las autoridades nacionales y/o locales…

Por si fuera poco, se han añadido los efectos de un terrible invierno que ha destruido vías claves de comunicación, inundaciones, deslaves con catastróficas consecuencias para las personas y comunidades; las poblaciones locales e incluso las grandes ciudades soportan estos azotes; también los volcanes Cotopaxi y Sangay causan inquietud; y, finalmente, el reciente sismo causó muertos, heridos, destrucción de viviendas e infraestructuras.

Además, hay una pérdida aterradora de institucionalidad: un gobierno inoperante que reparte dádivas y sin un plan para enfrentar las emergencias, una asamblea inepta, sumergida en sus propias ambiciones, muy lejos de proponer y encontrar soluciones a los graves problemas del país, una justicia igualmente ineficaz y a veces corrupta...  Casi nada funciona, el Ecuador parece un estado fallido, fracasado, incapaz de encontrar y dar respuestas efectivas a las necesidades ciudadanas. 

No es extraño, en consecuencia, que muchas personas piensen que no hay esperanza, que lo mejor es escapar, buscando mejores días en la migración, aun a riesgo de la vida, para lograr, al menos con sus remesas, recuperar la esperanza para sus familias y consecuentemente para el país. Frente a este diagnóstico negativo y las quejas, pan de cada día, no debemos caer en un pesimismo que nos paralice, pues aún nos queda la capacidad de reaccionar ante tanta adversidad.

Desde Justicia y Paz creemos que es posible superar la actual situación si no nos sumimos en la queja constante o el miedo. En nuestra carta 176, proponemos que debemos empezar a movilizarnos desde la familia, socialmente, para encontrar caminos, respuestas, soluciones a esta compleja realidad. Sólo podremos vencer las plagas que nos aquejan si recurrimos a los valores más profundos que impregnan el sentir y el vivir de los sectores populares y medios de nuestro Ecuador.

Esto demanda recoger del alma más profunda de nuestro pueblo ese espíritu que nos ha permitido seguir adelante y resurgir de las peores dificultades que hemos enfrentado en nuestra historia, como la grave crisis económica de finales del siglo y milenio pasado.  Ese espíritu que permanece en las comunidades indígenas, montubias y afrodescendientes, en las organizaciones de base, en algunos gremios, asociaciones, movimientos sociales y en personas de los sectores de la clase media e incluso alta que generan lazos de solidaridad y subsidiariedad.

Tenemos que buscar los mecanismos y prácticas reales que permitan compartir iniciativas y recursos en los campos de la economía, la educación, la seguridad social, la salud y la seguridad ciudadana.  Valoramos el esfuerzo de nuestros migrantes que prefieren arriesgarse antes que entregarse a la delincuencia, vemos barrios que se organizan frente a la violencia, comunidades que comparten sus alimentos y recursos y un pueblo que, en medio de sus angustias, es capaz de festejar como un signo de esperanza y de confianza en el futuro.

Desde nuestras raíces y profundo espíritu cristiano sembremos esperanza, practiquemos nuestros principios y valores éticos y morales, difundamos optimismo, demostremos alegría de vivir y entusiasmo para buscar soluciones a los problemas.  El Señor nos dará la fuerza para seguir en esta lucha diaria en nuestras familias, comunidades, parroquias, ciudades y país.  ·  #ComuniquemosEsperanza

 

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Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas. 

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