Con los ojos fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 141– 17 de julio 2022
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Diálogo
que escuche, entienda y decida
“La
discusión pública, si verdaderamente da espacio a todos y no manipula ni
esconde información, es un permanente estímulo que permite alcanzar más
adecuadamente la verdad, o al menos expresarla mejor, impide que los diversos
sectores se instalen cómodos y autosuficientes en su modo de ver las cosas y en
sus intereses limitados. Pensemos que
«las diferencias son creativas, crean tensión y en la resolución de una tensión
está el progreso de la humanidad” Papa
Francisco (Fratelli Tutti 203).
Vivimos un
momento sociopolítico histórico. Después
de la firma del “Acta de Paz” entre las Organizaciones Indígenas y el Gobierno
Nacional, que devolvió tranquilidad temporal al país, se establecieron mesas
temáticas para dialogar y llegar a acuerdos alrededor de los diez temas
propuestos por los indígenas para el país y que fueron aceptados por el
gobierno del presidente Lasso.
Durante
el paro, desde diferentes sectores se demandó con fuerza la necesidad de un
diálogo vivo, dinámico, sincero, oportuno, transparente y efectivo, como
manifestamos en cartas anteriores (Nos. 139 y 140), con varias recomendaciones
para que en las negociaciones se siga una metodología que dé los resultados
esperados en los 90 días acordados para resolver los temas planteados.
El
proceso para un diálogo auténtico que se aplica desde hace muchos años
en los ámbitos comunitarios, organizativos y eclesiales es el: “ver, juzgar y
actuar”. Que también podemos entenderlo como: escuchar, entender y decidir.
Una
escucha atenta y activa exige voluntad, clara intención, apertura y
disposición de las partes para “atender y enterarse”. La verdadera escucha da
la oportunidad de conocer las situaciones o problemas reales, los informes o
referencias, la interpretación sobre las causas y efectos, los sufrimientos y
las preocupaciones de los otros. Escuchar permite conocer nuevas perspectivas, diferentes
puntos de vista, ciertas posturas o intereses del distinto, visualizar la
disposición de las partes para buscar el bien común. Escuchar alivia y libera de tensiones y de
prejuicios, y lleva a una comprensión global y ecuánime.
Después
de escuchar hay que entender, a través de fundamentar y discernir
sobre lo expuesto por cada parte, argumentado con razones y datos concretos,
los pros y los contras de cada situación dialogada, las experiencias exitosas
del pasado, el aquí y ahora y las proyecciones para el futuro, que permitirán
vislumbrar de manera conjunta objetivos comunes, propuestas viables, soluciones
reales, acciones concretas y políticas a ejecutarse. Hay que buscar la verdad,
distinguir lo justo de lo injusto, lo esencial de lo secundario, para lo cual
se requieren espacios de reflexión serios, de estudios profundos y verificables
sobre los planteamientos hechos, para lo que es preciso la participación de
asesores entendidos y/o técnicos expertos.
Analizados
y consensuados los diferentes aspectos de los asuntos propuestos, llega el
tiempo de decidir: este momento debe ser fruto de la
participación y corresponsabilidad de quienes buscan y quieren alcanzar los
propósitos comunes, metas o acuerdos orientados al mejoramiento de las
condiciones de vida de los más pobres y vulnerables, y alcanzar el bien común
para todos.
Las
decisiones deben tomarse valorando y justipreciando la factibilidad, la
oportunidad, el costo social, político, económico y la efectividad de las
políticas, resoluciones y acciones que se proponen llevar adelante. Las decisiones están ligadas también a un
juicio ético por lo cual se requiere honestidad intelectual, creatividad,
valentía, coherencia y hasta audacia.
En esta hora de definiciones para
el futuro de la convivencia pacífica, la toma de decisiones en favor de los
sectores marginados y olvidados es trascendental por lo que debe estar
acompañada, desde todos los sectores, con una mirada de solidaridad, optimismo,
esperanza, evitando la crítica destructiva, la confrontación e interferencia
gratuita, la difusión de noticias falsas o atentatorias al diálogo. Nos jugamos
un momento histórico y trascendente para el futuro del país. Que este diálogo que busca escuchar,
entender y decidir, nos permita descubrir y aceptar que todos somos
ecuatorianos y que merecemos una vida justa y en paz.
· #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas, a través de estas cartas.
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