Con los ojos
fijos en Él
en la realidad y la fe
Comisión
ecuatoriana Justicia y Paz
carta No. 75 – 11 de abril 2021
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Después de las elecciones
¿Qué
viene?
El futuro está sobre
todo en las manos de las personas que reconocen al otro como un "tú"
y a sí mismos como parte de un "nosotros" (Papa Francisco en TED
Talk 2017)
Este domingo 11 de abril, elegiremos un nuevo presidente. Para los más optimistas una fiesta
democrática, para algunos cumplir con un deber cívico, para otros una molestia
en época de pandemia. En fin, cualquiera
que sea la percepción, es importante la oportunidad para escoger, entre dos
opciones contrapuestas, el futuro del Ecuador, de nuestras familias y el
nuestro.
Al final del día tendremos el nombre del nuevo presidente, unos lo festejarán y otros rumiarán su desilusión. El nuevo presidente deberá superar el momento del festejo e inmediatamente comenzar a pensar, trabajar y diseñar el futuro del país.
El nuevo mandatario encontrará problemas muy serios y complejos de
enfrentar y resolver: En lo político encontrará un país fracturado, con
posturas extremas, con resentimientos, hasta con afanes de oposición a todo lo
que pueda significar un éxito para el Ejecutivo. En lo económico, sumergido en
una crisis profunda, con falta de empleo, pobreza y miseria; sin recursos
fiscales y con una deuda galopante que crece día a día, sobreviviendo gracias a
los empréstitos internacionales. En lo sanitario, la situación es más que
crítica y alarmante, la pandemia en auge y las vacunas en medio de un caos
administrativo y en manos de lo que parece ser una mafia.
El nuevo Presidente deberá, en primer lugar, conformar un equipo de
trabajo serio, con personas integras, capaces, honestas, éticamente solventes,
técnicamente eficientes. Debe escogerlas más allá de su círculo íntimo, de su
grupo electoral, de sus interesados seguidores en busca de posiciones
relevantes. Un equipo así y tan grande
es difícil conformarlo, pero debe intentarlo.
Las medidas necesarias e impostergables, a lo mejor duras, deberán
ser tomadas de inmediato. El país no puede esperar. La realidad nacional
reclama a gritos soluciones eficaces y oportunas frente a la lentitud e
ineficiencia actual.
Desde el inicio de su administración debe enviar señales muy claras
y concretas de integridad, inclusión, eficiencia, eficacia, competencia,
articulación... orientadas a recuperar la institucionalidad, a solventar las
múltiples crisis, a ordenar el desorden existente en todos los niveles de la
administración pública, a devolver la confianza a la ciudadanía, a crear
trabajo, a presentar un plan sanitario para enfrentar la pandemia, a dar
seguridad… es decir, debe emplearse a fondo para encontrar los caminos más
expeditos para sacarle al país del hoyo en el que está sumergido. El discurso
está desgastado, las acciones concretas deben hablar con obras y cambios que se
noten; pensamos que uno de los peores males que nos afectan es la falta de
credibilidad y desconfianza en los poderes públicos.
Todos debemos cooperar para que el país progrese siendo ciudadanos
honrados, cumpliendo nuestros deberes y reclamando nuestros derechos, será
importante que fortalezcamos la organización ciudadana, partidaria y no
partidaria, para apoyar y respaldar lo positivo e igualmente denunciar y exigir
rectificaciones de lo que esté mal.
La Comisión ecuatoriana Justicia y Paz,
ruega al Creador que ilumine y proteja al nuevo presidente y a su pueblo. Del éxito del mandatario, dependerá el éxito
del Ecuador. · #ComuniquemosEsperanza
Con los ojos fijos en El, en la realidad y la fe es una publicación de
la Comisión ecuatoriana Justicia y Paz, resultado de reuniones periódicas de
los miembros de la Comisión para analizar, reflexionar y proponer alternativas,
a través de estas cartas.
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