Con los ojos fijos en Él
en la realidad y
la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 111– 19 de diciembre 2021
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La
Esperanza está de pie
“La esperanza es una virtud que
no se ve: trabaja desde abajo; nos hace ir y mirar desde abajo. No es fácil
vivir en la esperanza, pero yo diría que debería ser el aire que respira un
cristiano, el aire de la esperanza; de lo contrario, no podrá caminar, no podrá
seguir adelante porque no sabe adónde ir. La esperanza –esto sí es verdad– nos
da seguridad: la esperanza no defrauda. Jamás.
Si tú esperas, no te decepcionarás… (Papa Francisco, octubre.
2019).
Qué lindo y
maravilloso es ver a mujeres de escasos recursos, jefas de hogar que no tienen
apoyo o han sido abandonadas de su pareja, ayudándose entre sí para que a
ninguna de ellas le falte el pan cotidiano; o aquellas familias que han
decidido juntar ropa, víveres, juguetes y otros enseres para agasajar con
villancicos, una buena comida y un regalito por Navidad a los niños del
orfanato; a familias enteras que dan una cuota mensual para apoyar a ancianos
abandonados; a niños que, privándose de su colación, compran con sus ahorros
algo que hará feliz a un niño de otra escuela; o las abuelas que tejen, pintan,
bordan o confeccionan unas prendas lindas para cada uno de sus hijos y nietos;
o los jóvenes que visitan voluntariamente a los enfermos de un hospital para
compartir su tiempo y alegría… Estas son algunas de las demostraciones de
solidaridad concretas… hay muchas otras llenas de esperanza, que manifiestan
que somos sensibles y generosos.
Pero hay también
muestras más grandes: el aporte y trabajo en minga para construir la casa para
un hombre con discapacidad y seis hijos, uno de ellos con discapacidad y una adolescente
con una criatura de 2; la donación de pupitres para todo un grado de una
escuelita rural; la construcción de un tanque reservorio de agua que sirve a
toda una comunidad; la donación de aquella máquina que le faltaba a esa
microempresa en la que trabajan varias familias, la creación de una panadería,
de una quesera, de una fábrica de mermeladas... Igual que estas expresiones
fehacientes de esperanza comunitaria en el trabajo, en el esfuerzo, en la
justicia, en la paz, hay miles de manifestaciones de solidaridad a lo largo y
ancho de nuestro país.
La esperanza y la
solidaridad están siempre tocando nuestra vida, hay miles de posibilidades para
ejercerlas, por doquier se abren ventanas que requieren de una actitud fraterna
y una mano generosa. En este tiempo navideño, cuando nos identificamos
plenamente con el amor y la ternura, la sensibilidad se enciende, la hermandad
aflora, la mente y el corazón se abren para dar lo poco o mucho que tengamos y
compartir la alegría de vivir y estar juntos.
Cómo quisiéramos que esas ganas que tenemos en
Navidad de compartir para llevar esperanza y solidaridad a quienes más
necesitan, se convierta en un hábito recurrente y permanente que nos permita
ser personas generosas y honestas, para construir familias nuevas, sin
necesidades de ninguna especie; barrios bien equipados; sociedades equitativas,
inclusivas, sin descartados; pueblos y ciudades con gente más buena, en la que
diariamente se siembre e implante la justicia y consecuentemente la paz. La esperanza está de pie. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una
publicación de la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones
periódicas de los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer
alternativas, a través de estas cartas.
La iglesia nace del pueblo y es para el pueblo de Dios. Gracias por alentarnos y construir juntos un mundo mas humano que tenga rostro Cristiano
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